En una reciente operación en la frontera entre México y Estados Unidos, específicamente en el puente fronterizo de El Paso, situado en los límites entre Chihuahua y Texas, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) han logrado la incautación de un significativo cargamento de drogas, que incluía fentanilo, cocaína y metanfetamina, totalizando 56 kilogramos.
Esta intervención se llevó a cabo en dos distintos episodios durante el cierre de abril, marcando un precedente importante en la lucha contra el narcotráfico en la región.
El primer evento registró el aseguramiento de 19.2 kilogramos de cocaína, ocultos en los paneles laterales de un vehículo dirigido por un ciudadano estadounidense de 48 años.
La detección se produjo mediante el uso de tecnología de escaneo de rayos X, que reveló 18 paquetes con sustancia en polvo blanco, el 30 de abril. Al día siguiente, un ciudadano mexicano de 26 años fue detenido cuando intentaba pasar por el puente de Ysleta con 5 kilogramos de fentanilo escondidos en los asientos de un auto compacto.
El Director de Operaciones en Campo de CBP El Paso, Héctor A. Mancha, destacó el impacto positivo de estas acciones al afirmar: “Las drogas confiscadas por nuestros empleados de CBP no causarán daño en las comunidades que compartimos”.
Estos decomisos son parte de un esfuerzo mayor que en la última semana de abril resultó en la incautación de 32.1 kilogramos de fentanilo y otros narcóticos.
En un contexto más amplio, el jefe de operaciones de la Agencia para el Control de Drogas (DEA), William F. Kimbell, ha señalado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como uno de los principales responsables del tráfico de fentanilo y otras drogas hacia Estados Unidos a través de la frontera con Chihuahua.
Kimbell enfatizó en una audiencia frente al Senado estadounidense que este cártel “trafica drogas ilícitas como fentanilo, metanfetamina, heroína y cocaína hacia los Estados Unidos accediendo a varios corredores de tráfico a lo largo de la frontera suroeste”.
Además, apuntó a que tanto el CJNG como el Cártel de Sinaloa están incrementando el uso de compañías chinas para lavar los activos generados por la venta de estas sustancias ilícitas.
“Los cárteles están comprando precursores químicos en la República Popular China, los transportan a México, los utilizan para producir fentanilo ilícito en masa; usan prensas de pastillas para procesarlo y convertirlo en pastillas recetadas falsas; y usan automóviles, camiones y otras rutas para transportar las drogas desde México a Estados Unidos para su distribución”, señaló el representante de la DEA, subrayando la complejidad de la operación y la necesidad de una respuesta coordinada entre agencias e internacionalmente.
En una declaración que subraya la gravedad de la situación en Chihuahua, la gobernadora Maru Campos admitió la existencia de ‘cocinas’ para la fabricación de fentanilo dentro del estado, tras el decomiso y destrucción de un narcolaboratorio en el municipio de Guadalupe y Calvo, donde se aseguraron cerca de 130,000 pastillas de este opioide. Este hallazgo, con un valor estimado superior a los 150 millones de pesos, representa un golpe significativo al narcotráfico, evidenciando tanto la escala como la profundidad del problema del fentanilo en la región.