Este jueves fue inaugurada la Copa Mundial de Futbol Femenil que organizan Australia y Nueva Zelanda, quienes mostraron durante la ceremonia la tradición indígena de ambas nacionales y un mensaje de unidad y empoderamiento femenino en la competencia que arrancó hoy y concluye el 20 de agosto.
Con una capacidad cercana a los cincuenta mil espectadores, el estadio Eden Park de Auckland, la ciudad más poblada de Nueva Zelanda, se vistió de gala para albergar una ceremonia de inauguración rápida, de diez minutos, y el primer partido de la Copa del Mundo entre Nueva Zelanda y Noruega.
La fiesta del futbol femenil ha comenzado. Nueva Zelanda fue sede del primer partido de la Copa del Mundo del 2023, pero antes del silbatazo inicial, la cancha del Eden Park se convirtió en un escenario para la ceremonia de inauguración, llena de símbolos.
A diferencia de los Juegos Olímpicos, en el futbol la ceremonia de inauguración no suele tener un papel protagónico, aunque los organizadores comienzan a tomarse en serio este aspecto, de modo que cada vez le suelen sacar mayor provecho, pese a contar con poco tiempo.
Antes de la ceremonia de inauguración, las jugadoras de Nueva Zelanda y de Noruega salieron a la calentar, lo cual despertó las primeras ovaciones desde las tribunas, que para ese momento lucían grandes huecos.
Así fue la inauguración del Mundial Femenil
La ceremonia de inauguración arrancó cerca de las 0:40 horas, tiempo del centro de México, con 240 personas involucradas en dos tres actos. El primero hizo referencia a los orígenes de Nueva Zelanda y los de Australia, y los indígenas de ambos pueblos, a quienes se les pidió permiso para llevar a cabo la Copa del Mundo.
El segundo acto fue la presentación de las 32 selecciones que participarán en este Mundial, el cual comenzó ofreciendo el balón oficial del Mundial a los antepasados, mientras que el último acto fue la presentación del tema oficial del Mundial a cargo de la neozelandesa BENEE y la australiana Mallrat.
La duración de la ceremonia fue cercana a los 10 minutos, con el objetivo de no entorpecer el calentamiento de las jugadoras y el inicio del partido. Si bien el estadio lució algunos huecos durante la ceremonia de inauguración, para el momento del silbatazo inicial, el inmueble lució lleno.