Nacho Albarrán Caroline Garcia hizo historia este domingo en Cincinnati al convertirse en la primera tenista campeona de un WTA 1.000 desde la previa. Ocho partidos, 20 sets y casi 15 horas en pista en nueve días, que culminaron con uno de los triunfos más importantes de la carrera de la francesa de 28 años, el más especial por su dificultad. Además, en la final pudo (6-2 y 6-4) con una superclase, Petra Kvitova, ganadora de 29 títulos, dos en Wimbledon, y que jugaba su 40º partido con un título en juego. “Es difícil de creer lo que ha pasado estos días aquí”, dijo en la entrega de trofeos, al levantar el tercero para ella en la categoría cinco años después (en 2017 ganó los de Wuhan y Shanghái).
Por el camino, Caroline había eliminado a tres top-10 (Sakkari (4ª), Pegula (7ª) y Sabalenka (6ª)). No es casualidad, porque desde junio, acumula más victorias que nadie (27) y es cuarta en la totalidad del curso con 33. Su desempeñó le ha llevado al éxito en estos tres últimos meses, con otros dos títulos, en Bad Homburg (hierba) y Varsovia (tierra). Ante Kvitova, que a sus 32 años acusó algunos problemas físicos que la obligaron a pedir tiempo muerto médico al principio de la segunda manga, Garcia hizo valer una de los aspectos de su tenis que más réditos le ha dado este año, los saques directos.
Durante el partido sumó 11 y es líder de la temporada con 286. Es una jugadora con un tren superior potente y su servicio, más que fuerte, lo ejecuta con una colocación y un efecto que se le atraganta a sus rivales. De esa manera, gana muchos puntos con primeros (41/50 ante la checa) y minimiza las dificultades que tiene cuando empieza el tanto con segundos (8/27).
De nuevo en el top-20
“Mis padres siempre me han apoyado a mí y a mi estilo de juego, sin importar lo que dijeran los demás”, explicó Caroline, que aún tiene el cara a cara desfavorable con Kvitova (5-4 ahora para Petra). No entró por poco en el cuadro principal de Cincinnati, porque se cerró antes de que subiera al puesto 35 que ocupaba hasta este lunes, día en el que saldrá ya en el top-20 (17ª). El pasado 20 de junio era la 75ª del mundo, después de haber sido la 4ª en septiembre de 2018, antes de entrar en una crisis de resultados que le ocasionó incluso amenazas de apostadores y que ha dejado atrás campaña. Ahora aprovecha su oportunidad en el tenis WTA, más abierto e impredecible que nunca.
Resultados del WTA 1.000 de Cincinnati