LUÍS MIQUEL HURTADO
Como Salomé a Herodes. Como quien, presuntamente, pretendía algo más que capturar a un crítico para hacerle rendir cuentas en Arabia Saudí. La agencia Reuters, basándose en dos fuentes de la Inteligencia, informa en las últimas horas de que un hombre del círculo más íntimo del príncipe heredero Mohamed bin Salman estuvo en contacto directo con los ejecutores de Yamal Khashoggi: se trata de Saúd Qahtani, relevado de sus funciones este fin de semana tras reconocer Riad la muerte del columnista.
Reuters cita a una «fuente árabe de alto nivel», con «acceso a la Inteligencia y lazos con miembros de la corte real de Arabia Saudí», asegurando que Qahtani fue introducido en la sala del Consulado saudí en Estambul, donde se hallaba Khashoggi, a través del programa de videoconferencias Skype. Qahtani empezó a insultarlo. Khashoggi le respondió haciendo lo propio. Tras los gritos, según una fuente de la Inteligencia turca, la sentencia desde Riad: «Traedme la cabeza de ese perro».
Ninguna fuente aclara si Saud Qahtani presenció los últimos instantes de vida del articulista del Washington Post. Los investigadores turcos creen que un experto forense, que integraba el equipo de 15 saudíes enviados el 2 de octubre pasado al Consulado, amputó con una sierra el cuerpo de Khashoggi hasta su muerte. Pero, su sola presencia virtual supone, para los mismos, una conexión directa entre el asesinato del saudí y las esferas más altas del poder del reino del desierto.
«¿Creéis que yo tomo decisiones sin guía? Soy un empleado y un ejecutor fiel de las órdenes de mi señor, el rey, y mi señor es el fiel príncipe heredero», tuiteó Qahtani, de 40 años, el verano pasado. El auge de Qahtani ha ido en consonancia con el del joven gobernante de facto, según recuerda Reuters. Ha estado, de hecho, presente en todas sus mayores operaciones políticas. Era, además, el encargado de aplaudirle por ellas, como responsable de redes sociales de Mohamed bin Salman.
Según Reuters, Qahtani planeó el arresto de cientos de miembros de la élite de su país. Su sombra está detrás de la controvertida retención del primer ministro libanés Saad Hariri, a finales del año pasado. Este sábado volvió a cumplir su función de fiel lacayo al aceptar gustosamente su sacrificio. Fue uno de los cuatro destituidos por Riad tras reconocer la muerte de Khashoggi en una «pelea» en el Consulado. Una versión que ha ido variando con el paso del tiempo, sin lograr convencer en ningún momento.
Erdogan revelará hoy ‘toda la verdad’
Por el contrario, está previsto que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ofrezca este martes por la mañana unas explicaciones cruciales de lo sucedido. Tal es la expectación que, según el Washington Post, EEUU despachó la noche pasada a Ankara a la jefa de la CIA, Gina Haspel. No en vano, Turquía ha elegido, para su anuncio, el mismo día de la apertura de la gran cumbre financiera saudí considerada el Davos del Desierto. La cita ha quedado empañada por el caso Khashoggi, todavía sin esclarecer.
De hecho, el llamado «Davos del desierto», principal foro económico de Arabia Saudí, ha comenzado sus sesiones con un recuerdo a la figura del periodista, que fue descuartizado vivo dentro del Consulado, según ha informado la prensa turca.
La directora ejecutiva de la compañía financiera Olayan y miembro del Consejo Consultivo del FII, Lubna Olayan, empezó la sesión inaugural del foro recordando la «terrible» muerte de Khashoggi y subrayando que «con el apoyo del Gobierno la verdad emergerá», según informa Efe.
En su discurso, la empresaria saudí se dirigió en inglés a los centenares de asistentes extranjeros a la sesión inaugural y les garantizó que lo ocurrido con Khashoggi es «ajeno» a la «cultura y el ADN» de Arabia Saudí y vaticinó que el país «emergerá más fuerte al lidiar con la crisis» y tendrá «un futuro más brillante».