Respetar las ideas, opiniones y diferencias de los demás es esencial para garantizar una buena relación y convivencia
Miguel Domínguez Palomares Auxiliar técnico educativo
Tolerancia es respeto. También es entendimiento. Un valor que implica muchos otros y que es vital y necesario en el desarrollo de los niños. Tú puedes enseñar a tu hijo y educarle para que sea más tolerante desde pequeño. ¿Cómo? Utiliza estos consejos y herramientas educativas. Te explicamos cómo fomentar el valor de la tolerancia en los niños y por supuesto, en tu hijo.Índice
Seguro que todos estamos de acuerdo en que queremos lo mejor para nuestros hijos. Nos esforzamos en ofrecerles todo lo que está a nuestro alcance: la mejor ropa, variedad de juguetes, comida, los mejores colegios. En ocasiones nos obsesionamos con lo material y los protegemos de todo lo que les puede hacer daño.
Según van creciendo les dirigimos hacia ‘aquí’ y les vamos apartando de ‘allí’ en función de lo que para nosotros es conocido, nos da seguridad y se ajusta a nuestras costumbres, ideales o manera de ser. Seguimos el instinto natural de poner la tirita antes de que aparezca la herida y nos olvidamos de protegerlos de otros peligros que no se ven y que los hacen débiles cuando son adultos.
¿Cómo protegemos a nuestros hijos ante la falta de respeto hacia los demás, ante la falta de humanidad, de generosidad y de paciencia con los otros? ¿Hacemos a nuestros hijos más fuertes escondiéndoles otras tendencias, otras maneras de pensar, privándoles de conocer otras maneras de vivir y otras opiniones sobre la realidad y la sociedad que nos rodea?
Es curioso reparar en la distancia que hay entre las personas, pero no la física que media entre nosotros y que nos separa de un lugar o de un tiempo, sino la distancia humana que deja huecos, desiertos, vacíos emocionales, miradas perdidas que no se conmueven, atrapadas en ojos que solo se ven a sí mismos como única verdad.
Es curioso advertirlo en una sociedad tan multicultural, tan global, tan avanzada y tan repleta de personas a las que quizá no sabemos observar de una manera adecuada. ¿Estamos educando a nuestros hijos en la tolerancia?
Escucho que algunos adultos tienen arraigada esa muletilla de ‘Yo soy así y ya nadie me va a cambiar’ o ‘Yo soy de esta manera de pensar y nadie me va a hacer ver las cosas de otra manera’. Tenemos la tendencia a intentar convencer al otro para que piense o sea igual que nosotros y nos suele molestar que discrepen o pongan en duda nuestras ideas. En definitiva: o conmigo o contra mí.
Creo que educar en la tolerancia no es un ejercicio fácil porque supone el esfuerzo de admitir que hay cosas en los demás que no me gustan y que tengo que aceptar. Aquí está el reto en la aceptación de manera consciente y positiva de que hay personas con diferentes ideas, formas de ser, opiniones o maneras de ver la vida; sí, nuestra misma vida.
¿Eso supone renunciar a nuestras propias convicciones o perder nuestra personalidad? Para nada. No se trata de pensar igual que los demás pero sí de respetar a la persona. Ser tolerantes implica que nuestras ideas, convicciones o costumbres deben ser respetadas de la misma manera que nosotros lo hacemos. Esta idea puede ser un camino con el que evitar reacciones e ideas extremas, alejando a nuestros hijos de la violencia y haciéndoles crecer más libres y por tanto más fuertes.
6 Claves para fomentar el valor de la tolerancia en los niños
Enseña a tu hijo a ser tolerante con los demás, sin importar la raza, opiniones, edad, sexo o religión. Entre todos podemos contribuir a mejorar el mundo en el que vivimos. Recuerda que las diferencias nos hacen únicos y es un valor añadido en cada uno de nosotros. Cuando tu hijo consiga apreciarlo, será mucho más abierto y más respetuoso con las ideas y opiniones de los demás. Y será capaz de respetar y ser el mismo sin infravalorar a otras personas.
1. Educando en el respeto por las ideas diferentes
La tolerancia comienza con la aceptación de que hay cosas que no me gustan de los demás y eso, como dije antes, supone un esfuerzo.
2. Ofreciéndoles grandes dosis de humildad
La humildad nos proporciona la tranquilidad de observar que hay otras personas con realidades diferentes, con experiencias distintas, pero igual de válidas.
3. Apertura de mente
Animar a nuestros hijos a leer, estudiar, investigar e informarse de cuál es la causa o el motivo de que el otro haga o piense las cosas de manera diferente. A veces, una explicación calmada del adulto permite al niño entender determinados comportamientos. Pongámonos en la piel de un compañero de clase cuya conducta se aleja de la habitual y es rechazado por los demás. Si conocemos sus circunstancias podemos llegar a entender su actitud y, desde ese instante, pasa a verse con otros ojos y a reducirse las distancias. Por tanto, el conocimiento permite a los niños aprender y enriquecerse con lo diferente.
4. Menos ego y más generosidad
Es complejo, pero es muy recomendable que les ayudemos a entender que hay que respetar las preferencias de los demás aun cuando estás no me proporcionen beneficio.
5. Fomentar el espíritu autocrítico
Hacerles ver que nuestra manera de pensar es muy importante en la misma medida que lo es la de los demás. Educarles en la convicción de que nadie tiene la verdad ni la razón absoluta.
6. Trabajar la autoestima y la personalidad
El aceptar las ideas de otros no supone una renuncia de las nuestras por lo que también sirve para reforzar nuestra personalidad y autoestima. Supone enseñarles a darle valor a la dignidad de los otros y mantener las nuestra. Respetar y ser respetado.
Por tanto se hace necesario no olvidarnos de que hay cosas que son igual de buenas para nuestros hijos, que los protegen y les dan inmunidad pero, muchas de ellas no se adquieren en ningún centro comercial ni llegan a la puerta de casa envueltas en un paquete. Ayudamos a nuestros hijos abriéndoles la mente, enseñándoles a ser personas tolerantes, libres y sin cargas emocionales que les lastren cuando sean adultos.
A veces las mejores cosas no se ven, ni siquiera se tocan, solo se sienten cuando logramos encontrar nuestra paz interior y, observamos sin complejos, la felicidad en los otros.
Cuentos, poemas y leyendas para educar en tolerancia y respeto a los niños
Los cuentos, poemas y leyendas son unas excelentes herramientas para educar en tolerancia a nuestros hijos. Si en la estantería de tu casa no tienes ningún relato para trabajar estos valores, ¡no te pierdas la selección de historias que te presentamos a continuación!