Controversial…
“Hipócrita lealtad, coherencia justificatoria”
Por: Raúl Sabido.
Morena ha recibido descalabros severos de lealtad a los postulados del Movimiento por parte de miembros de sus bancadas, en el Senado principalmente, en esta y la pasada legislatura.
Todas esas deslealtades fueron justificadas hipócritamente con la COHERENCIA, al menos ese es el camino que tomaron los desleales para que, según ellos, públicamente no verse como traidores ya que la coherencia es uno de los valores vitales en la vida de cualquier persona pero, por encima de la coherencia estará siempre la lealtad, o la decisión del rompimiento de la lealtad con la separación.
La lealtad y la coherencia coexisten y se complementan fortaleciendo los nexos con los que acordaron compartir, pero cuando los valores y circunstancias personales se bifurcan dan paso a la justificación para la ruptura o separación necesariamente forzosa para ejercer coherencia.
La lealtad y la coherencia se rigen por compromisos e intereses mutuos y, ante la fragilidad de alguno de los dos, entonces viene el rompimiento o la separación necesaria.
Nadie puede tolerar traidores cerca de él, nadie.
Tener traidores cerca de uno es generalmente considerado insano y perjudicial, tanto en el ámbito personal como profesional porque hay pérdida de la confianza, porque se detona el estrés emocional, porque el ambiente se convierte tóxico, porque es indiscutible que existirá daño a la credibilidad y reputación, se detonan los riesgos personales, profesionales y de grupo y todo esto porque los traidores pueden sabotear proyectos, planes y relaciones en los momentos más críticos, y vitales, de la necesidad de la disciplina y la lealtad.
Yo tengo en el radar tres ejemplos, dos Senadores de Morena y un Diputado Federal de Morena también, los dos primeros continúan bajo el cobijo político de Morena, uno en el ostracismo dentro del Movimiento de la 4T y, el otro, aún activo Morenista hasta hoy. El Diputado Federal Morenista se deslindó de la bancada y del Movimiento a meses de terminar su gestión dando rienda suelta a sus quejumbres que “toleró” durante al menos 2.5 años, vivió engañado y antes de terminar su gestión plurinominal, vio la luz.
El caso que hoy me ocupa es el de Javier Corral Jurado que, al igual que el otro Senador referido, sabían muy bien los principios, valores y proyectos de la 4T y, en consecuencia, conocen de la importancia vital que tienen sus votos en el Senado, no son “lelos” para no haber entendido lo que representa Morena, por lo tanto la COHERENCIA debió haberse ejercido desde antes de haberse unido al Movimiento de la 4T.
Malos mensajes está mandando la 4T a sus militantes y simpatizantes, de bebes la decisión de incorporar como plurinominal a Javier Corral Jurado, confiaron en alguien que tenía la soga hasta el cuello y que necesitaba de Morena para quitársela con el fuero, Morena lo sobre protegió de las garras de la venganza PANISTA de la Gobernadora de Chihuahua.
Los dos Senadores son traidores y desleales, los dos medidos con la misma vara y si, son coherentes, pero lo son con sus individualidades, con sus personalísimos intereses, hipócritas al continuar dentro del Movimiento.
¿Qué Morena pierde un Senador al expulsar a Javier Corral? Pues que lo pierda, pero traidores al Movimiento no debe de haber por la trascendencia del proyecto de nación.
Antes de que salgan de receso legislativo el Senado Morena podría llegar a 90 Senadores y entonces Javier Corral representará menos que nada.
La lealtad es un compromiso pactado e implícito, la coherencia es personalísima y conlleva a actuar de acuerdo con tus valores, creencias y principios, pero la traición es la ruptura del compromiso de la lealtad y el quebranto de la coherencia.
La traición puede llevar a un conflicto interno donde se lucha por mantener la coherencia con sus propios valores y creencias, mientras se lidia con el dolor, la decepción, el rechazo y el ostracismo.
La hipocresía genera factura.