El comunicado confirmó los temores de algunos padres, pero los críticos advirtieron que podría estigmatizar a demasiados jóvenes Por: AP
GINEBRA (AP) — Los videojugadores saben cómo anticipar los peligros en el mundo virtual, sin embargo la Organización Mundial de la Salud indicó el lunes que ahora deben estar atentos por el riesgo que corren en el mundo real: pasar demasiado tiempo jugando.
En su revisión más reciente al manual de clasificación de enfermedades, la agencia de salud de las Naciones Unidas señaló que jugar compulsivamente videojuegos ahora califica como un problema de salud mental. El comunicado confirmó los temores de algunos padres, pero los críticos advirtieron que podría estigmatizar a demasiados jóvenes. La OMS dijo que clasificar la “adicción a los videojuegos” como un trastorno por separado ayudará a los gobiernos, a las familias y al personal médico a vigilar y estar mejor preparados para detectar los síntomas. La agencia y otros expertos se apresuraron a señalar que los casos son muy pocos y que según cálculos, no más de un 3% de todos los jugadores padecen el problema. Shekhar Saxena, director del departamento de salud mental y abuso de sustancias de la OMS, dijo que la agencia aceptó la propuesta de que la adicción a los videojuegos debía estar enlistada como un nuevo problema con base en evidencia científica, además de “la necesidad y demanda de tratamiento en varias partes del mundo”.
Por su parte, Joan Harvey, portavoz de la Asociación Británica de Psicología, advirtió que la nueva clasificación podría ocasionar una preocupación innecesaria entre los padres de familia.
“La gente debe entender que esto no significa que todos los niños que pasen horas en su cuarto jugando son adictos, de lo contrario los médicos se verán inundados con solicitudes de ayuda”, indicó la médica.
Otros acogieron la nueva clasificación de la OMS y dijeron que era crítica para identificar a las personas adictas a los videojuegos, debido a que a menudo son adolescentes o adultos jóvenes que no buscan ayuda por sí solos.
“Nos encontramos con padres que están angustiados, no solo porque ven que su hijo abandona la escuela, sino porque ven cómo se desmorona su estructura familiar”, dijo la médica Henrietta Bowden-Jones, portavoz del Real Colegio de Psiquiatras de Gran Bretaña y quien no está relacionada con la decisión de la OMS.