LA NACION
Fue una tremenda jornada de UFC: el público se regocijó con una definición tan épica como contundente. La expectativa era total en Las Vegas porque allí, Alex Pereira, el luchador brasileño con raíces indígenas, quería retener el título de los semipesados. Y con ello, transformarse en una de las leyendas de UFC 303. Finalmente, lo logró con un KO brutal sobre Jiri Prochazka que no sólo se multiplicó en las redes sociales, sino que además hizo olvidar que Conor McGregor se bajó de la velada por una fractura en el meñique de su pie izquierdo.
La primera pelea entre Pereira y Prochazka, en noviembre de 2023, duró dos rounds y fue una batalla implacable entre los dos luchadores. Prochazka había mostrado muchas cualidades para lograr derribar al brasileño, pero la pegada de Pereira marcó la diferencia. Ahora bien, en Las Vegas todo resultó diferente. El peleador checo lució más conservador y, aunque conectó en algunas acciones, no dejó la sensación de que pudiera hacerle daño al campeón de la categoría.
Al final del primer round, Prochazka se lanzó con un ataque y Pereira contratacó y mandó al suelo al checo, que fue salvado por la campana. En el segundo acto, el retador quería mostrar una recuperación, pero el brasileño no le dio tiempo, porque cuando encontró la distancia sacó una increíble patada con su pierna izquierda que impactó en la parte superior de la cabeza del checo, que cayó al suelo y Pereira se lanzó sobre él para terminar con el combate.
Con 36 años y tan sólo 13 peleas como profesional en MMA, Pereira mostró atributos como para ser uno de los mejores luchadores de UFC. Fue campeón en dos divisiones (medio y semipesado) y quiere ir por más. Incluso, tras esta victoria, le preguntaron por la posibilidad de intentar ser el primer luchador campeón en tres categorías y sus palabras fueron claras y contundentes: “ Estoy dispuesto, la empresa lo sabe desde mi pelea anterior, pero no le debe interesar ”. Y lejos de calmar su discurso, el brasileño duplicó la apuesta: “ El público es el que paga todo y tendrá un peso importante en esa decisión ”.
El origen de Pereira
Alex Poatán Pereira, como campeón de peso semipesado de UFC, es un símbolo de la resiliencia, la cultura indígena. Nació en San Pablo, pero desde años que es un defensor de sus orígenes. Incluso su apodo, que significa “ manos de piedra ” en lengua tupí, es un recordatorio de su fuerza y poderío en la jaula, lo que lo vincula con la tribu Pataxó, una comunidad que ha enfrentado siglos de persecución y pérdida de tierras en Brasil.
Si bien se crió lejos del Amazonas siempre tuvo conocimiento de sus raíces y en su adolescencia se enteró de la vida de sus antepasados. Fue su primer entrenador de kickboxing, Belocqua Wera, que lo acercó más a sus raíces y desde entonces se ha convertido en un embajador de su pueblo, utilizando su fama para amplificar a su pueblo y luchar por sus derechos.
Incluso, el jefe Ubiranan de la tribu Pataxó elogió a Pereira por el impacto positivo que tuvo en su comunidad: “ Ganamos visibilidad y respeto con sus luchas. Él tiene raíces indígenas y ha elegido representar al pueblo Pataxó porque fuimos los primeros en enfrentarnos a los portugueses ”.