Carcass hoy en Chihuahua; realizan una gira por México
Eduardo Arredondo Delgado
En la época gloriosa de los titanes del heavy metal- cuando Iron Maiden y Judas Priest cautivaron-, el germen del death metal estaba en ciernes.
Unos adolescentes, fanáticos de las enfermedades necróticas, se formaron en Liverpool (lugar obligado para entender el desarrollo de The Beatles) y se hicieron llamar Carcass.
Hubo especulaciones extrañas y los consideraron médicos, doctores en medicina forense por sus alusivos nombres de piezas desgarradoras, ruidosas, infecciosas y que jugando al galeno impondrían un estilo propio, que sería copiado y hasta plagiado. Era ruido y gore, entonces surgió algo como un subgénero plagado de sangre, muerte, ruido y escatología.
Así como el asesino serial, (nacido en El Paso, Texas e hijo de un expolicía de Ciudad Juárez) Richard Ramírez alias el “Night Staker” (por lo menos contabilizados 14 asesinatos) se inspiró en Ac/ Dc para sus brutales crímenes. La Mataviejitas (Juana Barraza) incluso pudiese haberse inspirado en Carcass o bien podría ser un score, una banda sonora de alguna epifanía de un personaje cautivo en uno de los círculos infernales en el seno de la infatigable Divina Comedia, obra maestra de la literatura.
Más de treinta años después ya consolidados Carcass está de vuelta en tierras mexicanas y esta noche de 22 de noviembre actuarán en el salón Pistoleros, como parte de esta gira (diez fechas) por el interior del país.
Ante todo, la banda se mantuvo, y con cambios en la alineación, se mantuvieron incólume la base fundamental: Steer y Walker de cuya potencia Carcass hace uso de su creatividad y experiencia. Ya sin innovar, pero dando continuidad a una carrera de promesas y construcciones sonoras en medio de una camada de jóvenes bandas a las que influyeron mayormente.
Carcass regresó de un hiato largo y fue con Surgical Steel (2013), cuando regresaron con su estilo acorde a los tiempos, pero con una producción más refinada y acompañaron a Iron Maiden en una gira que incluso tocó en tierras aztecas. Y de ahí en adelante bajo esa producción giraron por algunos años hasta que decidieron grabar, Torn Arteries (2021).
Comprometidos en explorar los confines del death metal melódico, cuyo nombre es algo que nunca imaginaran por el ruido causado hoy están en otro nivel, sin tanto folklor tóxico de los medios de comunicación que se regodean con los países de primer mundo y sus bandas, algunas surgidas de la publicidad y de las manos del dinero impune, como ocurrió con la caída del imperio de EMI.
Tal vez Heatwork, sea uno de sus trabajos más significativos de su carrera no obstante que los puristas los atacaron de venderse al mejor postor, luego de haber firmado efímeramente con el sello discográfico, Sony records y una cubierta del maestro suizo (extinto), H. R. Giger.
Cretacea, grupo local revelación, abre el concierto.