El candidato presidencial José Antonio Meade se encuentra en una situación difícil. Este primer debate es la gran oportunidad de relanzar su campaña. Con urgencia necesita romper inercias y dar un giro total a su estrategia electoral. Este debate y el posdebate, marcarán el éxito o el fracaso de su candidatura.
Y es que a Meade todo le ha salido mal. Sus cualidades personales y profesionales son excelentes, pero su campaña ha ido de fracaso en fracaso. Tiene que reinventar su campaña. Veamos:
1. Quiso ser candidato ciudadano. La estrategia inicial fue ser un candidato sin partido. Pero pidió al PRI “háganme suyo”, y este se lo engulló. Quedó atrapado y bloqueó su acceso a importantes grupos que aceptaban al candidato, pero no al partido. Fracasó su idea de ser candidato ciudadano. Hoy Meade luce como el más priista de todos los priistas.
2. Acabar con Anaya. Puso en marcha acciones para aniquilar al adversario más cercano. Se dio una cruel embestida contra Anaya, acusándole casi de todo y por todos los medios posibles. Desató una escandalosa jauría mediática, jurídica y política. Pero fue inútil. Anaya resistió. Meade cayó en las encuestas, y AMLOcosechó fabulosos beneficios.
3. Ubicarse en segundo lugar. Súbitamente se publicaron diversas encuestas que ponían a Meade en segundo lugar. Pero todas traían el sello de la casa. Buscaban enviar el mensaje de que Meade avanzaba y ya había superado a Anaya, y que ahora iría contra AMLO. Pero las encuestas serias ratificaron el tercer lugar para al candidato del PRI. Fue un nuevo fracaso.
4. Después vino el 7 de 7. Este fue un invento genial. Si la medida de transparencia era presentar el 3 de 3, entonces un 7 de 7 podría a Meade en la cúspide. Pero no supieron explicar el nuevo concepto, o a la gente simplemente no le interesó. El impacto político fue imperceptible. Los adversarios y los medios de comunicación hicieron caso omiso del tema. La estrategia fracasó.
5. Convocar debates sobre el patrimonio. Meade se transformó en macho alfa. Empezó a retar a sus contrincantes para que explicaran el origen de sus propiedades. Reiteradamente llamó a debate para contrastar trayectorias y fortunas. Nadie le tomó en serio. El tema pronto se diluyó.
6. Suma de adversarios. Ahora se busca impactar con la incorporación de personajes eran opositores a Meade. Ríos Piter y Silvano Aureoles, son los primeros. Pero esperan a muchos más, entre ellos a los candidatos independientes. Hasta ahora no se ha alterado la preferencia electoral. Pero los estrategas piensan que sí lo lograrán.
Definitivamente algo no está funcionando en la campaña electoral de Meade. Hay demasiados fracasos y tropiezos. Para tener posibilidad de triunfo, necesita resultados positivos. Está obligado a un buen desempeño en el debate. Algunos grupos políticos y empresariales ya lo dijeron: “esta es la última oportunidad que le damos a Meade”.