Chaplin, actor, humorista, compositor, productor, guionista, director, escritor y editor inglés, quien adquirió gran popularidad en el cine mudo gracias a las múltiples películas que realizó con su personaje «Charlot», es el personaje de la semana de quien se comparten algunos datos biográficos.
Charles Spencer Chaplin, por su nombre completo, nació el 16 de abril de 1889 en uno de los barrios más pobres de Londres, vino al mundo en el seno de una familia de artistas de variedades, por lo que desde niño actuó en musicales y pantomimas, sin imaginar que alcanzaría la fama con sus filmes mudos y pasaría a formar parte de la historia del cine.
En 1910 viajó a Estados Unidos en una gira con la compañía para la que trabajaba, y se estableció en ese país de manera definitiva dos años después.
Apareció por primera vez en la pantalla grande en 1913, en película de la Keystone, de Mack Sennett; pero fue en Carreras de autos para niños (o Carreras sofocantes, 1914) que interpretó por primera vez el papel del vagabundo «Charlot».
Este personaje trascendió ataviado con unos anchísimos pantalones, enormes zapatos, bombín y bastón de bambú, toda vez que lo representó en más de 70 películas.
Su creación del pequeño vagabundo «Charlot», es un símbolo universal de la individualidad indestructible, triunfante contra la adversidad y la persecución, tanto humana como mecánica, mismo que le dio fama mundial como comediante y actor dramático.
Chaplin perfeccionó un estilo personal de interpretación, derivado del payaso de circo y del mimo, al combinar la elegancia acrobática, la expresividad del gesto y la elocuencia facial, con un sentido del ritmo impecable.
Dado su éxito, en 1915 se asoció con la compañía Essanay, después con la Mutual y con la First National, hasta tener sus propios estudios en Hollywood, en 1918.
Un año después, junto con Mary Pickford, Douglas Fairbanks y D.W. Griffith, fundó la United Artists Corporation, en la que siguió hasta 1952.
Durante esos años de cortometrajes desarrolló de forma paulatina su peculiar personaje, tras la famosa producción de El vagabundo (o Charlot vagabundo, 1915).
Nunca separó el estereotipo del payaso travieso de la figura humana y compasiva que llega a impactar en los espectadores de todo el mundo.
Todas sus películas más renombradas marcaron récords sucesivos de taquilla, no obstante a que algunas se realizaron durante la época del cine sonoro, mismo que a su llegada, a finales de la década de los 20 del siglo pasado, no perjudicó la efectividad de su pantomima, de la que dependía en gran parte su creación.
Al mismo tiempo, comenzó a manifestar su preocupación por los problemas sociales de su época, y luego abandonó el papel del vagabundo para hacer personajes específicos, una transición que marcó El gran dictador (1940), en la que ya usó plenamente los recursos del cine sonoro.
A esta producciones fílmicas le siguieron otras de gran importancia como Monsieur Verdoux (1947) -en la que apareció por última vez su personaje de «Charlot»-; Candilejas (1952) y Un rey en Nueva York (1957).
Aparte dirigió, sin protagonizarlas, Una mujer de París (1923) y La condesa de Hong Kong (1966), filme en el que hizo un pequeño papel. Asimismo, compuso la música de la mayoría de sus trabajos cinematográficos.
El enfoque «chapliniano» combinó la sátira y el patetismo melodramático, bajo los que latió el amor a la humanidad y a la libertad individual.
A Chaplin también le gustó escribir y de esta actividad surgieron dos libros: Mi autobiografía (1964) y Mi vida en el cine (1975).
Pero no todo fue gloria para el realizador, ya que a finales de la década de los 40 y principios de los 50 sufrió la persecución del «McCarthysmo» o «caza de brujas» por su pensamiento político de izquierda, lo cual lo obligó a abandonar Estados Unidos en 1952 y establecerse en Suiza.
En 1972 hizo un breve viaje a la Unión Americana para recibir varios premios, entre ellos un Oscar honorífico por su contribución a la cinematografía.
La salud del anciano actor comenzó a disminuir desde mediados de la década de 1960, cuando finalizó la filmación de Una condesa de Hong Kong, posteriormente, se le diagnosticó demencia senil, una enfermedad degenerativa que le causó diversas complicaciones visuales, motoras y de comunicación; también padecía asma.
Chaplin, quien en 1975 fue nombrado Sir en su tierra natal y en alguna ocasión expresó: «Yo no soy un político; creo en la libertad. Esa es toda mi política», murió el 25 de diciembre de 1977, en Corsier-Sur-Vevey, Suiza.
Chaplin perfeccionó un estilo personal de interpretación, derivado del payaso de circo y del mimo, al combinar la elegancia acrobática, la expresividad del gesto y la elocuencia facial, con un sentido del ritmo impecable. (ESPECIAL)