Por el Mtro. Salvador Echeagaray, académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)
En un debate en clase alguien preguntó: «¿A quién debemos hacer caso, a la ciencia, a la filosofía o, a la Biblia? Pues, al parecer se contradicen».
Alguien contestó que a la Biblia, otro que a la filosofía y los hubo quienes abogaron por la ciencia.
Cada quien dio sus razones.La respuesta que di fue: «A las tres hay que hacer caso».
El que preguntó hizo gesto de insatisfacción y expliqué.
1. Ciencia, filosofía y fe no deben contradecirse.
2. Si Dios creo todo lo que existe, toda explicación nos debe lleva a Él.
3. La Biblia no es un tratado de ciencia (como muchos lo esperan). Ésta, te da las verdades necesarias para salvarte.
4. En la Biblia, sin embargo, hay muchas verdades ya comprobadas por la ciencia. Como la redondez de la Tierra. En Isaías 40 se lee «Estás sentado sobre la esfera del mundo». Eso, se dijo, cientos de años antes de Cristo.
5. La filosofía se encarga de plantear las preguntas pertinentes, que con sus respuestas racionales, clarifican muchos misterios de nuestra vida y del universo que nos rodea.
6. La ciencia, por su parte, verifica experimentalmente esas indagatorias filosóficas y bíblicas.
Así que, si hay voluntad de encontrar la verdad de las cosas, cualquiera de las tres nos acerca a ella.
Pero, las tres, en su conjunto, nos clarifican casi todos los misterios universales pues, todo en el universo es orden. Si hay orden hay una inteligencia ordenadora. Ésta, no es otra, sino la inteligencia de Dios.