En México alarman las granizadas, mientras en Europa y Alaska hay alerta por altas temperaturas e incendios
Mientras en México caen granizadas atípicas, en Alaska hay alerta y muertes en Europa por las altas temperaturas, lo que obligó a la ONU a emitir una advertencia de que el cambio climático podría terminar con 80 millones de empleos para 2030.
Ayer, intensa lluvia y granizada sorprendió a los habitantes de San Miguel de Allende, donde las calles se convirtieron en ríos que arrastraban enormes bloques de hielo. Colonias como Las Huertas y Azteca se vieron afectadas, así como la calle Canal; por esta última se vio pasar las fotos de Rostros de nuestra gente, muestra que se exhibía en la calle San Francisco, y se fueron al arroyo de las Cachinches, sin que se conozca su paradero.
Un día antes, la Zona Metropolitana de Guadalajara registró más de un metro de altura de granizo, mismo que hasta ayer todavía era retirado de las calles. Las pérdidas materiales no han sido cuantificadas. En tan sólo unos minutos el agua y el hielo dejaron cuantiosas pérdidas de muebles electrodomésticos y mercancías en 457 fincas, entre casas y negocios, de ocho colonias ubicadas en los límites de Guadalajara.
Por otro lado, la ola de calor de Alaska provoca incendios forestales y derrite glaciares, asfixiando a las ciudades más grandes del estado con humos y llenando los ríos de agua derretida.
En Anchorage, donde vive alrededor del 40 por ciento de los habitantes de Alaska, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso sobre un humo denso, advirtiendo no realizar actividades prolongadas al aire libre, junto con avisos para que ancianos y enfermos se quedara en sus casas.
Mientras que en Polonia y Lituania, cerca de 150 personas murieron ahogadas durante junio en ríos, lagos y el mar, donde las temperaturas batieron récords de calor, anunciaron las autoridades de estos dos países vecinos. Por otro lado, en México han azotado granizadas históricas en los estados de Jalisco y Guanajuato.
La Organización Internacional del Trabajo de la ONU advirtió ayer que con el cambio climático, el aumento del estrés térmico en la agricultura y otros sectores industriales conllevará previsiblemente una pérdida de la productividad equivalente a 80 millones de empleos para 2030.
En un nuevo informe, la OIT considera que para entonces, el 2.2 por ciento del total de las horas trabajadas en el mundo podrían perderse a causa de las altas temperaturas, según proyecciones basadas en un alza de la temperatura mundial de 1.5 oC, para final de siglo.
El impacto será mayor en el sur de Asia y en África del Oeste, donde alrededor del 5 por ciento de las horas trabajadas podrían perderse para 2030, subrayan los autores del informe «Trabajar en un planeta más caliente: El impacto del estrés térmico en la productividad laboral y en el trabajo decente».
En total, las pérdidas económicas representarían unos 2.4 billones de dólares a escala mundial.