El calentamiento global estuvo relacionado con la gran extinción de la vida animal en la Tierra, que acabó con el 90 por ciento de la vida hace 252 millones de años en el período Pérmico-Triásico.
Según un reciente estudio publicado en la revista Science Advances y liderado por la Universidad Estatal de Arizona, el aumento de las temperaturas ha sido vinculado a la anoxia (ausencia de oxígeno) oceánica y a la posterior extinción masiva.
La mayor catástrofe para la vida sobre la Tierra coincidió con pulsos de ausencia de oxígeno en los océanos, impulsados por los cambios en la circulación oceánica y los niveles de nutrientes.
Un equipo liderado por la Universidad Estatal de Arizona abordó las causas de esta gran extinción con un enfoque nuevo y más eficiente.
Al estudiar las variaciones de los isótopos de uranio registrados en carbonatos, el equipo pudo inferir la anoxia global que se produce en todo el océano utilizando muestras de un solo afloramiento.
Estos sedimentos, recogidos en el Irán actual, se depositaron hace 252-246 millones de años en un océano tropical relativamente poco profundo cerca del ecuador.
Las variaciones resultantes de los isótopos de uranio dieron al equipo las respuestas que estaban buscando, con un vínculo entre la extinción masiva, anoxia oceánica y cambio climático.
«Este hallazgo proporciona información importante sobre los patrones del cambio ambiental oceánico y sus causas subyacentes, que en última instancia se relacionaron con el calentamiento climático», afirma su autor principal del estudio, Feifei Zhang.
El descubrimiento de este equipo también llama la atención sobre los posibles efectos del cambio climático actual, ya que el calentamiento global fue el principal impulsor de la anoxia marina en el período Triásico Inferior.
«Una de las cosas más interesantes y preocupantes sobre la extinción del Pérmico-Triásico es cuán similares son esos eventos a lo que está sucediendo hoy», indica el coautor del estudio, Stephen Romaniello.
«Similar a lo que sucedió durante el período Pérmico, los océanos modernos de la Tierra están enfrentando un calentamiento climático rápido y flujos mejorados de nutrientes», añade.
De hecho, los científicos descubrieron más de 400 zonas muertas marinas en los océanos modernos. En su mayoría están vinculados a flujos elevados de nutrientes en las zonas costeras, y es probable que el calentamiento global haga que estas zonas se expandan dramáticamente en el futuro.
«Nuestro trabajo muestra que si continuamos en nuestro curso actual, hay una buena posibilidad de que el agotamiento del oxígeno exacerbe los desafíos que enfrentan los organismos marinos», concluye Thomas Algeo, también coautor del estudio.
El descubrimiento de este equipo también llama la atención sobre los posibles efectos del cambio climático actual. (ARCHIVO)