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El Dia de Muertos, de acuerdo con la tradición, regresan nuestros seres queridos, amigos e incluso mascotas que se fueron. Regresan para compartir la comida, para convivir con la familia y luego se vuelven a ir, todos los años.
Pero ¿de dónde viene esta celebración? Pablo Escalante Gonzalbo, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, explica que el Día de Muertos es una combinación de elementos prehispánicos con cristianos.
La concepción prehispánica habla de que lo sobrenatural es lo volátil por lo que los aromas son el punto de contacto de nuestra realidad con las almas. Es por eso que dicen que cuando un alimento, fruta o pan están en la ofrenda, después no huele ni sabe a nada.
Entonces el componente indígena, del culto a los muertos, está relacionado con la ofrenda con aromas de las flores de cempasúchil, la comida, el incienso, etc. Por otro lado, la cultura cristiana europea agrega las flores, los esqueletos, los panteones, etc.
¿Cuáles son los elementos que no pueden faltar en una ofrenda?
Ojo acá, no existe un manual sobre los elementos que una ofrenda de Día de Muertos debe llevar porque las ofrendas varían muchísimo de acuerdo con las regiones de nuestro país, sin embargo, estos elementos son algunos de los más comunes.
La presencia de cada uno de estos elementos tiene una simbología y significado detrás, así que considera incluirlos en tu ofrenda. No tienes que poner una ofrenda enorme, puedes ponerla en un espacio pequeño, en una mesa, etc.
El pan de muerto
Dependiendo de la región, el pan de muerto es uno de los principales elementos del altar y es preparado con distintas recetas. Por un lado tenemos la concepción religiosa de que el pan es el cuerpo de Cristo, y por otro, un ofrecimiento que representa los huesos de los difuntos.
Agua y sal
El agua mitiga la sed de los difuntos durante el largo recorrido y la sal es uno de los principales elementos de purificación para que el cuerpo del difunto pueda ir al mundo de los muertos. Ambos elementos implican pureza.
Veladoras
La luz de las veladoras guiará el camino que las almas necesitan para poder regresar a casa y les dará la luz necesaria para poder regresar al otro mundo. Solo ten mucho cuidado con el fuego, no dejes veladoras encendidas si no estás en casa o colócalas sobre un plato con agua, así si se voltean, el fuego se apaga.
Calaveras de azúcar o chocolate
Se trata de una representación de la muerte, del esqueleto que llevamos dentro, aunque algunas tradiciones apuntan a que debe ponerse una calaverita de azúcar o de chocolate por cada uno de los difuntos de la familia.
Fotos
Al igual que con las calaveritas, las fotos de los difuntos nos hacen recordar a quienes extrañamos y a quienes recibimos con los brazos abiertos.
Flores
La flor característica del Día de Muertos es el cempasúchil, una flor con una leyenda de amor eterno detrás. Existen varias especies y colores de esta flor pero generalmente en las ofrendas se usan las amarillas y ls naranjas. Los pétalos se usan para hacer un camino desde la entrada de la casa hasta la ofrenda y en el altar se ponen más flores enteras. Además de ser una ofrenda a los difuntos, su color y olor característicos guían al alma para encontrar su hogar.
Copal e incienso
El copal era un elemento que los indígenas ofrecían a los dioses, el incienso llegó con los españoles como un elemento de purificación, de limpia y de alabanza. Juntos purifican la casa de los malos espíritus y el alma pueda entrar sin ningún peligro para la familia. De igual forma el olor sirve como guía.
La comida
Como lo mencionamos anteriormente, las almas de los difuntos regresan para compartir comida y bebida con su familia. La tradición marca que se debe poner comida en el altar, generalmente la favorita de la persona difunta: mole, arroz, una cerveza, cigarros, dulce de calabaza o de camote, etc.
Las abuelas dicen que no se debe comer la comida del altar hasta que los difuntos se vayan y, después de eso, la comida no tiene sabor ni olor.
Va de nuez, estos son solo algunos de los elementos, aunque se pueden agregar más conforme la región. Ahora vamos a hablar de otro punto importante de la tradición ¿en qué orden llegan los difuntos?
La llegada de los difuntos
La iglesia Católica señala el 1y 2 de noviembre para la celebración de Todos Santos y los Fieles Difuntos pero, de acuerdo con la región, la celebración de llegada de los ánimas comienza a finales de octubre y termina los primeros días de noviembre.
La tradición afirma que las ánimas, de acuerdo a la forma en que murieron o su edad, llegan a nuestro mundo en orden y por día.
Por ejemplo, el 31 de octubre llegan los bebés o niños que no nacieron o que no llegaron a recibir el bautismo. El 1 de noviembre llegan los niños y el 2 de noviembre, el día grande, llegan todos los adultos.
Es por eso que dependiendo el día, agregan o quitan elementos de la ofrenda. A los niños se les ponen dulces, a los adultos alcohol o cigarros. En algunas regiones la costumbre no es poner ofrenda en casa, sino visitar la tumba del familia en el panteón, limpiarla, decorarla, y pasar con el difunto toda la noche.