Los restos óseos fueron descubiertos por arqueólogos de la Universidad de Arizona (UA) y la Universidad de Stanford, junto con arqueólogos italianos
El hallazgo del cuerpo de un niño con una piedra insertada en su boca en un antiguo cementerio romano supuso a un equipo de arqueólogos estar frente al ritual conocido como «entierro de un vampiro», según el cual los cuerpos podían levantarse otra vez, dijo hoy la Universidad de Arizona.
Los restos óseos fueron descubiertos por arqueólogos de la Universidad de Arizona (UA) y la Universidad de Stanford, junto con arqueólogos italianos, y el tipo de enterramiento sugiere que se tomaron medidas para prevenir que el menor, posiblemente infectado con malaria, «se levantara» y trasmitiera la enfermedad a los vivos
Los investigadores creen que la piedra pudo haber sido colocada en su boca como parte de un ritual funerario diseñado para contener la enfermedad y el cuerpo mismo.
El descubrimiento, calificado como «poco usual», se realizó durante el pasado verano en la comunidad de Lugnano in Teverina, en la región italiana de Umbria, donde el arqueólogo de la UA David Soren lleva supervisando excavaciones arqueológicas desde 1987.
«Nunca había visto algo así. Es extremadamente curioso y extraño», dijo Soren en un comunicado difundido hoy.
A nivel local, en Italia lo han comenzado a llamar como «El «vampiro de Lugnano».
El descubrimiento tuvo lugar en el Cementerio de los Bebés (La Necropoli dei Bambini), que data de mediados del siglo V, cuando un brote de malaria azotó la zona matando a muchos infantes.
Los cuerpos fueron enterrados en el sitio de una villa romana abandonada que se construyó originalmente a finales del siglo primero A.C.
Hasta ahora, los arqueólogos creían que el cementerio estaba diseñado específicamente para bebés, niños pequeños y fetos, pues en excavaciones anteriores de más de 50 entierros una niña de 3 años fue el cuerpo de mayor edad encontrado.
Pero el descubrimiento de este de 10 años, cuya edad se determinó en función del desarrollo dental -el sexo aún no se ha confirmado-, sugiere que el cementerio también podría haber sido utilizado para niños de edad mayor.
David Pickel, director de la excavación, con una maestría de arqueología de la UA y ahora estudiante de doctorado en Stanford, dijo que este descubrimiento tiene el potencial de contarle a los investigadores mucho más sobre la devastadora epidemia de malaria que afectó a Umbria hace casi 1.500 años, así como la respuesta de la comunidad.
«Dada la edad de este niño y su disposición única, con la piedra colocada dentro de su boca, representa en este momento una anomalía dentro de un cementerio. Quizás la brujería fue utilizada como un remedio para controlar la enfermedad», dijo Pickel.
Entierros similares han sido hallados en otros lugares como Venecia, donde en el 2009 se encontró el cuerpo de una mujer, fallecida en el siglo XVI, con un tabique en la boca. Ahora es conocida como «La vampiresa de Venecia».
Los arqueólogos regresarán el próximo verano a Lugnano para completar las excavaciones del cementerio y aprender más sobre su historia.