Controversial…
“El necesario expansionismo de USA”
Por: Raúl Sabido.
Sin duda alguna los recursos naturales son el botín más preciado hoy en día para los anhelos colonialistas, expansionistas e imperialistas del hoy presidente Trump, recordando que son los recursos naturales los que hoy comienzan a escasear junto con el agua dulce, los recursos naturales son vitales para la supervivencia en este planeta y a medida que la población mundial crece, la demanda de estos recursos también aumenta, lo que hace que su posesión, extracción y transformación sostenible sea más crucial que nunca.
Los recursos naturales ya no son una ambición imperialista, son hoy una eminente necesidad de sobrevivencia la posesión.
El agua es esencial para la vida y sin ella no podríamos sobrevivir, el agua se utiliza en la agricultura, la industria, la transformación y para el consumo humano, y animal, a diario. El agua y la extensión territorial son recursos naturales que nos proporcionan alimentos a través de la agricultura, la pesca (lagos, ríos y mar), la ganadería y, además, el agua junto con los recursos fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón, son una fuente principal de energía vitales para el desarrollo industrial y humano.
Canadá posee muy importantes reservas de agua dulce, de hecho, es uno de los países con más recursos hídricos, de agua dulce, en el mundo así como también lo es el Acuífero Guaraní, el acuífero subterráneo que se encuentra debajo de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, y contiene aproximadamente 30,000 kilómetros cúbicos de agua dulce.
Más allá de los recursos naturales como minerales, petróleo y gas, también se consideran recursos estratégicos las rutas marítimas, territorios clave y el acceso a nuevos mercados. Todas las economías para sostenerse, y desarrollarse, necesariamente requerirán más recursos y, si no los tienen, se estancan por lo que necesitan necesariamente buscarlos fuera de ámbito legal establecido, necesitan expandirse, necesitan colonizar necesitan impulsar su concepto de poder hacerlo, y tomarlos en propiedad.
Además controlar áreas estratégicamente importantes aumentará la influencia y el poder de la nación colonialista e imperialista, tener control sobre ciertos territorios puede aumentar la seguridad nacional y protegerse contra amenazas externas.
Expandir territorios o influencias comerciales puede abrir nuevas oportunidades económicas y mercados para el comercio tan necesarios para el desarrollo de su industria y comercio, y para apuntalar su economía y expandirla para generar más riqueza.
En resumen, aunque los recursos naturales son un factor importante, el expansionismo colonialista e imperialista también será impulsado por consideraciones estratégicas, económicas y de seguridad.
La historia se comienza a repetir, solo recodémosla. La colonización de América fue impulsada por la búsqueda de nuevas rutas comerciales y recursos naturales para enriquecer aún más a España. La llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, y las posteriores expediciones, fueron financiadas por la Corona Española, que buscaba expandir su influencia y obtener riquezas, especialmente metales preciosos como el oro y la plata que servirían para el sostenimiento imperial y la expansión en búsqueda de más territorios y riquezas, hoy el tesoro español cuenta con 288.2 toneladas de oro como parte de sus reservas pero veamos, España solo produce 1.4 toneladas oro al año.
México, uno de los productores de oro más importantes del mundo, solo tiene 120 toneladas oro en reserva en el Banco de Inglaterra de las que no puede disponer de ellas.
La historia del mundo es cíclica, la conquista y el colonialismo son una fuente de abastecimiento de riquezas necesarias, en algún momento cíclico de la humanidad, para poder sostener el poderío, la economía, el desarrollo, la hegemonía y la expansión.
Es importante recordar también que la necesidad de expansión de Hitler se basaba en la teoría del Lebensraum o «espacio vital» que proponía la expansión territorial de Alemania para asegurar la supervivencia y prosperidad del pueblo alemán. Esta ideología justificó la anexión de territorios como Austria y los Sudetes, y la invasión de Polonia, desencadenando la Segunda Guerra Mundial
Lo cíclico de la humanidad no es ocurrencia, el concepto de la historia cíclica se puede ver en teorías como la de “Los ciclos económicos” de Kondratiev o en la teoría de los ciclos de civilización de Arnold Toynbee en su obra «A Study of History». Estas teorías proponen que las sociedades pasan por fases de crecimiento, apogeo, declive y renovación.
Nikolai Kondratiev, economista ruso, desarrolló la teoría de los ciclos económicos largos, también conocidos como «ondas de Kondratiev» que junto con Arnold Toynbee, historiador Británico, el desarrollo de sus teorías son bastante coincidentes.
Menciona Nikolai Kondratiev (1892-1938) que el primer ciclo es la PRIMAVERA O EXPANSIÓN que es caracterizada por un crecimiento económico sostenido, inversiones en nuevas tecnologías y aumento de la productividad.
El siguiente ciclo es el VERANO O PROPSERIDAD donde se da el aumento de la inflación, plena capacidad productiva y altos niveles de empleo. Esta fase generalmente culmina con una crisis.
Seguido por el ciclo de OTOÑO O RECESIÓN donde se dan puntos críticos como la disminución de la inflación, estancamiento económico y disminución de las inversiones.
Y por último el INVIERO O DEPRESIÓN en donde se detona la contracción económica, el alto desempleo, y caída de precios. Este periodo es de reajuste y preparación para un nuevo ciclo.
Estados Unidos se encuentra en el ciclo de OTOÑO O RECESIÓN con serios problemas de salud social, de ahí que Donald Trump tuvo que ofrecer la cara populista para poder ganarse al electorado, como en su momento lo hizo Hitler.
Toynbee (1899-1975) sin embargo identifica con muchísima claridad los factores que pueden influir en el destino de una civilización, como los recursos naturales, las innovaciones tecnológicas, las estructuras sociales y las influencias externas.
Los Estados Unidos con Trump buscarán adaptarse a los nuevos y muy grandes desafíos en comercio y hegemonía que representan China y Rusia en el orden mundial actual, y para ello necesariamente buscará expandirse a costa de los países que él considera débiles, incluso sobre sus propios aliados a los que no respetará, como la Unión Europea.