Jonathan Noble –
El camino de Verstappen hacia su segundo título de Fórmula 1 ha sido bastante fluido, pero eso no quiere decir que no haya habido baches en el camino.
El rendimiento actual del coche y su piloto, que de hecho ya puede ser matemáticamente campeón en la siguiente carrera en Singapur, hace que sea fácil olvidar los problemas que ensombrecieron el comienzo de temporada.
De hecho, a principios de año parecía que sus opciones de luchar por el mundial se habían esfumado a poco de empezar, cuando una serie de fallas de fiabilidad permitieron a su principal rival, Charles Leclerc, lograr una ventaja considerable en el campeonato de pilotos.
Tanto, que tras abandonar en el GP de Australia en abril, Verstappen sonó a derrotado cuando dijo que ya no pensaba en el mundial porque veía demasiado lejos al piloto de Ferrari.
Luego, una vez que Red Bull finalmente consiguió solucionar la fiabilidad de su RB18, Verstappen siguió sufriendo con algunas características del coche que no eran de su agrado.
Por su parte, la débil parte delantera del RB18 parecía encajar a la perfección con lo que le gusta a su compañero de equipo, Sergio Pérez, y hubo una fase, en torno al Gran Premio de Mónaco, en la que parecía que el mexicano sería incluso un candidato al título.
Pero a medida que avanzaba la temporada de F12022, fue quedando claro que tanto Red Bull Racing como Verstappen lograron encontrar otra marcha, especialmente los domingos.
Mientras que el Ferrari F1-75 sigue pareciendo un coche más rápido a una vuelta, el progreso que el RB18 ha conseguido con la degradación de sus neumáticos ha sido impresionante.
Y es ese factor el que ha jugado perfectamente a favor del equipo, permitiendo a Verstappen no perder terreno en aquellas ocasiones en las que tenía que salir más atrás en parrilla.
Pero lo más importante, para ayudar a darle la actual ventaja en el campeonato, fue el hecho de que parecía estar cada vez más a gusto con la forma en que se estaba desarrollando el RB18, que también estaba alejando el coche de lo que le gustaba a Pérez.
Ese cambio ha provocado que algunas personas digan que el equipo desarrolló el coche en una dirección que favoreciera a Verstappen.