Historia de Elizabeth Flores Un científico de la Universidad de Harvard ha hecho una afirmación audaz que ha generado un gran revuelo en la comunidad científica y en los entusiastas de la vida extraterrestre. El profesor Avi Loeb asegura haber encontrado restos de una nave espacial alienígena en el fondo del Océano Pacífico, cerca de Nueva Guinea.
Loeb ha recuperado 50 pequeños fragmentos de hierro esférico que, según él, corresponden a la tecnología extraterrestre. El descubrimiento se vincula con el paso de una bola de fuego en enero de 2014, un meteoro observado por sensores del Departamento de Defensa de los Estados Unidos que rastrean objetos en la atmósfera terrestre.
El objeto en cuestión, conocido como CNEOS 20140108 o IM1, viajaba a una velocidad inusualmente alta y finalmente se estrelló en el Océano Pacífico Sur, cerca de Papúa Nueva Guinea. Loeb se interesó por este meteoro debido a su trayectoria y velocidad inusual y sugirió que podría tratarse de un meteoro interestelar.
Tras investigar la base de datos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, Loeb trazó la ruta de la trayectoria del IM1 y determinó que probablemente había caído en el Pacífico Sur. Con la ayuda de un poderoso imán, su equipo llevó a cabo una búsqueda en la zona y logró encontrar material que podría corresponder al meteoro interestelar.
El material recuperado consiste en esférulas metálicas de aproximadamente medio milímetro de diámetro cada una. Aunque estas esférulas no son pruebas definitivas de origen extraterrestre, estudios anteriores han encontrado muestras similares de origen espacial en el fondo marino.
Entre 1872 187676, la expedición HMS Challenger encontró gotas metálicas descritas como «esférulas cósmicas». Según Science Alert, estas gotas del espacio son esféricas debido a que se solidifican a partir de material fundido que es arrancado de la superficie de los meteoritos mientras atraviesan la atmósfera terrestre.
Loeb va más allá y sugiere que este material no solo es del espacio, sino del espacio interestelar, lo que lo convertiría en un hallazgo sin precedentes. Según él, podría ser la primera vez que los seres humanos tienen en sus manos material interestelar.
La afirmación del profesor Loeb ha generado un gran interés y debate en la comunidad científica. Mientras algunos expertos se muestran escépticos y consideran que se necesitan más pruebas, otros están entusiasmados con la posibilidad de que este hallazgo pueda proporcionar pistas sobre la existencia de vida extraterrestre y la tecnología avanzada de otras civilizaciones.
El descubrimiento de restos de una nave extraterrestre potencialmente abriría nuevas puertas en el campo de la astronomía y la astrobiología. Sin embargo, hasta que se realicen más investigaciones y se obtengan pruebas adicionales, esta afirmación seguirá siendo objeto de escrutinio y análisis por parte de la comunidad científica.
La existencia de vida extraterrestre no ha sido confirmada por ninguna autoridad, y aunque este descubrimiento plantea muchas preguntas interesantes, la incógnita sobre la presencia de seres extraterrestres en nuestro universo sigue sin resolverse.
Los avances científicos y las investigaciones en curso podrían algún día proporcionar respuestas definitivas a una de las preguntas más intrigantes de la humanidad: ¿estamos solos en el Universo?
Con información de Telediario