Las ruinas, cuya área central cubre 14.3 kilómetros cuadrados en el noroeste de Hangzhou, se consideran una representación importante de la civilización urbana primitiva, con la agricultura de cultivo de arroz como la base económica.
El sitio del patrimonio incluye ruinas de la ciudad con restos de palacio y altar, 11 represas en etapas tempranas y sitios de cementerios de alto nivel. Se pensaba que la civilización neolítica duraría unos 1.000 años hasta hace 4.300 años, según la investigación de los arqueólogos.
El sitio también es conocido por su abundancia de jade ceremonial, que muestra un sistema ritual complicado e indica un reino con una autoridad combinada de la deidad y la realeza.
Las ruinas arqueológicas de la ciudad de Liangzhu proporcionan evidencia profunda y convincente de que la civilización china comenzó hace 5.000 años, 1.000 años antes de lo que se pensaba, según Colin Renfrew, profesor retirado de arqueología en la Universidad de Cambridge y miembro de la Academia Británica, citó el canal de televisión chino CGTN.
El Comité del Patrimonio Mundial agregó a Liangzhu a la lista de la UNESCO para fomentar una mejor protección y preservación del sitio, que se considera de «valor universal excepcional» para la humanidad.
China cuenta ahora con un total de 55 sitios en la lista del Patrimonio Mundial, la mayor cantidad en el mundo.