Por: AP
PARÍS (AP) — Las autoridades francesas impondrán drásticas medidas de seguridad para blindar el centro de París el sábado en un intento por evitar otro estallido de violencia durante manifestaciones antigubernamentales.
Además de los 8.000 agentes de policía que patrullarán las calles de la capital francesa, la policía de la prefectura de París identificó 14 sectores de alto riesgo que serán desalojados.
Ante el temor a que los manifestantes puedan atacar mobiliario urbano u obras, la policía de París retirará todos los contenedores de vidrio, barandas y maquinaria de construcción presentes en los sectores señalados, que incluyen la céntrica avenida de los Campos Elíseos.
En el conjunto del país se movilizarán 89.000 agentes, frente a los 65.000 del pasado fin de semana, cuando más de 130 personas resultaron heridas y más de 400 fueron detenidas en los peores disturbios callejeros registrados en el país en décadas.
Asesor Corte UE: Londres podría dar marcha atrás en Brexit
El abogado general Manuel Campos Sánchez-Bordona dijo al Tribunal de Justicia de la Unión Europea que la decisión del gobierno británico de cambiar de idea sobre la invocación del Artículo 50 podría ser legalmente válida. La valoración del abogado general suele ser a menudo, aunque no siempre, seguida por la corte.
El tribunal está sopesando el asunto a través de un procedimiento de urgencia dado que Gran Bretaña se separará oficialmente del bloque el 29 de marzo de 2019. La decisión final se conocerá en las próximas semanas.
Dado que el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que aborda la salida de países del bloque, es parco en detalles _ principalmente porque no se contemplaba que ningún estado miembro quisiese abandonar la UE _ un grupo de legisladores escoceses quiere saber hasta qué punto Gran Bretaña puede dar marcha atrás unilateralmente en el proceso.
El caso se estudia mientras contrarios al Brexit aumentan la presión para que se celebre un segundo referéndum sobre la decisión de abandonar el bloque.
Protestas violentas en Francia exhiben fractura social
Es poco probable que la dura retórica del impopular presidente Emmanuel Macron, quien ha sido categóricamente culpado por el caos, alivie la creciente sensación de injusticia social.
La inconformidad por el costo creciente de la vida entre las “petite gens” o “personas insignificantes” —como muchos manifestantes se llaman en alusión a la forma peyorativa en que se conoce a los asalariados de bajos ingresos—, ha crecido junto con la sensación de marginalización. La estrategia de Macron de aumentar el impuesto al combustible en enero con el fin de desestimular el consumo de combustibles fósiles, provocó que las cosas estallaran.
La violencia del fin de semana en la capital francesa, en donde más de 130 personas resultaron lesionadas y más de 400 fueron arrestadas, ha sido la peor del país en décadas, dijeron las autoridades.
Los manifestantes dicen que quieren igualdad de condiciones, las cuales creen que están inclinadas a favor de la élite y de los habitantes acaudalados de la ciudad.
El impuesto al combustible “fue la chispa”, dijo en entrevista Thierry Paul Valette, un coordinador de la protesta en París. “De no haber sido eso, hubiera sido algo más”.
Los miembros del movimiento nacional se hacen llamar “chalecos amarillos” por la vestimenta de seguridad fluorescente que todos los conductores franceses están obligados a traer en sus autos.
El movimiento no tiene líderes, pero intenta organizar y escoger a representantes legítimos para negociar con el gobierno. Un intento de reunirse la semana pasada con el primer ministro Edouard Philippe no fructificó. No se pudieron confirmar por el momento los reportes de que otro encuentro anunciado para el martes fue cancelado por los manifestantes.
El movimiento, que se organizó en redes sociales en octubre, inicialmente estaba compuesto por retirados, autoempleados, artesanos y otros que enfrentan dificultades para sobrevivir, con frecuencia de zonas rurales de Francia, y de entre 30 y 50 años, dijo el sociólogo de la Sorbona Jean-François Amadieu, experto en movimientos sociales.
Dijo que Macron, de 40 años y rodeado por un equipo joven con poca experiencia, malinterpretó las señales del nivel de inconformidad y no logró comprender que negarse a ceder en una ley no siempre es el mejor camino en Francia.
“Son personas que piensan que gobiernas un país como si fuera una empresa incipiente”, dijo Amadieu.
Muchos consideran a Macron, cuya popularidad ha ido en picada, una persona arrogante con un estilo que afecta sensibilidades, como decirle a un hombre desempleado que puede encontrar trabajo si “cruza la calle” o aconsejarle a un retirado que no se queje.
Valette dijo que la violencia de los últimos dos fines de semana era a causa de personas “que usurpan a los chalecos amarillos”.
El sábado hubo tiendas saqueadas y vehículos incendiados en acaudalados barrios alrededor de la conocida avenida Campos Elíseos. El Arco de Triunfo, debajo del cual está la tumba del soldado desconocido y que el mes pasado fue visitado por líderes mundiales para celebrar el primer centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, fue manchado con grafiti y vandalizado por dentro.
Amadieu dijo que muchos consideran la violencia un medio necesario para el cambio.
“Todos aprendimos sobre la toma de la Bastilla y la Revolución Francesa… El cambio siempre es a través de la concurrencia de fuerzas”, dijo. “Eso está, desafortunadamente, muy arraigado en Francia”.