se registraron protestas en múltiples concesionarios de Tesla en Estados Unidos y Europa contra Elon Musk, actual asesor del presidente Donald Trump y líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Los manifestantes expresaron su descontento por las políticas de reducción del gasto público implementadas por Musk, que han resultado en despidos masivos y el cierre de agencias gubernamentales.
En Nueva York, entre 500 y 1.000 personas se congregaron frente a una tienda Tesla en Manhattan, exigiendo la renuncia de Musk al DOGE. Similares concentraciones ocurrieron en ciudades como Washington, D.C., donde aproximadamente 150 personas se reunieron en Georgetown, y en Pasadena, California, donde se llevaron a cabo manifestaciones significativas.
A nivel internacional, las protestas también tuvieron lugar en ciudades europeas como Londres, Berlín y París. En la capital francesa, manifestantes frente a un concesionario Tesla portaron pancartas que decían: «Manden a Musk a Marte, ahora». Amy Neifeld, una psicóloga de 70 años, expresó su preocupación sobre el rumbo político del país, mencionando que «Musk está llevando a Estados Unidos hacia el ‘fascismo'». El te del movimiento «Tesla Takedown», que busca desafiar la influencia de Musk en el gobierno y sus políticas asociadas. A pesar de que la mayoría de las protestas fueron pacíficas, se registraron algunos incidentes de vandalismo contra vehículos Tesla, incluyendo daños por cócteles molotov y disparos en concesionarios de Las Vegas y Oregón.
En respuesta, la fiscal general Pam Bondi calificó estos actos como «terrorismo doméstico» y advirtió que los responsables enfrentarían severas consecuencias legales. Además, el presidente Trump expresó su apoyo a Musk y condenó los ataques, instando a una acción rápida contra los perpetradores