Con el encierro muchas personas decidieron tener un perro o un gato. Ahora, con el regreso a las oficinas, ellos se quedan más tiempo solos
A más de una le pasó de adoptar en perro o un gato en tiempos de encierro. Muchas personas hicieron cosas por primera vez en la pandemia, entre ellas ésta, la de acercarse al mundo de los animales de compañía.
Para los perros y gatos, nada mejor que tener cerca a sus dueños. De hecho, son varios los especialista que recomiendan no dejarlos por mucho tiempo solos. Ahora bien, el escenario ya no es el mismo. El confinamiento terminó y poco a poco la gente fue regresando a sus oficinas. Lo mismo sucedió con los niños: volvieron a las aulas.
Las casas volvieron a quedar entonces en silencio. Y vacías. Y en ese vacío, aquellas mascotas que de golpe tuvieron que vérsalas con pasar de estar totalmente acompañadas a literalmente solas.
¿Cómo afecta entonces a las mascotas que volvamos a dejarlas en casa solas más tiempo? Nicolás Carmona, etólogo clínico, asegura que va a depender de muchos factores. “En primer lugar hay que pensar cómo era nuestra vida en cuarentena en relación a ellos. En segundo lugar, cómo fueron nuestras costumbres y hábitos – que sin querer o queriendo – fuimos construyendo durante este periodo. En tercer lugar va a depender de cómo cambió nuestra vida hoy con los nuevos horarios y rutinas a los cuáles estamos comenzando a adaptarnos”, dice el especialista en bienestar animal, que suele ser consultado por Eukanuba
Sigue Carmona: “Pensemos en cómo era nuestra vida pre cuarentena, si eran los mismos horarios y rutinas que hoy en día vamos a tener, pero que luego durante la cuarentena se cambiaron considerablemente, o se creó una nueva forma de vincularse. Dejándole hacer cosas que antes no hacían, cambiar el lugar donde duermen, los horarios de paseo, la forma en cómo trabajamos y estamos permanentemente con ellos, entonces es muy probable que ahora volver a cambiar esas formas repentinamente pueda traer alguna consecuencia en nuestros animales de compañía”.
Continúa el etólogo: “Nosotros estamos aprendiendo a vincularnos en estas nuevas rutinas, nuestros animales de compañía -al depender de nosotros y ser nuestra responsabilidad– por eso poder darle las oportunidades para que ellos puedan satisfacer sus necesidades también pueden verse afectados por ese procesos. Porque si a nosotros nos cambian ciertas rutinas a ellos de forma directa les va a impactar porque se pueden ver afectados los tiempos que tenemos para vincularnos y ocuparnos de ellos”.«Si a nosotros nos cambian ciertas rutinas a ellos de forma directa les va a impactar porque se pueden ver afectados los tiempos que tenemos para vincularnos y ocuparnos de ellos”, dicen los especialistas
Hay un ejemplo, el de los cachorros que fueron adoptados durante la cuarentena y que permanentemente vivieron en contacto directo con la familia humana, hoy en día tienen que lidiar con la nueva rutina de quedarse solos en la casa o en un nuevo territorio. “En muchos casos, al no estar acostumbrados a quedarse solos, pueden desarrollar distintas alteraciones de comportamiento, muchas relacionadas con la ansiedad que le puede generar la separación del grupo”, dice Carmona
Hay una serie de consejos para tener en cuenta y que la adaptación sea más amable según el especialista
– En primer lugar pensar cómo fueron nuestros meses pasados y evitar los cambios bruscos porque pueden impactar negativamente en nuestros animales de compañía.
– Es fundamental entender y ser conscientes de que ellos también sufren los cambios, que tienen que adaptarse y esta situación puede afectarlos.
– Mantener rutinas estables con horarios y tiempos determinados donde les brindemos a nuestros animales las oportunidades para que puedan satisfacer sus necesidades.
-En tercer lugar es recomendable comenzar a distanciarnos progresivamente de ellos dentro de la casa y evitar estar en permanente contacto físico y visual porque es lo que van a vivenciar cuando empecemos a salir y los dejemos solos. Hay que empezar a relacionar nuestras salidas con algo positivo como por ejemplo alimento. También es importante evitar llegar a la casa y hacer un efusivo saludo – más en los casos los cuales nuestros animales se excitan mucho cuando llegamos – porque justamente eso puede reforzar la idea de lo bueno que significa estar y lo malo que significa no estar.
–Evitar que otros integrantes de la familia al llegar y estar en la casa, como por ejemplo los niños, estén constantemente encima de los animales, no los dejen descansar, los molesten cuando están comiendo o busquen jugar todo el tiempo con ellos.
–No dejarlos solos una excesiva cantidad de horas, ni en perros ni en gatos, recordemos que los animales viven constantemente en nuestras casas sin capacidad de poder gestionar su propio comportamiento y pueden aburrirse y frustrarse por el encierro y la falta de estimulación ambiental ellos dependen de nosotros y son nuestra responsabilidad
El manejo de la ansiedad por separación luego de la cuarentenaDado el aumento de nuestra permanencia en casa por la cuarentena, es probable que este fenómeno aparezca o reaparezca en nuestros perros una vez que retomemos las salidas habituales finalizada dicha cuarentena
Juan Atilio Di Paolo es médico veterinario y sostiene que “la ansiedad por separación es una alteración en el comportamiento de un perro que ocurre cuando este se separa de su propietario (salidas por trabajo, viajes, mandados, etc.), que acarrea problemas de salud por el estrés”. Está basada en la relación emocional entre ambos. Las manifestaciones más comunes son aullidos o ladridos excesivos, micciones (pis) o deposiciones (caca) en lugares inadecuados, destrucción de objeto (muebles, ropa, etc.), rascado de puertas o ventanas, diarreas, vómitos o lastimaduras en la piel por lamido excesivo.
“Dado el aumento de nuestra permanencia en casa por la cuarentena, es probable que este fenómeno aparezca o reaparezca en nuestros perros una vez que retomemos las salidas habituales finalizada dicha cuarentena. Al tratarse de una situación sin antecedentes, consideraremos suposiciones sobre cómo reaccionaran nuestros perros. Estar preparados para identificar, prevenir y/o solucionar esta alteración será fundamental en ese momento”, dice Di Paolo.
“Identificaremos esta alteración fácilmente, las manifestaciones aparecen siempre en ausencia del propietario y muy próximas al momento de su salida de casa. Antes que salgamos, nuestro perro puede ponerse más ansioso de lo normal (ir y venir, jadear, llorisquear, etc.) avisando que su umbra de ansiedad es bajo”, sigue el especialista.
Por eso tenemos que prestar atención a los individuos más susceptibles a sufrir esta alteración. “Podemos intuir que los perros que sufrían o sufrieron “comportamiento de apego” (estrés por separación) pueden volver a padecerlo terminada la cuarentena. También perros que hayan sido adoptados poco tiempo antes o durante la cuarentena, que provengan de refugios, protectoras o criaderos, donde estaban siempre en compañía de alguna persona”, agrega Di PaoloEl tratamiento preventivo y curativo será acostumbrar a nuestro perro a las ausencias de su propietario de forma progresiva en tiempo. Tendremos que tomarlo con calma e ir muy despacio, saliendo por no más de 5 minutos (una vuelta de manzana), al principio, luego ir aumentando el tiempo de estas salidas a 10 minutos y así sucesivamente.
Pero también es cierto que muchos perros sin apego previo terminen manifestándolo al terminar la cuarentena, por haberse acostumbrado a un mayor contacto con su propietario, quien desaparecerá repentinamente de casa.
“Para prevenir o tratar este problema serán necesarias algunas medidas tendientes a disminuir el nivel de ansiedad de nuestros perros al momento del regreso a la vida normal. Antes de comenzar con las recomendaciones es importante saber que, si nuestro perro sufre ansiedad por apego, no lo resolverá solo, por esto sí o sí debemos hacer algo. Lo positivo es que el tratamiento del apego tiene buen pronóstico”, dice Di Paolo.
El tratamiento preventivo / curativo será, entonces, acostumbrar a nuestro perro a las ausencias de su propietario de forma progresiva en tiempo. “Tendremos que tomarlo con calma e ir muy despacio, saliendo por no más de 5 minutos (una vuelta de manzana), al principio, luego ir aumentando el tiempo de estas salidas a 10 minutos y así sucesivamente”, finaliza Di Paolo.
Buscar alternativas que distraigan a nuestro perro durante nuestra ausencia es muy útil. Algunas de ellas incluyen usar juguetes dispensadores de alimento, esconder croquetas de alimento antes de salir (así se entretiene buscando mientras no estamos) y juguetes. Alimentarlo antes de salir puede asociar nuestra partida con el efecto positivo de comer. También dejar el televisor o la radio encendidas con música tranquila puede ayudar.