Como buenos indicios sobre el nivel de desarrollo en las telecomunicaciones en Argentina podemos mencionar a ARSAT, empresa de telecomunicaciones del Estado Argentino que brinda servicios de transmisión de datos, telefonía y televisión, por medio de infraestructura terrestre, aérea y espacial, lo que permitió entre otras cosas posicionarse como el primer país latinoamericano en tener un satélite propio; desde el 2015 es uno de los principales exportadores de softwares al mundo, y están emergiendo los proyectos vinculados con las Smart Cities… sin embargo, falta mucho para que la población acceda a una conectividad de calidad. Ante el aislamiento social y obligatorio para evitar la propagación del covid-19 se visibilizó más la brecha de acceso a internet y su necesidad tanto por cuestiones laborales, educativas, como sociales.
¿Cómo impacta las telecomunicaciones, particularmente una básica conexión de internet, en la actividad turística?
Perspectiva del turista
Desde hace años hablamos ya de un turista exigente en la calidad de los servicios y que se maneja de manera más independiente, aunque, dependiente por lo general de la conexión a internet para tomar decisiones. Salvo que estemos hablando de turistas aventureros, estar en un destino sin conectividad, puede crear un ambiente inseguro, ¿Cómo saber si este prestador no me está engañando?, ¿cómo evitar tener una mala experiencia en mis cortas vacaciones?, ¿cómo que no puedo publicar mi foto en el momento?
Entonces, que un destino no tenga internet, o que un prestador no esté en las redes, puede corresponder a desmotivarse en la elección de un destino y/o a no concretarse una venta, y que se siga concentrando el consumo turístico en aquellos sitios que tienen acceso a mejores servicios tecnológicos pero no necesariamente por brindar una mejor experiencia. Considerando al turismo como un derecho, el tomar a las telecomunicaciones como servicio esencial y ofrecer contenido cultural y turístico, se facilita el acceso a la información del patrimonio natural y cultural local, fomentando las cualidades de viajar y conservar el patrimonio. Todas las personas debemos tener la posibilidad de viajar y conocer más allá de lo que nuestra rutina permite, y en esta era, la infraestructura y aparatos tecnológicos son fundamentales para generar esas posibilidades.
Planificación turística de los destinos
Desde una mirada de planificación de los destinos y pensando en la “nueva normalidad”, las energías tienen que ir a fomentar el turismo interno, facilitando herramientas que promuevan la creación de productos innovadores en destinos turísticos emergentes, asistiendo y certificando protocolos de seguridad de empresas y emprendimientos relacionados con el turismo. Conectando con lo digital, (valga la redundancia) el asociativismo puede ser considerado una estrategia para aunar esfuerzos en cuanto a la promoción y reducir costos, sin embargo, con una escasa conectividad, o desconocimiento adecuado sobre el uso de las TICs, se dificulta la concreción de objetivos en conjunto.
Por otra parte, la capacitación sobre estrategias de marketing digital es imprescindible para una eficiente y eficaz promoción, por ejemplo, de circuitos turísticos, que permitan potenciar cada producto y servicio que lo integre. De esta forma, los destinos se pueden ver beneficiados y se fomenta una descentralización de turistas, a partir de una diversificación de la oferta. Ante todo esto, está el desafío de que muchos destinos emergentes, suelen relacionarse con una escasa conectividad; si un turista tiene una empresa u otra de internet móvil, tendrá o no acceso a internet en la zona. Eso puede influir en la elección del destino, acrecentando su importancia en la actualidad por el aumento del teletrabajo.
Repensando al sector privado turístico
Por último, tomando el punto de vista del sector privado, no se puede evitar decir que los profesionales del turismo están entre los más afectados en esta crisis pandémica. Pero mirando el vaso medio lleno, sin ahogarnos, esta pausa permitió la posibilidad de capacitación en cuestiones básicas hoy en día como son el uso de las TICs, estrategias de las redes sociales para su posicionamiento, tecnologías 4.0 como el Big Data, ya que en nuestro país estábamos atrasados en esos aspectos, además de debatir los modelos de negocio establecidos, no necesariamente basados en la sustentabilidad. La inversión en un soporte tecnológico adecuado, son esenciales para crear un marco competitivo y mejor posicionamiento de mercado.
Hoy en día se plantea el servicio de internet y telefonía celular como un derecho humano, teniendo en cuenta que nos encontramos en la sociedad de la información y la Era 4.0 está emergiendo. Tanto la Naciones Unidas (ONU), la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y Organización de Estados Americanos (OEA) emitieron en 2019 una declaración conjunta pidiéndole a los Estados “reconocer el acceso y uso de internet como un derecho humano y una condición esencial para el ejercicio de la libertad de expresión”1. No es ninguna novedad que otros países ya declararon el carácter de servicio esencial y estratégico, como Francia, Holanda, Canadá, Finlandia, Estonia, México, y Costa Rica.
Continuando con la vinculación con el sector turístico, internet implica conseguir o no trabajo, posicionarse en el mercado, conocer el patrimonio regional y nacional, tomar decisiones estratégicas a partir de la gestión de datos, etc. Con las reglas monopólicas y oligopólicas, los beneficios son limitados a un sector de la población, por esa razón la declaración e implementación para tomar al acceso de los servicios de telecomunicación como un servicio esencial, como un derecho.
Referencias