Andale….Marilyn Monroe: la historia detrás de los vestidos más icónicos e inspiradores de la actriz
Ya pasaron 60 años desde que la estrella estadounidense dejó este mundo, pero sigue siendo considerada como un referente de estilo
PorAdriana Castillo
Aunque la moda continúe transformándose conforme el paso del tiempo, los icónicos vestidos que usó Marilyn Monroe durante su carrera artística seguirán siendo referencia de estilo. Y es que la estrella estadounidense, que murió cuando sólo tenía 36 años de edad, ha permanecido vigente en la industria de la moda gracias a la imagen que proyectó en el mundo del entretenimiento con protagónicos en películas como Los caballeros las prefieren rubias, fotografías y alguno que otro escándalo.
Un “Happy Birthday” casi al desnudo
En 1962 Marilyn Monroe protagonizó uno de los momentos más escandalosos entre el medio artístico y la política. Sin importar que corrían fuertes rumores sobre su supuesto romance con el entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, acudió como invitada especial a un evento benéfico que se llevó a cabo en el Madison Square Garden donde también se encontraba el político.
Desde que puso un pie en las instalaciones se robó las miradas de todos con su deslumbrante belleza que presumió en un entallado vestido nude. La prenda diseñada por Bod Mackie en colaboración con Jean Louis resaltó las pronunciadas curvas de la intérprete y, aunque fue bordado a mano con 2 mil 500 cristales Swarovski, lo que más llamó la atención del público fue que la artista parecía estar desnuda.
Las mujeres se escandalizaron y los hombres quedaron boquiabiertos, en especial John F. Kennedy, quien no pudo quitarle la vista de encima. El evento continuó con normalidad hasta que Marilyn subió al escenario para pronunciar un breve discurso sobre el evento, pues terminó felicitando al político por su cumpleaños número 45 cantando Happy Birthday muy a su estilo.
De esta manera, la diva de Hollywood enloqueció al público con su belleza y reaccionó a las especulaciones sobre su supuesta relación sentimental con el presidente de Estados Unidos. La prenda que habría costado cerca de 13 mil 700 dólares actuales, pasó a la historia tanto por el diseño plasmado en marquisette como por el contexto donde se presentó.
La pieza se mantuvo en resguardo hasta 2022, cuando Kim Kardashian se sometió a un proceso documental y estético para poder usarlo en la Met Gala. Según contó la socialité en su reality show, The Kardashian, tuvo que perder más de siete kilos en tres semanas para poder tener las medidas necesarias.
“Soy extremadamente respetuosa con el vestido y lo que significa para la historia estadounidense. Nunca querría sentarme en él o comer en él o correr el riesgo de dañarlo y no usaré el tipo de maquillaje corporal que suelo usar”, declaró en entrevista con Vogue previo a desfilar por la alfombra roja del evento de moda.
Marilyn Monroe puso de moda el rosa antes que Barbie
Los caballeros las prefieren rubias (1953) es considerada como una de las películas más recordadas de la estrella estadounidense gracias a sus escenas con Jane Russell y su musical. Aunque todos los vestuarios que usó durante el rodaje impusieron moda en aquellos años, el vestido rosa diseñado por William Travilla sigue inspirando a nuevos artistas.
“Los diamantes son los mejores amigos de una chica”, cantó Marilyn Monroe mientras lucía despampanante en la prenda sin tirantes con un gran moño en su espalda baja que acompañó con unos elegantes guantes largos del mismo color.
Fue inevitable que todas las mujeres soñaran con replicar su outfit, una aspiración que ha perdurado con el paso del tiempo, pues Madonna consiguió hacerlo en el videoclip de Material Girl, Margot Robbie hizo lo propio con un traje completo que usó como Harley Queen y Kylie Jenner se transformó en Marilyn para una sesión fotográfica que hizo con la revista V Magazine.
La falda que desató pasiones en cines
La lista de los vestidos más memorables de Marilyn Monroe está encabezada por otro diseño del californiano William Travilla. Se trata del vestido color marfil con cuello halter y falda tableada que la histrionisa usó para La comezón del séptimo año (1955) y que, gracias a la escena que grabó parada en una rejilla del metro de Nueva York, pasó a la historia por mostrar sus piernas al desnudo.
Aunque se trataba de una escena cinematográfica que se replicó en un estudio después de tres horas de filmación, se convirtió en una de las imágenes más reproducidas en todo el mundo. Y es que reflejaba por completo la personalidad que caracterizaba a Marilyn, tanto su dulzura como su sensualidad.
Tras el repentino deceso de la diva varios de sus vestuarios quedaron bajo resguardo, sin embargo, la actriz Debbie Reynolds externó sus intenciones de quedarse con parte de la colección y en 1971 logró hacerlo por varios millones de dólares. No obstante, en 2011 la protagonista de Cantando bajo la lluvia remató su colección dejando que un admirador de identidad desconocida se quedara con el diseño por más de cinco millones y medio de dólares.
Marilyn brillaba hasta en un costal de papas
Entre los múltiples vestidos elaborados con diversos materiales que portó la actriz de Una Eva y dos Adanes (1959), se encuentran un costal de papas. Y es que la personalidad divertida y confrontativa de Marilyn Monroe trascendía la pantalla grande, pues en 1952 protagonizó un escándalo ante medios de comunicación por una dura crítica que recibió de un periodista.
Y es que el reconocimiento en los Premios Henrietta fue opacado por el despampanante vestido rojo corte sirena con escote de corazón que se robó las miradas tanto de sus colegas como del público que vio las fotografías del evento en los tabloides. Fue precisamente en un medio donde un periodista tachó de barato y vulgar asegurando que la actriz se hubiera visto mejor con un “saco de papas”.
Como era de esperarse, la opinión del periodista llegó a oídos de Marilyn, quien impactada con la situación decidió demostrarle a todo el mundo que su belleza no dependía de una prenda. Fue así que recurrió al fotógrafo Earl Theisen para hacer una sesión portando un clásico costal donde se solían empaquetar los tubérculos.
De esta manera, la histrionisa respondió a los señalamientos dejando al descubierto su verdadero carisma y carácter. Como era de esperarse, encabezó los titulares en todo el mundo e inconscientemente mandó un mensaje a todos: una mujer puede salir a la calle con cualquier prenda, pues su belleza está en su confianza en sí misma y personalidad.
Estos cuatro vestidos forman una parte importante en la historia de la ganadora de Un Globo de Oro en la categoría “Mejor Actriz” por su interpretación en Una Eva y dos Adanes (1959) como un ícono de moda internacional, pues no sólo cuentan los momentos más cruciales en su vida profesional, también demuestran cómo se convirtió en un estándar de belleza en todos los sentidos.