Amaya Rubio Herreros
Blanca Suelves y Joaquín Güell han roto. Tras casi tres años de discreta relación, la pareja habría decidido tomar caminos por separado, según fuentes cercanas citadas por El Mundo. La exmodelo y el financiero, ambos de 56 años, no se han pronunciado al respecto, pero, como recoge el citado diario, el final de su historia podría deberse a un desgaste propio de la relación y «no por terceras personas».
A pesar de los momentos compartidos y de la conexión que había entre ellos, la relación no ha prosperado, y la ruptura ha sido de manera amistosa, según dichas fuentes. Este inesperado desenlace marca el cierre de una historia que comenzó como una amistad para convertirse en algo más. Cabe recordar que la relación entre Blanca y Joaquín comenzó a hacerse pública en 2022, aunque eran amigos de toda la vida debido a los círculos sociales que ambos frecuentaban. Tal y como pudimos ver en exclusiva en las páginas de ¡HOLA!, los dos amigos fueron captados compartiendo una tarde de cine y cena. En aquellos momentos, Blanca acababa de separarse de su marido, Ioannes Osorio, tras 25 años de matrimonio y dos hijos en común. Fue una etapa difícil para ella, en la que la familia y los amigos se convirtieron en su gran apoyo.
Uno de ellos fue Joaquín Güell, financiero y director de un fondo de inversión. Ambos compartían aficiones como el golf y el cine, y su relación fue consolidándose con el tiempo. Poco a poco, la amistad dio paso al amor, y a lo largo de 2022 y 2023 fueron vistos juntos en distintos eventos, desde torneos deportivos, como el de Sotogrande, hasta reuniones sociales. De hecho, se les pudo ver junto en el 50 cumpleaños de Inés Sastre o en el funeral de Fernando Gómez-Acebo, el de su hermano, Juan Gómez-Acebo, así como en el del empresario Juan Miguel Villar Mir. Y, aunque siempre llevaron su relación con naturalidad, prefirieron mantener un perfil bajo. Ahora que han puesto fin a su historia, inician una nueva etapa en sus vidas, eso sí, por separado. Pero, ¿se verá afectada su amistad? El tiempo lo dirá.
Antes de salir con Blanca Suelves, Joaco, como es conocido cariñosamente Joaquín Güell, había estado casado durante 17 años con la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, con la que tiene dos hijas en común. También mantuvo un sonado romance con la televisiva Susanna Griso, cuando la periodista catalana se separó de su exmarido, el productor Carles Torras. La relación con Blanca Suelves vino después, aunque ya se conocían desde la adolescencia, pues incluso sus familias tenían relación.
Joaquín pertenece a la dinastía de los Güell, iniciada por el indiano Joan Güell Ferrer (1800-1872), nativo de Torredembarra (Tarragona), que hizo su fortuna en Cuba. Él fue el germen de esta influyente familia de la alta burguesía catalana, que forma parte de la historia, la cultura, la política y la economía de Barcelona desde hace dos siglos. Uno de sus antepasados más ilustres es Eusebio Güell Bacigalupi, industrial y político de finales del siglo XIX y principios del XX, mecenas y descubridor de Gaudí.
Por su parte, Blanca Suelves es hija de los condes de Tamarit y pertenece a una destacada familia aristocrática española. Durante los años ochenta fue una exitosa modelo y se convirtió en el rostro de la firma Don Algodón. En 1994 se casó con Ioannes Osorio, duque de Alburquerque, en el emblemático castillo de Alburquerque (Badajoz).
Después de 30 años de relación y un cuarto de siglo con de matrimonio, se separó del duque de Alburquerque. Fue un divorcio difícil, sobre todo, porque se quedó sin trabajo, ya que ella organizaba las fiestas y otras ceremonias en la propiedad de la familia de su marido, la finca Soto Mozanaque. Güell fue un gran apoyo para Blanca, primero como amigo y después, como pareja. Pero, a veces, el amor no es suficiente.