- El equipo de la UAG obtuvo su título de Liga un 30 de abril de 1994, en final disputada contra el Santo Laguna
Este día 30 de abril se cumplen treinta años de la conquista del título de Primera División por los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
El partido de vuelta contra el Santos se jugó la tarde del sábado 30 de abril de 1994, Día del Niño.
En aquel momento, los Tecos se convertían en el único equipo que había sido capaz de conseguir el campeonato en las tres divisiones. Hoy, por cierto, solamente los Tecos han ganado el título en las cuatro divisiones del futbol mexicano: Primera, Expansión, Segunda y Tercera.
Guerra y Vucetich
Veintitrés años antes, el 5 de julio de 1971, el equipo Tecos de la UAG fue registrado en el futbol profesional. Los éxitos llegaron muy pronto, fue campeón de Tercera y de Segunda División, logrando su arribo al máximo circuito a base de triunfos y campeonatos.
Pagó el noviciado al llegar a Primera División, pero también ahí se convertiría en un equipo protagonista, siempre con jugadores espectaculares y reconocidos directores técnicos.
El equipo venía de tres malos torneos cuando comenzó a gestarse la formación del que más tarde se convertiría en campeón del futbol mexicano. En 1991 se incorporaron dos jugadores brasileños cuya presencia fue decisiva para llegar a la cima: Osmar Donizete y Marcelo Goncálves.
La llegada del DT Alberto Guerra fue muy curiosa: antes de iniciar la temporada 1992-1993 Tecos fue invitado por la Bundesliga a realizar una gira por Alemania. La directiva llevaba el encargo de trasladarse a Austria para ofrecerle el puesto a Helmut Senekowitsch, quien ya había dirigido a Tecos. Pero ocurrió que, justo cuando el equipo ya estaba en el avión para viajar a Europa, el entonces vicepresidente del club, Antonio Leaño Reyes se bajó dejándole el lugar a otro directivo. La sorpresa fue que ese mismo día, Leaño Reyes anunció la contratación de Guerra. Los viajeros ya no tuvieron que ir de Alemania a Austria.
En la temporada 1992-1993, de la mano de Alberto Guerra, Tecos ya había dejado atrás la mala racha y daba muestras de fortaleza al quedar en cuarto lugar general y llegar a cuartos de final donde fue eliminado por el Monterrey con marcador global de 4-2. Para el siguiente año el equipo estaba en su punto y así lo demostró teniendo a Víctor Manuel Vucetich en el timón. Guerra había hecho un gran trabajo, pero recibió la oferta de Salvador Martínez Garza (qepd) de ir a las Chivas y aceptó.
Esta fue una temporada sensacional, Tecos fue el mejor equipo a lo largo del campeonato y en la liguilla. Fue el año del título. La noche del 30 de abril de 1994 el equipo de la UAG coronaba su trayectoria futbolística proclamándose campeón.
Tecos, superlíder
En el campeonato 1993-1994 participaron 20 equipos divididos en cuatro grupos, jugaron todos contra todos, ida y vuelta en la fase regular, en la cual calificaron los dos primeros de cada grupo y disputaron repechaje los dos mejores terceros lugares.
Los equipos participantes en esa temporada fueron: Tecos, Cruz Azul, Toluca, Santos-Laguna, Atlas, Guadalajara, Atlante, América, Necaxa, Atlético Morelia, Pumas, León, Monterrey, Puebla, Veracruz, Toros Hidalgo, Tigres, Leones Negros, Correcaminos y Querétaro. Este último descendió.
Tecos y Santos, los dos equipos finalistas, jugaron 38 partidos en la fase clasificatoria y seis más de la liguilla. Fueron 44 encuentros en total para cada uno de ellos.
Tecos quedó como líder general con 51 puntos, ganó 17 encuentros, empató 17 y perdió 4 (en ese tiempo se otorgaban dos puntos por juego ganado); anotó 49 goles y le anotaron 26, fue el equipo menos goleado. En la tabla general obtuvo tres puntos más que su seguidor más cercano, el Cruz Azul.
Sumando la fase regular y liguilla, Tecos jugó 44 partidos; ganó 21 partidos, empató 17 y perdió 6.
Seis equipos calificaron directamente a la liguilla: en el grupo 1, Santos y Necaxa; en el 2, Atlante y Atlético Morelia; en el 3, Cruz Azul y Toluca, y en el 4, Tecos y Atlas. A la reclasificación fueron América y Guadalajara, las Águilas siguieron avanzando, las Chivas se quedaron en el camino.
En cuartos de final, Tecos ganó 6-0 global (3-0 y 3-0) a Morelia; América se impuso 3-2 global a Cruz Azul; Toluca ganó 4-3 global al Atlante, y Santos se impuso 3-2 global al Atlas, eliminando así la posibilidad de una final entre equipos tapatíos (Tecos y Atlas) que muchos aficionados acariciaban.
En semifinales, Santos obtuvo el boleto a la final derrotando 2-1 global al Toluca. La otra serie entre Tecos y América resultó de campanillas: el equipo de la UAG ganó 3-2 el juego de ida en el estadio Azteca, pero los capitalinos vinieron al estadio Tres de Marzo decididos a cambiar las cosas, y estuvieron a punto de lograrlo ya que tomaron ventaja de 2-0 (4-3 global) lo que obligó a Tecos a irse con todo al ataque. Finalmente cayó el gol del empate global 4-4 que le daría el pase al equipo de la UAG (por sus tres goles de visitante). El gol fue producto de una maniobra casi inverosímil del brasileño Zwaricz, quien con un remate de cabeza desde fuera del área grande venció al portero americanista Marmolejo. ¡Tecos estaba en la final!
¿Cuándo fue Tecos campeón del futbol mexicano?
La noche del sábado 30 de abril de 1994 Tecos saltó a la cancha del estadio Tres de Marzo en busca de su primer título de Primera División; 23 años antes había iniciado la aventura en la Tercera División del futbol profesional; ahora ya tenía 19 años en la máxima categoría.
Si bien Tecos era el favorito para ganar el título, tendría que remar contra corriente porque el Santos se había puesto en ventaja de 1-0 en el juego de ida disputado en Torreón, además no contaría con una de sus figuras, el brasileño Goncálves que salió expulsado en el partido disputado en la comarca lagunera.
Los aficionados tapatíos tendrían una final después de siete años de sequía desde que el Guadalajara ganara el título ante el Cruz Azul en el estadio Jalisco.
El partido de vuelta fue muy cerrado desde el inicio. El público enmudeció cuando un disparo del argentino Héctor “Ruso” Adomaitis pegó en el travesaño, salvándose Tecos, pero luego explotó de alegría cuando “Chuy” Gómez anotó autogol en su portería empatando el marcador global 1-1.
El resto del encuentro fue parejo, a veces ríspido, y así terminaron los 90 minutos. Hubo dos expulsados por bando, en ambas porterías se fallaron goles que parecían hechos, a Tecos le anularon una anotación de Porfirio Jiménez, pero el encuentro no se iba a decidir con incidentes ni aproximaciones, sino con goles.
En los tiempos extra, Donizete se hizo del balón en los linderos del área grande, burló a tres rivales y disparó de zurda para anotar el gol del triunfo y del título. El estadio explotó de entusiasmo. Miles de papelitos de colores caían como lluvia en las tribunas. Tecos ya había probado las mieles del título en Tercera y Segunda División. Ahora era campeón de la división máxima.
Aquel partido fue narrado para la televisión por Enrique Bermúdez, Eduardo Trelles y Raúl Orvañanos.
Estas fueron las alineaciones:
TECOS: Carlos Briones, Javier “Chícharo” Hernández (Juan Parra), Mauricio Gómez, José Luis Salgado, Héctor Enríquez, Jaime Ordiales, Mauricio Gallaga, Porfirio Jiménez, Osmar Donizete, Eustacio Rizo (Roberto Medina) y Edson Zwaricz. Entrenador: Víctor Manuel Vucetich.
SANTOS: Adrián Marmolejo, Felipe Amezcua, Jesús Gómez (Juan Flores Barrera), Antonio Alcántara, Wagner de Souza; Diego Silva (José Luis Ortega), Antonio “Turco” Apud, Ramón Ramírez, Héctor Adomaitis, Richard Zambrano y Daniel “Travieso” Guzmán. Entrenador: Pedro García.
Festejo Tapatío
La jornada de aquel sábado 30 de abril finalizó con la entrega del trofeo de campeón, pero los aficionados seguirían festejando en la glorieta Minerva. Seguidores no sólo de Tecos sino también de los otros equipos locales celebraron este gran triunfo para el futbol de Jalisco.
Ocho días más tarde, el equipo de la UAG recibía el galardón “Ocho Columnas de Oro”, pero antes, a media semana, los flamantes campeones visitaron la Basílica de Zapopan y de ahí se trasladaron a Ciudad Universitaria en un vehículo descubierto acompañados por el equipo de basquetbol Tecos que también había resultado campeón nacional, y de ciclistas y jugadores de futbol americano de la UAG.
En el trayecto fueron ovacionados y finalmente, en la explanada del Centro de Diseño, recibieron el reconocimiento de la comunidad universitaria.
Tecos se había convertido en el primer equipo en ganar el título en las tres divisiones profesionales del futbol mexicano.
Plantel de Tecos 1993-1994
Porteros: Carlos Briones y Alan Cruz.
Defensas: Marcelo Goncálves, José Luis Salgado, Mauricio Gómez, Héctor Enríquez y Juan Parra.
Mediocampistas: Mauricio Gallaga, Porfirio Jiménez, Roberto Medina, Jaime Ordiales y Guillermo Vázquez.
Delanteros: Osmar Donizete, Edson Zwaricz, Jorge Gabrich, Eustacio Rizo, Javier Hernández y Claudio Morena.
D.T. Víctor Vucetich.
Futbol y valores
La periodista de deportes Irasema Mayoral tenía asignada la fuente del equipo Tecos en el periódico Ocho Columnas. Era una de las personas externas más identificadas con los jugadores porque asistía a los entrenamientos, partidos y eventualmente participaba en convivencias del plantel. Estuvo presente en todos los encuentros de Tecos, locales y de visitante, en esa temporada y advirtió el cambio positivo que se dio en el equipo y que lo llevó a conquistar el título.
Irasema, egresada de Comunicación de la UAG, recuerda el ambiente que prevalecía en Tecos aquella temporada de 1993-1994:
“Cuando los Tecos comenzaron a puntear, muchas miradas se posaron sobre ellos. Los reporteros llegaban puntuales a los entrenamientos en busca de una exclusiva. Los jugadores aparecían a diario en los medios y difícilmente alguien del público podía no reconocerlos, se convirtieron en algo así como unas celebridades. Sin embargo, supieron manejar muy bien aspectos extra cancha que mucho tuvieron que ver en el campeonato que ganaron ese año. Además de jugar bien al futbol, sabían cómo divertirse, llevar buena relación entre ellos y también poner los pies sobre la tierra.
“Para empezar, el club no les prohibía divertirse y ellos nunca dieron motivo para que sucediera lo contrario. Cada semana, los jugadores convivían con un asado. Había jugadores como Jaime Ordiales que no bebía alcohol y era el primero en llegar y el último en irse. La cerveza tampoco estaba prohibida, pero ellos sabían que quien se pasara lo reflejaría al día siguiente en el entrenamiento. Se permitía la convivencia, pero no se toleraba el bajo rendimiento, los jugadores se cuidaban responsablemente para cumplir las exhaustivas cargas de trabajo de una práctica.
“Lo cierto es que nunca se supo de algún castigo en el equipo por indisciplina.
“En cuanto a la buena relación que existía entre ellos, era algo que se notaba. Un claro ejemplo de esto fue el caso de Carlos Briones y Alan Cruz, ambos porteros que se turnaron la titularidad durante la temporada. Una lesión de Briones le dejó el campo libre a Cruz, pero en los últimos partidos, incluyendo la final, Briones regresó a la portería de titular. Ellos siempre dijeron que jamás se enemistarían por una decisión del entrenador. Briones cuenta que, a la fecha, la mayoría de los jugadores del equipo campeón siguen en contacto. Me dice que Alan y él se siguen comunicando para ver cómo están, y así con la mayoría del equipo.
“La popularidad nunca les despegó los pies de la tierra. Uno de ellos era el brasileño Osmar Donizete, el goleador del equipo con carisma dentro y fuera de la cancha. Le gustaban los tacos y era muy sencillo. Pese a la fama se le veía caminar del entrenamiento a su casa ya que vivía cerca. Su compatriota Marcelo Goncálves tenía una personalidad más seria, pero también se comportaba sencillo. No era raro verlo correr por las mañanas por las calles de Zapopan al lado de su esposa Andrea. Ellos eran las estrellas del equipo, pero no lo demostraban.
“En general el equipo de Tecos supo vivir esos momentos de éxito con una combinación de futbol y valores personales”.
Identificación universitaria
La cercanía del estadio Tres de Marzo con las escuelas y facultades de la universidad, con la cafetería, la biblioteca, el gimnasio y otras áreas, propició una identificación natural entre los futbolistas que se paseaban por esos espacios y la Comunidad Universitaria.
Después del entrenamiento, algunos jugadores iban a la cafetería a comer tacos de barbacoa o un mollete, que eran especialidad de la casa. Los estudiantes aprovechaban para pedir autógrafos y tomarse fotografías con ellos. Otros jugadores acostumbraban relajarse en la Biblioteca Central leyendo o simplemente descansando, y no era raro verlos en eventos culturales acompañados de sus familiares.
Varios jugadores, así como integrantes del cuerpo técnico asistían asiduamente a los partidos del equipo de basquetbol profesional de Tecos. Los brasileños eran de los más aficionados.
El periodista de deportes Omar Fares, egresado de la UAG precisamente en 1994 y dos veces ganador del Premio Jalisco de Periodismo, recuerda:
“El equipo de futbol creó una relación de convivencia con la Comunidad Universitaria, con los estudiantes y maestros.
«Los Tecos como equipo de futbol fueron para los estudiantes una manera de vernos reflejados en algunos de sus jugadores más emblemáticos.
“El título de la temporada 1993-1994 fue la coronación de un largo sueño acariciado desde la fundación del equipo, y que también fue importante para la zona de Zapopan».
Aquel equipo no sólo ganó un campeonato, también se ganó el respeto y cariño de la Comunidad Universitaria.