Las tensiones entre China e India a lo largo de su frontera con el Himalaya continúan a fuego lento, y los expertos dicen que los planes de China para desviar dos ríos trans-Himalayos que sostienen a millones en las regiones río abajo en India, Pakistán y Bangladesh podrían aumentar las preocupaciones cada vez más crecientes de India. Establecer un “marco multilateral internacional” para hacer frente a los planes de China debe ser algo que India debe hacer, dicen.
Se trata de dos ríos caudalosos, el Brahmaputra y el Indo, que se originan en el Tíbet. El Indo atraviesa el noroeste de India hasta Pakistán, mientras que el Brahmaputra atraviesa el noreste de India hasta Bangladesh. Ambos se encuentran entre los ríos más largos y grandes del mundo. La India recibe su nombre del Indo, y la palabra hindú proviene de él. El río es sagrado para los hindúes de la India y es fundamental para el desarrollo de la población de India.
Durante muchos años, China ha tenido planes de desviar el Brahmaputra, llamado Yarlung Zangbo en el Tíbet. También lleva mucho tiempo con intenciones de desviar el Indo, desde su lugar de origen a las regiones áridas de la Región Autónoma de Xinjiang, en China. Ambos ríos fluyen desde la meseta tibetana hacia dos estados indios que comparten disputas fronterizas con China.
El Indo recorre el estado de Ladakh, liderado por el gobierno federal, lugar donde ocurre el actual conflicto con China desde mayo. El Yarlung Zangbo desemboca en Arunachal Pradesh, un estado de la India que también comparte frontera con Bután y que China reclama como su territorio.
“El actual proyecto propone desviar el agua del Yarlung Tsangpo del sur del Tíbet mediante la perforación de un túnel de 1000 km a través del ‘tercer polo’ del mundo o la ‘torre de agua de Asia’, meseta tibetana que se derrite con el permafrost y que se reduce con los glaciares, hacia el árido Taklamakan [un desierto en el suroeste de Xinjiang]”, le dijo a The Epoch Times el Dr. Burzine Waghmar, del SOAS South Asia Institute, en Londres, por correo electrónico.
Waghmar dijo que el plan para desviar al Yarlung Zangbo, del Tíbet a Xinjiang, fue planteado inicialmente por la dinastía Qing en el siglo XIX, pero el enorme costo del proyecto y los desafíos de ingeniería, así como el estatus internacional del río, hicieron que el proyecto nunca despegara.
Sin embargo, dijo que, en los últimos años, la administración china está tratando de reactivar el proyecto y que actualmente se está llevando a cabo una prueba en la provincia de Yunnan, donde se están perforando túneles con las técnicas de ingeniería, tecnología y equipos que luego se replicarán en Xinjiang. La construcción del túnel de Yunnan de 373 millas (600 kilómetros) y 60 secciones comenzó en agosto de 2017.
“El proyecto de desviación de agua en el centro de Yunnan es un proyecto de demostración”, dijo al South China Morning Post, Zhang Chuanqing, investigador del Instituto de Mecánica de Rocas y Suelos de la Academia China de Ciencias en Wuhan, provincia de Hubei.
“Es para demostrar que tenemos el cerebro, los músculos y las herramientas para construir túneles superlargos en terrenos peligrosos, y el costo no es un desastre”, dijo Chuanqing sobre el proyecto de USD 11,700 millones (78,000 millones de yuanes).
El temor a estos proyectos de desvío aumenta por el hecho de que China ya ha bloqueado el flujo de un afluente tibetano del Yarlung Zangbo, llamado río Xiabuqu, para su proyecto Lalho Hydrel, informó el Economic Times.
“Más recientemente, tras los enfrentamientos fronterizos entre India y China en el valle de Galwan desde mayo, China bloqueó el flujo del río Galwan, un afluente del Indo que se origina en el área de Aksai Chin controlada por China, alterando así el curso natural del río para evitar que ingrese a la India”, dijeron Ameya Pratap Singh y Urvi Tembey en un análisis publicado en el Instituto Lowy, el 23 de julio.
El famoso tibetólogo nacido en Francia, Claude Arpi, había escrito anteriormente en su blog un artículo de investigación sobre las propuestas chinas para desviar el Indo antes de que ingrese a Ladakh.
“Los ‘investigadores’ proponen añadir un segmento suroccidental a la Ruta de Desvío Occidental (aún no iniciada), que es la tercera parte del Proyecto de Desvío de Agua de Sur a Norte. Esto supondría la desviación de las aguas del río Indo en el Tíbet occidental (antes de que entre en Ladakh) hacia la cuenca del Tarim en Xinjiang”, dijo Arpi citando varias fuentes chinas.
El medio estatal chino The Global Times había informado anteriormente que 20 académicos chinos se reunieron en Urumqi, la capital de Xinjiang, en julio de 2017, para discutir el desvío de ríos del Tíbet a Xinjiang.
‘Convertir Xinjiang en California’
El plan de China para desviar Yarlung Zangbo consiste en construir el túnel más largo del mundo, una propuesta de 621 millas (1000 kilómetros) que llevaría agua desde la alta meseta tibetana a Xinjiang e involucraría múltiples secciones y cascadas. Un ingeniero geotécnico chino del proyecto dijo que “convertiría Xinjiang en California”, según un documento de Naseer Ahmed y Xiangzhou publicado en la 22° Asamblea General de la Unión Europea de Geociencias, en mayo de este año.
El Dr. Satoru Nagao, un becario visitante del Instituto Hudson, con sede en Washington D.C., le dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que a medida que el desarrollo en China se desplaza de las ciudades saturadas del este a las regiones de gran altitud y terreno accidentado o árido sin explotar, en el Tíbet y Xinjiang, el desvío de los ríos y los proyectos hidroeléctricos se integrarán en el desarrollo económico y estratégico de China.
“Por lo tanto, para el gobierno chino, el desarrollo en el lado occidental es vital para el lado oriental. Esa es la razón por la que, si China quiere desarrollar la zona de Xinjiang, necesita encontrar agua allí. Si no hay suficiente agua, China necesita traer agua del Tíbet”, dijo Nagao y agregó que estos proyectos también son esenciales para el desarrollo de los recursos agrícolas y minerales de China.
El proyecto de desvío Tíbet-Xinjiang, que exige 1000 millones de RMB (aproximadamente USD 147 millones) por kilómetro de túnel, generaría entre 10,000 y 15,000 millones de toneladas de agua cada año. Se prevé que el proyecto “resolverá el problema del agua, los alimentos y la sequía en el país”, dijeron Ahmed y Xiangzhou de la Escuela de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Tecnológica de Dalian, China.
La primera etapa del proyecto (pdf) construirá 29 reservorios con una capacidad de 21,800 millones de metros cúbicos de agua para Xinjiang. Ahmed y Xiangzhou dijeron que India y Bangladesh se encuentran en la región afectada negativamente. La desviación “perturbará la biodiversidad” y “aumentará las posibilidades de terremotos e inundaciones”.
Waghmar destacó el impacto devastador de tales proyectos en la historia.
“La completa desecación del lago salado de Lopnor que, desde la era Qing, fue desviado deliberadamente, al igual que la desviación de los ríos Tarim y Kongque, tras alimentarse de los acuíferos de los oasis y de las escorrentías de las colinas, formó lechos fluviales secos, la desertificación progresiva y la destrucción de los tamariscos estabilizadores de la arena que, de otro modo, contenían la erosión”, dijo.
“Como en el Uzbekistán soviético, los comunistas obsesionados con la producción de algodón en Xinjiang revelan claramente cómo las políticas agrarias socialistas radicales han dañado el medio ambiente para siempre”, dijo.
¿Por qué India debería preocuparse?
Waghmar dijo que se espera que el drenaje del Yarlung Tsangpo ocurra desde el condado de Sangri, cerca de la disputada frontera india junto con el estado de Sikkim y que no existen tratados de agua entre China e India o Bangladesh, donde el río finalmente se une al mar de la Bahía de Bengala.
Los soldados indios y chinos habían intercambiado golpes físicos a principios de mayo en el noreste de Sikkim y tuvieron un grave conflicto en la región en 2017, cuando China intentó extender una carretera a través de Doklam, una meseta entre Bután, India y China que Bután administra, pero China reclama.
Las autoridades de Bután buscaron el apoyo del ejército indio y el enfrentamiento al otro lado de la frontera provocó tensiones de 73 días entre los dos ejércitos.
Después de semanas de negociaciones, ambos países retiraron sus tropas, pero desde entonces los chinos han comenzado a construir una infraestructura masiva en la región.
El 15 de junio tuvo lugar un violento enfrentamiento en Galwan, Ladakh. Murieron 20 soldados indios y un número indeterminado de soldados chinos. Desde entonces, las dos partes se han disputado una posición estratégica y han acumulado masivamente sus fuerzas en el área.
“Y como han dejado en claro los recientes enfrentamientos en la frontera entre China e India, India necesita evaluar cómo China podría ‘convertir en arma’ su ventaja sobre esos países aguas abajo. El control de estos ríos le da a China un control efectivo sobre la economía de la India”, dijeron Singh y Tembey.
Nagao dijo que el proyecto de desviación del río tiene una relevancia estratégica y que las preocupaciones de la India deben intensificarse después del incidente de Galwan.
Dijo que, si China desvía ríos en estas áreas sensibles, también desplegará el ejército para proteger el desvío, y cualquier acumulación militar causaría más preocupaciones a India.
“Este escenario de pesadilla ya ha comenzado. Debido a que China necesita más agua para desarrollarse, ha iniciado planes para desviar el flujo del río. Cuanto más China desarrolle en el Tíbet, más tropas chinas se desplegarán para asegurar estos recursos hídricos. Como resultado, las actividades militares de China en la frontera entre India y China (alrededor del Tíbet) aumentarán”, dijo Nagao.
Nagao señaló que el conflicto actual comenzó en respuesta al despliegue de infraestructura de China en la frontera. India comenzó a construir una carretera y esta se convirtió en la causa del estancamiento actual.
“India ha intentado ponerse al día desplegando fuerzas y construyendo infraestructura. Finalmente, China trató de evitar que India desarrollara carreteras, entraron intencionalmente en el lado indio y se enfrentaron en Galwan”, dijo.
Waghmar dijo que desviar las aguas del Yarlung Tsangpo, que comparte su origen con el Indo, también afectará negativamente a Pakistán debido a que el río fluye a través de Gilgit-Baltistán hacia la zona agrícola más importante de esa nación, Punjab.
Nagao dijo que la respuesta de la India al proyecto de desviación del río debería consistir en dos formas diferentes. Para evitar las incursiones chinas en la frontera, India debería fortalecer su capacidad de defensa y debería incrementar la coordinación con Estados Unidos, Japón y Australia.
“Para asegurar los recursos hídricos, India debe establecer un marco multilateral internacional para decidir la participación de los recursos hídricos”, dijo Nagao y agregó que un marco bilateral para compartir el agua con China no será efectivo.
“En este caso, India debería invitar a Estados Unidos, Japón y Australia a contrarrestar el equilibrio de poder en ese marco si es posible”, dijo.
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