El Cancún FC repitió la hazaña de arrebatarle un trofeo al Atlante; el cuadro playero se plantó en el estadio Ciudad de los Deportes para coronarse como el Campeón de Campeones de la Liga BBVA Expansión MX. No obstante, el tiempo regular no fue suficiente para designar al vencedor, por lo que se requirió llegar a la tanda desde los once pasos.
Pese a la importancia de los dos planteles, el enfrentamiento no tuvo acciones relevantes. Durante los primeros 45 minutos, el atractivo fue mínimo; algunas intervenciones por parte de ambos guardametas y ciertas jugadas anuladas debido a posición antirreglamentaria fueron las emociones más atractivas para los seguidores del duelo que determinaría al campeón absoluto de la categoría.
Aunque los impactos en las porterías fueron escasos, la exigencia y rispidez de lo que buscaban las escuadras en la cancha del Azul fue notoria, por lo que las amonestaciones no se hicieron esperar. El primer apercibido se presentó al 13′, cuando Walter Ortega, defensor cancunense, realizó una falta que fue sancionada con el cartón amarillo, por el árbitro central.
La fortaleza y la férrea batalla en medio campo se mantuvo presente, pero el daño también continuó ausente. Los instantes de refresco parecían apoyar a que el espectáculo retomara un mejor ritmo, mas la premisa no se vio reflejada en el terreno de juego.
Asimismo, en la parte complementaria, los estrategas buscaron movimientos con el anhelo de encontrar alternativas en los futbolistas que se encontraban en el banquillo. Sin embargo, la fórmula tampoco fue efectiva y, sin mayor complejidad, transcurrió el segundo lapso.
La contienda entre los dos mejores conjuntos de la Liga BBVA Expansión MX avanzó hasta el tiempo suplementario, no obstante, ni siquiera los 30 minutos extra fueron útiles para determinar al Campeón de Campeones. Debido a la nula ofensa por parte de los combinados presentes, la instancia más dramática del futbol se hizo presente en la capital mexicana.
Así, la pesadilla azulgrana comenzó desde los once pasos, la tanda de penaltis inició en los botines del plantel visitante y el Potro de Hierro no pudo levantarse de la desventaja en ningún momento. Francisco Uscanga, el encargado del primer disparo, puso el primero para la causa quintanarroense; posteriormente, Ronaldo González erró el golpeo inicial para los capitalinos; Rodrigo Reyes incrementó la superioridad, mas Edwin Cerna acercó a los locales.Finalmente, Luis Lorona no hizo efectivo su tiro, por lo que el Atlante alimentaba su esperanza y podía igualar el emparejamiento. A pesar de la ilusión en la cancha del Ciudad de los Deportes, Edson Partida voló la pena máxima. Para liquidar la serie, Benjamín Galindo cambió la descarga de pierna derecha por la anotación que acercaba a los del sureste a levantar el título. Por último, Elbis Sousa, figura atlantista, fue quien dinamitó la oportunidad para los suyos y, tras estrellar el envío en el poste, le otorgó el galardón a la plantilla dirigida por Luis Arce.