A ti ciudadano.
Huachicol y huachicolero.
La palabra huachicol tiene su origen en el latín. No obstante, con el paso de los siglos, al sustantivo se le añadió el sufijo –ero (huachicolero) y fue adoptado en México para hacer referencia a aquellos individuos que adulteraban el alcohol para incrementar sus ganancias. Y, actualmente se emplea para señalar a quienes roban el combustible.
En el origen de las palabras, la raíz del sustantivo huachicol proviene del latín aquatus que significa aguado.
En un inicio, aquati hacía referencia a una técnica pictórica durante el siglo XVI. Tiempo después, esta palabra llegó a Francia donde se transformó en “gouache” sin perder el significado original.
Posteriormente, el concepto de gouache -pronunciado guach- llegó a México durante el siglo XIX. Aquí aludía a la pintura diluida en agua por lo que comenzó a utilizarse la expresión “a la gouache”.
Mientras tanto, en esa época, los vendedores de alcohol se dieron cuenta de que, si rebajaban el tequila o el aguardiente y lo vendían al mismo precio de una buena bebida, sus ganancias aumentarían. Debido a esto, comenzaron a fabricar bebidas que hoy conocemos como adulteradas. Con el paso del tiempo, los encargados de realizar y vender estas sustancias recibieron el sobrenombre de “guachicoleros”.
Tiempo después, quienes comerciaban con combustibles, imitaron dicha práctica. Fue así como empezaron a diluir tanto gasolina como petróleo y así los vendían. Por último, este apodo fue otorgado a aquellos que, de manera ilegal, extraían la gasolina de Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Según esta Academia, huachicolero es un derivado de huachicol. Dicho sustantivo alude a una ocupación u oficio. Sin embargo, en nuestro país tiene dos significados generales. Uno se refiere a una bebida alcohólica que fue adulterada. El segundo, por su parte, señala “una especie de pértiga que lleva en un extremo una canastilla”. Dicha canastilla es empleada para bajar la fruta de un árbol.
Excelente inicio de semana.