Por: New York Times
El riesgo de enfermedades relacionadas con el calor está aumentando en todo el mundo debido al cambio climático, advierte un informe reciente.
Unas temperaturas más elevadas amenazan a las personas mayores, y a otras personas vulnerables, con estrés por calor y enfermedad cardiaca y renal, según un equipo internacional de expertos.
El año pasado, más de 157 millones de personas en riesgo se expusieron a olas de calor en todo el mundo. Esto fue 18 millones más que en 2016, dijeron los investigadores.
«Las tendencias en los impactos del cambio climático, las exposiciones y las vulnerabilidades muestran un riesgo inaceptablemente alto para la salud, ahora y en el futuro», apuntó la autora del estudio, Hilary Graham, profesora en la Universidad de York, en Inglaterra.
Además de los adultos mayores de 65 años, las personas vulnerables viven en ciudades, y tienen enfermedad cardiaca, diabetes y enfermedad respiratoria crónica, anotaron los investigadores.
Las personas en Europa y el Mediterráneo oriental son más vulnerables que las de África y el suroeste de Asia, quizá porque más europeos mayores viven en ciudades. Un 42 por ciento de los europeos y un 43 por ciento de las personas del mediterráneo oriental son mayores de 65 años y vulnerables a la exposición al calor, en comparación con un 38 por ciento en África y un 34 por ciento en el sureste de Asia, encontró el estudio.
El informe anual aparece en la edición del 28 de noviembre de la revista The Lancet Countdown on Health and Climate Change.
Otros hallazgos incluyeron:
Entre 1986 y 2017, la temperatura global aumentó 0.3 grado Celsius (medio grado Fahrenheit). Pero al aumento promedio en la temperatura a la que se expusieron las personas fue más el doble de alto, de 0.8 ºC (1.4 ºF). El exceso de calor condujo a 153 mil millones de horas de trabajo perdidas en todo el mundo el año pasado, un aumento de 62 mil millones respecto a 2000. Unos cambios pequeños en la temperatura y en las precipitaciones pueden aumentar la transmisión de la fiebre del dengue y de otras enfermedades infecciosas que se propagan a través del agua y de los mosquitos. «Está claro que la naturaleza y la escala de la respuesta al cambio climático será el factor determinante en la conformación de la salud de los países durante los siglos venideros», aseguró Graham en un comunicado de prensa de la revista.
La vulnerabilidad al calor extremo ha aumentado de forma constante en todo el mundo desde 1990, anotó Joacim Rocklov, profesor en la Universidad de Umea, en Suecia.
«Esto ha conducido a pérdidas inmensas para las economías nacionales y los presupuestos familiares», señaló Rocklov, que también contribuyó al informe. «En un momento en que los presupuestos nacionales para la salud y los servicios de salud se enfrentan a una epidemia creciente de enfermedades por el estilo de vida, el retraso continuo en desplegar los beneficios potenciales para la salud de la mitigación del cambio climático es miope, y está dañando la salud de los humanos».