LA NACION
Dos meses después de la lesión que lo sacó de las canchas durante la final de la Copa América 2024 ante Colombia, Lionel Messi volvió al ruedo y brindó un espectáculo. Fue en el partido de Inter Miami contra Philadelphia, el cual finalizó 3 a 1 a favor de los dirigidos por Gerardo Martino y en el que el capitán argentino convirtió dos goles y una asistencia para dar vuelta el resultado.
Apenas en el comienzo, el futbolista danés Mikael Uhre aprovechó un mal despeje del defensor Tomás Avilés y, tras un amague que desorientó al rival, abrió el marcador. Así, a los dos minutos del primer tiempo, Philadelphia ya había anotado y se preparaba para afrontar el resto del partido en ventaja.
Sin embargo, a los 26 minutos apareció Messi, quien fue titular en su vuelta y demostró estar al 100%. Luego de una asociación con Luis Suárez y Jordi Alba -dos de sus excompañeros del Barcelona- el rosarino recibió la pelota al borde del área rival, se perfiló para su pierna inhábil y definió con un derechazo que emparejó el resultado.
En una ráfaga, tan solo tres minutos después, Inter Miami realizó una gran jugada colectiva, la cual finalizó nuevamente con los toques del tridente. Volcado sobre la banda izquierda, Alba tiró un centro al área por abajo, Suárez la dejó pasar con un drástico movimiento que confundió a los defensores y el 10 remató cruzado. Si bien el arquero llegó a tocarla, no pudo impedir que la pelota ingresara, por lo que el conjunto de Fort Lauderdale dio vuelta el marcador.
Con el resultado a favor, el local se relajó en el juego, sin embargo, la Pulga y sus compañeros no dejaron de demostrar su fútbol e ir para adelante. El equipo de Martino tuvo llegadas y elaboró conexiones que no terminaron en gol, pero marcaron los tiempos del juego.
Un momento de tensión se vivió a los 72 minutos, cuando Messi quedó con el control de la pelota en la mitad de la cancha, sobre el lado derecho. El Diez le giró abruptamente a su marca, el mediocampista Quinn Sullivan, para sacárselo de encima, pero el jugador estadounidense dejó la pierna y se llevó puesto al argentino, impactándole justamente en el tobillo en el cual había sufrido la lesión. El capitán permaneció unos segundos tendido en suelo por el dolor y luego se levantó.