LA NACION
La tensión alcanzó un grado tan alto que las máximas autoridades de Red Bull decidieron que debían poner fin a la historia. Día tras día apareció un nuevo conflicto alrededor del jefe de la escudería, Christian Horner, perjudicado además por las incendiarias declaraciones de Jos Verstappen, el padre del tricampeón del mundo, y es por eso que desde el búnker de Milton Keynes entendieron que era tiempo de poner paños fríos. En las últimas horas, incluso, se supo que hubo una reunión en Dubai entre Horner y el manager de Verstappen para tratar de frenar el escándalo que se desencadenó antes del arranque de la temporada 2024 de la Formula 1 y se multiplicó tras la primera jornada en Bahrein.
Si bien Red Bull se revolucionó por las acusaciones que recayeron sobre Horner por “comportamiento inadecuado” con una empleada, la resolución del caso a favor del jefe de equipo de la escudería no resultó el punto final que esperaban todos para frenar los escándalos. La posterior filtración de las supuestas pruebas del caso, apenas unas horas después de la sentencia de la investigación independiente que encargó la compañía, agitó las aguas nuevamente.
Y el que entró en escena fue Jos Verstappen, el padre de Max, que directamente aseguró que si Horner continúa en el cargo nada podrá volver a estar en calma. Tanto revuelo se armó que The Sun publicó un video de ambos en Bahrein en una charla que se advierte acalorada y hasta circularon versiones que los Verstappen habrían comenzado conversaciones con Toto Wolff porque podrían dar el salto a Mercedes. Si bien el campeón del mundo tiene contrato hasta 2028 con Red Bull, los medios especializados aseguran que el neerlandés tiene una cláusula de salida que podría acelerar esta alternativa.
Encendió la mecha Jos Verstappen con declaraciones a Daily Mail que expusieron las diferencias: “ El equipo corre peligro de desintegrarse. No puede seguir como está. Explotará. Se está haciendo la víctima, cuando es él quien causa los problemas”. En respuesta a los comentarios de Verstappen, un portavoz de Red Bull dijo: “Aquí no hay problemas. El equipo está unido y estamos centrados en competir ”.
Incluso, el propio Horner, sin referirse directamente a estas declaraciones de Verstappen padre, declaró: “No haré comentarios sobre especulaciones anónimas, pero repito que siempre he negado las acusaciones. Respeté la integridad de la investigación independiente y cooperé plenamente con ella en cada paso del camino”.
Ante este escenario, Horner parece determinado a ponerle fin a todas las especulaciones y también a la tensión que hay en la escudería. Según The Guardian el jefe de equipo de Red Bull se reunió en Dubai con Raymond Vermeulen, el manager de Verstappen. En la reunión no estuvo ni el campeón ni su padre, pero parece que las conversaciones resultaron positivas.
En ese encuentro no sólo estuvieron presentes los dos, sino que también se presentaron altos cargos de Red Bull, que aparecieron ahora en escena para intentar frenar los rumores de la crisis interna. Incluso, algunos medios europeos aseguran que fue exigida por las autoridades más altas de la escudería. En las próximas horas se podrá determinar si verdaderamente se terminó el escándalo con esta “ charla de paz ”, ya que este jueves comenzarán los entrenamientos libres del Gran Premio de Arabia Saudita y los ojos del mundo del automovilismo estarán puestos sobre el equipo austríaco.