Son sensuales, exitosas, bellas y exhiben una vida llena de lujos y comodidades. Atesoran miles de seguidores en las redes sociales
Chicas sexys digitales
Georgina Loga @Gigi.Loveh
Georgina Loga es una hermosa joven de 19 años. Vive en Barcelona (España), estudia psicología, trabaja como modelo y tiene un novio guapo con quien viaja constantemente. En Instagram muestra su vida opulenta y relajada a sus más de 19 mil seguidores pero hay un pequeño detalle que desentona: ella no es real.
@Gigi.Loveh es uno de los cientos de avatares que inundan las redes sociales, con su belleza perfecta y una vida inspiradora. Sus fotos irradian tanta sensualidad, que llega a opacar los guiños publicitarios que exhibe, como ropa y accesorios de marca, hoteles de lujo, gimnasios, entrenadores personales, estilistas y mucho más.
La cuenta de Georgina tiene como fecha de inicio el 20 de mayo de 2015. Tres años en los que la chica solo posteó 252 noticias y aunque periódicamente repite poses, vestimentas y locaciones, sus seguidores siguen aumentando, ciegos por su belleza.
Robot influencer digital que revolucionó el Instagram
Lil Miquela @lilmiquela
Lil Miquela es una influencer de 19 años que arrasa en Instagram donde agrupa a más de 1,6 millones de seguidores. Allí comparte fotos con sus amigos, hace ejercicio, posa con diferentes looks o cuando se hace un tatuaje.
Hasta aquí todo normal, pero lo cierto es que Lil Miquela no es humana sino un robot. Su personaje y su Instagram, @lilmiquela, datan de 2016. En la red social coloca imágenes de sus paseos por Los Ángeles, los eventos e inauguraciones a los que asiste y sus momentos de diversión con amigos, quienes por cierto, también son robots.
Lil Miquela reconoce que no es real y admitió que no lo sabía hasta que le hakearon su cuenta de Instagram.
Publica también canciones, tiene un video en YouTube y su éxito en las redes le permitió colaborar con marcas como Prada, Nike, Diesel, y recientemente con Samsung Mobile, entre otras muchas. En algunos post se ve tan real que confunde a muchos de sus seguidores.
Antes de develar su secreto, la cuenta de Lil Miquela fue hakeada por Bermuda, otra estrella robot de Instagram, para obligar a Miquela a revelar a través de un post que no es humana y que fue creada por Brud, una start up de Los Ángeles.
La primera supermodelo digital
Shudu @shudu.gram
Shudu es una creación del fotógrafo de moda Cameron-James Wilson. Esta top se define en su cuenta de Instagram @shudu.gram, donde reúne más de 148 mil fanáticos, como «la primera supermodelo digital del mundo».
La modelo se hizo popular cuando la línea de cosméticos Fenty Beauty, de Rihanna, compartió en su cuenta una de sus publicaciones. En el post se veía a Shudu usando la barra de labios Mattemoiselle, una de las más demandadas de la marca.
De piel negra y cuerpo escultural, «Shudu está basada en una Barbie que me encantaba y que se llamaba Princesa de Sudáfrica. También me inspiré en modelos con las que crecí», asegura su creador.
Mujeres como Grace Jones o Alek Wek, que rompieron el molde y le mostraron al mundo que hay otro tipo de belleza más allá de los estándares occidentales de pelo rubio y ojos azules, añadió Cameron-James Wilson.
Kizuna Ai
Kizuna Ai es una joven japonesa que tiene una audiencia en YouTube de más de dos millones seiscientos mil suscriptores. Su voz es la de un humano, pero su imagen es una caricatura digital de estilo anime. Está dentro de la lista de las las chicas sexys robots.
Ella es parte de una tendencia emergente en la que avatares 3D y no humanos, se convierten en celebridades en YouTube, con miles de fieles fanáticos y jugosos contratos publicitarios.
Son tan populares que una compañía invirtió decenas de millones en «talento virtual» y se crearon agencias de talento para administrar estos avatares. Sin embargo, este movimiento podría cambiar la forma en que las marcas comercializan sus productos y la forma en que la humanidad interactúa con la tecnología.
Chicas sexys robots, una nueva industria
Gree, uno de los mayores desarrolladores de aplicaciones móviles de Japón, planea invertir 10 mil millones de yenes (US$ 88 millones de dólares) durante los próximos dos años para desarrollar talento virtual, crear más oportunidades de transmisión en vivo, crear estudios de filmación y animación y brindar recursos a los creadores.
«Aunque el talento virtual actualmente es solo un área de entretenimiento, creemos que avatares 3D atractivos y sus actividades en mundos virtuales, llevarán a las personas a la siguiente etapa de Internet», dice el portavoz de la empresa, Kensuke Sugiyama.
Además, Kao, una compañía japonesa de cosméticos y productos químicos, contrató a la VTuber Tsukino Mito para que apareciera en la pantalla inteligente de una lavadora durante un evento en vivo en Tokio y le ayudara a vender detergente para la ropa.
Así, las chicas sexys robots, influencers, YouTubers y Vloggers, son más que un avance tecnológico, representan la debilidad humana por lo bello, por lo perfecto, por el lujo, el éxito y la opulencia. En verdad, para muchos es una expresión que da miedo.