Antiguo Teatro de los Héroes, Chihuahua 1930
El sitio que originalmente ocupó el Teatro de los Héroes cortaría actualmente la línea recta que traza la calle Aldama.
Pocos cambios tan significativos en el paisaje urbano de la ciudad han marcado tanto a la sociedad como la efímera presencia del magnífico antiguo Teatro de los Héroes en el primer cuadro del Centro Histórico, cuya existencia terminó debido al fuego.
De gran belleza e importancia para el arte y la cultura de finales del siglo XIX, el antiguo Teatro de los Héroes fue testigo de grandes acontecimientos de la ciudad, erigido como un guardián de la historia desde su ubicación en el cruce de las calles Venustiano Carranza y Aldama, justo a un costado del Palacio de Gobierno.
Diseñado por el arquitecto George E. King y en honor a Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez y Porfirio Díaz, el flamante Teatro de los Héroes fue inaugurado el 16 de septiembre de 1902 con un gran programa cultural y artístico, para finalizar con la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, con la Compañía de Ópera Italiana de Mario Lombardi, comparándose entonces con algunos de los mejores teatros del país en el siglo XIX.
Con tres pisos y capacidad para más de 2 mil personas, el teatro era un funcional edificio que constaba además de casino, sala de espera, salón para banquetes y un elegante vestíbulo; era pues, sin duda, un símbolo de la entonces sociedad en crecimiento. En su escenario se presentaron grandes eventos de la época, como la Compañía Mexicana de Ópera Italiana Hagelstein Pérez Gil, de Augusto Azzali, de Luis Tetrazzini, Empresa Ettore Drogg, de ópera inglesa Fisher, de ópera italiana de Manuel Sigaldi, y hasta ópera infantil.
Y entre los actores destacaron José Chávez, Pedro Tiscareño, Manuel García, Federico Hermosillo, María de la Luz Flores y Julia Saldaña, Amparo Garrido, Clementina Morín y Aurora Guiolers, grandes artistas que le dieron a Chihuahua un brillo de esplendor, hasta la última década de la existencia del teatro, cuando se presentaban entonces espectáculos como Pachuco’s Review, con Evita Muñoz y «Resortes», antes de funcionar como cine, de ínfima categoría por cierto, a partir de 1903, con cintas como «Simbad el Mareado» con Tin-Tan, «Bajo el signo de capricornio» con Ingrid Bergman y «El gavilán pollero» con Pedro Infante y Lilia Prado.
El realce al lugar lo brindaron las visitas de distinguidas personalidades, entre ellos Jaime Nunó, Porfirio Díaz, Francisco I. Madero Venustiano Carranza, José Vasconcelos, Santos Chocano y Silvestre Terrazas, además de servir como el escenario para el juicio político de Felipe Ángeles. Otros usos como salón de bailes y hasta hospital se le dieron al teatro, hasta que el 17 de julio de 1955 la sociedad entera se estremeció con la vista del magnífico teatro consumido por las llamas: en un impulso extraño un joven desconocido, Guillermo Federico, le había prendido fuego al recinto con gasolina.
Tras la promesa de reconstrucción del entonces gobernador Óscar Soto Máynez, fue hasta 25 años después cuando se construyó el actual Teatro de los Héroes en el complejo artístico donde hoy se encuentra. El terreno donde se ubicó una vez el esplendoroso antiguo Teatro de los Héroes estuvo sin usarse durante alrededor de 20 años, hasta que se construyó en su lugar el edificio Héroes de la Reforma, que si bien resulta un útil inmueble, rompe con la armonía que en el pasado brindaban al lugar el Palacio de Gobierno, el Paraninfo Universitario y el antiguo Teatro de los Héroes.
NUEVO TEATRO DE LOS HEROES POR ALMA MONTE MAYOR.
Un Nuevo Teatro de los Héroes para La Ciudad de Chihuahua
Por: Alma Montemayor
El antiguo Teatro de los Héroes se había quemado el 17 de julio de 1955. Aunque los últimos años fueron de franca decadencia, y pese a que estaba convertido en cine de ínfima categoría, seguía dando cabida a la presentación de grupos locales, especialmente al grupo Afición Chihuahuense, dirigido por el profesor Fernando Terrazas, y albergaba también espectáculos de compañías visitantes, algunas de gran prestigio, como la compañía de zarzuelas y operetas de Pepita Embil.
No obstante su lamentable estado, el Teatro era símbolo del esplendor pasado y su desaparición dejó una gran tristeza y un enorme vacío que otros espacios trataron de llenar, pero que no fue cubierto por un recinto idóneo sino 25 años después, cuando se inauguró el nuevo Teatro de los Héroes.
Entre los recintos alternativos que los artistas locales y foráneos utilizaron durante esos 25 años, se cuentan el Paraninfo, que albergaba eventos culturales desde hacía varias décadas; el Cine Colonial, en donde se presentaban eventos de distinta naturaleza, populares o artísticos; y el Teatro de Cámara de la 
