Vamos por la vida coleccionando objetos, personas, resentimientos, rencores y emociones malsanas.
Javier H. Contreras Orozco
¿Se ha sentido abrumado o estresado porque de pronto tenemos en nuestro celular o en la computadora miles de documentos, videos, fotos o canciones que no sabemos qué hacer con ellos? ¿Siente angustia por la acumulación de mucho material y no se decide a depurar por el temor de borrar algo que le podrá servir o no pueda recuperar?
¿Qué hacemos con la gran cantidad de selfies o fotos que de manera compulsiva tomamos a cualquier lugar a dónde vamos? ¿Y los miles de memes, Tik-Tok, Youtube o WhatsApp, Twitter o Facebook que recibimos, dónde se archivan o donde quedan alojados? Pedimos desesperadamente que nos compartan algo que no tenemos y los celulares están atiborrados de datos, datos y más datos.
Estamos ante el síndrome de Diógenes, que es un trastorno psicológico.
Este síndrome ha pasado a ser conocido como Diógenes digital, o dicho de manera más simple: la basura digital que acumulamos en nuestros dispositivos como reflejo de inseguridad y amontonamiento de archivos, aplicaciones y de todo lo que nos van enviando.
Es un defecto de carácter que se manifiesta en la avaricia de poseer más y más, sin darle sentido o uso. La acumulación compulsiva y obsesiva en las computadoras o celulares es el nuevo lastre que cargamos en nuestras espaldas y conciencias.