POR: JIMENA PALACIOS
De acuerdo a Forbes, Ryan simplemente se divierte frente a una cámara, para luego, con la ayuda de un adulto, subir sus aventuras a la red y así entretener a sus milllones de visitantes, entre ellos, sus compañeros de la escuela. Lo anterior hizo al pequeño tan popular que ahora puede regocijarse como el YouTuber mejor pagado habiendo alcanzado los 22 millones de dólares en 2018.
El producto que Ryan ofrece es sencillo: videos de corta duración en donde muestra a sus millones de visitantes las novedades en juguetes del mercado. Esto lo ha convertido en uno de los influencers más populares con 17.3 millones de seguidores y un total de 26 mil millones de visitas desde que inició el proyecto junto a sus padres en 2015. Además -y por si no lo sabían- Ryan cuenta con su propia línea de juguetes.
En YouTube existe una tendencia llamada unboxing, en el que las personas se muestran frente a una cámara abriendo empaques de artículos varios, los describen y los prueban. En el caso de Ryan, él se dedica a probar nuevos juguetes y quizá lo que haga más divertido a este pequeño es que no se guarda ni un gramo de emoción. ¿A qué clase de niño no le gustaría trabajar recibiendo nuevos juguetes cada día?
Pero, ¿es tan simple ganar dinero? No tanto. Primero que nada habría que tener el carisma de Ryan, en segundo lugar, ese dinero, o al menos 21 millones de dólares, provienen de publicaciones pagadas, por lo que hay que tener un buen plan de negocios. Sin embargo, el millón restante proviene de publicaciones patrocinadas, es bajo en comparación de otros YouTubers de la lista de Forbes, esto podría deberse a que los padres de Ryan no han aceptado todas las ofertas que les llegan.
Aun así y con todo el dinero que este niño YouTuber genera a través de sus videos, lo desconcertante es el hecho de que hay muchos más niños mirando a Ryan que jugando con sus propios juguetes, ¿por qué? porque viven a través de él.
De acuerdo a Chas Lacaillade, fundador y CEO de Bottle Rocket Management y quien representa a muchos YouTuber, este tipo de videos proporciona una especie de experimentación virtual.
“Después de ser dueño, lo mejor es experimentarlo virtualmente, ver a alguien más jugar con él”.
El simple hecho de pensar que ahora los niños prefieren emocionarse con juguetes que alguien más maniobra y se niegan a experimentar por ellos mismos, nos plantea un panorama difícil y polémico. ¿Será que llegó el momento en el que todos vivimos a través de pantallas?