CRITICARON A CÉSAR DUARTE Y ¡ÉL SÍ TRABAJÓ!
Con los pretextos de “los neoliberales; los saqueadores; los corruptos de las administraciones anteriores…” y cualquier cosa que se les ocurre, ni López Obrador ni Javier Corral hicieron algo por Chihuahua.
A Peña Nieto se le vio como apestoso y se le criticó mediáticamente a tal grado que al preguntar a cualquier ciudadano sobre la administración del expresidente (y se destaca más cuando se cuestiona a los adultos mayores), la palabra que domina para identificarlo es “Corrupto”.
Y nadie da más explicaciones que “los expresidentes tenían un sueldo vitalicio y escoltas cuando ya no eran funcionarios” pero no pueden hablar de números o de desvíos concretos, sólo son rumores.
Claro que así ocurre, pues es la doctrina que desde las mañaneras se realiza y que está desvirtuada totalmente de la realidad, pues con el simple análisis que se hiciera de los expresidentes de la República contra los ministros de la Suprema Corte y Tribunales estatales que se encuentran en retiro, y muchos sin retirarse, éstos tienen más ingresos y protección que los expresidentes.
También al revisar las nóminas actuales, los ministros tienen mayores sueldos que el Presidente, más sus compensaciones…. de manera “oficial”.
El caso de acusar y hacer campaña negativa a Peña Nieto llegó después del inmenso gasto y señalamiento de Javier Corral contra César Duarte, hace seis años, cuando logra convertirse en gobernador por la libertad de expresarse que lo llevó a límites de venganza enfermiza y ya como mandatario, le creó los “Expedientes X”, llevándose a muchos a la cárcel amenazados y acusados de haber robado.
Y no lo han demostrado.
Resulta ser que a Duarte (el ratero corrupto según Corral y aún sostenido por algunos chihuahuenses, sin más respuestas que “se robó el dinero del estado”) tampoco le han comprobado todo o algo de lo que lo señalaron, pero más allá de las investigaciones “que corresponden a las autoridades responsables de la materia y no se puede opinar sin tener pruebas”, la realidad es que los chihuahuenses estamos peor que cuando César Duarte era gobernador.
En su administración se hicieron cientos de kilómetros de carreteras y se conectaron comunidades aisladas o separadas por peligrosos caminos de terracería.
Cada día había eventos en los que los regalos llegaban a niños, estudiantes, padres de familia y a reporteros (de los buenos y de los malos; de aquellos que hacen periodismo y los otros que hacen gacetillas para sobrevivir, adulando al patrón).
A pesar de los pesares, la lana que repartía Duarte y su gente, entre traslados, regalos, publicidad, viáticos, equipos de sonido, etcétera, etcétera y etcétera, se quedaba en la raza, en la población que tenía (como muchos medios de comunicación), ingresos que llegaban a sus familias y al Gobierno como impuestos, pues cada cosa que se compraba, generaba su respectivo IVA.
Duarte ni nos paga por este Editorial, ni lo dejó de hacer Corral. Es ver una realidad que descubrimos en cada comunidad del estado de Chihuahua, donde ya no hay caminos ni trabajadores construyéndolos, o gente del pueblo vendiendo comida a los camineros.
El gobierno federal quita las estancias infantiles, las medicinas contra cáncer o enfermedades delicadas, el Seguro Popular, las escuelas de Tiempo Completo y mucho más, que deja a las familias con el problema.
Y habrá quienes digan que con López Obrador “ya no hay robos”, pero desconocen las tranzas de su familia. Y dirán que Duarte fue un corrupto, pero desconocen todos los programas que recortó y la nada de obra que hizo.
Hoy regresamos con CÓDIGO POSTAL 31000 y hay muchos temas que tocar.
Después de la violencia que se registra en el estado y que ha dejado decenas de asesinatos en una semana. Veremos la actuación de la policía estatal y las reales acciones de la gobernadora en la materia.