JIRONES DE NUESTRA HISTORIA:
9 DE MARZO DE 1916, PANCHO VILLA INVADE A ESTADOS UNIDOS, ATACA Y DESTRUYE COLUMBUS, NUEVO MÉXICO; PERO ¿PORQUÉ?, ¿QUÉ MOTIVOS HUBO DETRÁS DEL ATAQUE?
Por: José Luis Jaramillo Vela
El ocaso de un Caudillo
En 1914, Pancho Villa estaba en la cima de su período como revolucionario, era Gobernador del Estado de Chihuahua, estaba al frente de la poderosa y temida División del Norte; había derrocado al usurpador Victoriano Huerta al destrozar al Ejército Federal en la Toma de Zacatecas, provocando la renuncia de Huerta a la Presidencia de la República y su posterior exilio en Jamaica, Reino Unido, España y Estados Unidos.
A partir de aquí, se suceden una serie de acontecimientos que comenzaron a dar pie al ocaso de Villa como revolucionario. El primero de ellos, es que, a la caída de Huerta, se instala el Gobierno Constitucionalista de Venustiano Carranza; esto no le gustó a Villa, porque él había derrocado a Huerta y sentía que tenía derecho a incidir en el gobierno, para nadie era un secreto que Pancho Villa impulsaba y quería que el General Felipe Ángeles fuera el Presidente de la República. Villa, quien en un principio apoyaba a Carranza, rompió con él justo unos días antes de la Toma de Zacatecas y ahora le disgustaba tenerlo como Presidente.
Ahora Villa, se dedicaría a tratar de derrocar a Carranza, a quien le sucedió lo mismo que a Madero, una vez en el poder, se olvidaron y se alejaron de los objetivos de la Revolución Mexicana, dejando al pueblo sumido en la misma miseria. Carranza nunca se consideró enemigo de Villa, pero si sabía que Álvaro Obregón y Pancho Villa eran enemigos jurados y por ése motivo nombró a Obregón como su Secretario de Guerra y Marina, sabiendo que Obregón podría contener los ímpetus de Pancho Villa para derrocarlo. Con Obregón al frente del Ejército Constitucionalista, Villa y la División del Norte comienzan a perder fuerza y
notoriedad; durante el siguiente año y medio, Álvaro Obregón derrotó de manera contundente a Villa en las Batallas de Celaya, de la Trinidad y la gota que derramó el vaso fue la Batalla de Agua Prieta.
En la Batalla de Celaya, Pancho Villa muestra sus grandes dotes como estratega militar, pero se da cuenta de dos cosas; la primera de ellas es que el Ejército Constitucionalista de Álvaro Obregón trae en su artillería 130 cañones nuevos de largo alcance y los rifles de última generación que portan los soldados; lo segundo es que sus hombres, se quejan de que las municiones calibre 7×57 mm. Mauser, algunas de ellas no detonan; más tarde, Villa se enteraría del porqué.
La debacle de Agua Prieta… y la huída
Después de la serie de derrotas en Celaya, Villa se retira a Chihuahua; va a planear el asalto a Agua Prieta y la costa del Pacífico y a recibir un enorme cargamento de municiones que le enviaría desde El Paso y Columbus su principal proveedor de armas y municiones, el judío lituano estadounidense Samuel Ravel; pero la suerte de Villa no mejora, el General Felipe Ángeles, uno de sus hombres más leales y de máxima confianza, le informa que el armamento y la artillería nueva con la que habían perdido las batallas de Celaya, había sido proporcionado a Carranza por Francia e Inglaterra, lo que indicaba que preferían tener tratos con Carranza y no con él o con un gobierno netamente popular.
Justo cuando estaba por salir con sus tropas rumbo a Agua Prieta, es informado de la muerte de su segundo hombre de máxima confianza, el General Rodolfo Fierro, quien murió ahogado en la laguna de Casas Grandes; este hecho pesó hondo en el ánimo de Villa y de toda la División del Norte, bajó el ánimo de la tropa y del mismo Villa, de quien se dijo, fué la única vez que se le vió llorar; pero no había marcha atrás, y había que salir a pelear, el plan de guerra trazado, era tomar Agua Prieta, después Hermosillo y finalmente Culiacán y Mazatlán.
Sin embargo, la inteligencia militar, ya le había informado a Obregón de los planes de Villa, esto le dió a Obregón la posibilidad de prepararse y anticiparse; ya que en Agua Prieta ya lo esperaban el General Álvaro Obregón y el General Plutarco Elías Calles, en Hermosillo ya lo estaba esperando el General Benjamín Hill y en el norte de Sinaloa, en los límites con Sonora, ya lo esperaba el General Ángel Flores, dispuesto a no dejarlo entrar a Sinaloa. Villa nunca se enteró de que Obregón ya sabía sus planes y próximos movimientos
La madrugada del 1 de noviembre de 1915, Pancho Villa y la División del Norte, a las afueras de Agua Prieta, Sonora, cuando avanzaban con el mayor sigilo, los sorprende el General Plutarco Elías Calles encendiendo enormes reflectores eléctricos, causando una enorme confusión entre los villistas que de pronto se vieron atacados y obligados a replegarse en Agua Prieta, en donde se dan cuenta de que las municiones que les vendió Ravel, no servían, no detonaban; para colmo de males, desde Douglas, Arizona, cruza otra sección de tropas al mando del General Álvaro Obregón, Villa se vió acorralado y sin munición, muchos villistas cayeron abatidos y a Villa no le quedó más remedió que ordenar la retirada y salir huyendo de ahí, algo que él nunca hacía, pero las circunstancias lo ameritaban.
Villa retorna a Chihuahua con un sinfín de preguntas acerca de que les había sucedido, tenía que investigar y saber por qué Plutarco Elías Calles los estaba esperando, de donde sacaron reflectores, por qué no sirvieron las municiones, por qué Obregón los atacó desde Estados Unidos. Preguntas que no podía responderse y lo angustiaban.
El Káiser, Victoriano Huerta y el complot alemán; la traición de Wilson; el perjudicado: Villa
De regreso en Chihuahua y derrotado, Pancho Villa recibe otro golpazo, se entera de que el Presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson acaba de reconocer al Gobierno del Presidente Venustiano Carranza; como pocas veces lo hacía, Villa enfurece, iracundo y colérico maldice a Wilson, quien le había ofrecido ayuda en armamento y municiones y ahora se sentía traicionado… pero eso no sería todo.
Meses antes de la debacle de Agua Prieta, en Europa y en Estados Unidos sucedieron algunos hechos, de los cuales, por su naturaleza, ni en México y por lo tanto Villa tampoco, no estaban enterados ni se sabía nada. Villa comenzó a ser informado en retrospectiva de toda esa serie de acontecimientos que se habían sucedido y que terminaron por perjudicarlo a él y vinieron a fortalecer al gobierno de Carranza. Los hechos fueron los siguientes:
Durante su exilio en Europa, Victoriano Huerta establece relación con el Káiser Wilhelm II de Alemania, quien le ofrece dinero y armas para iniciar una contrarrevolución y acabar con Villa, quien era la cabeza más visible de la Revolución Mexicana y efectuar un golpe de Estado en México y volverlo a instalar como Presidente; la intención del Káiser era reinstalar a Huerta en el poder, para lo cual Huerta se había comprometido a que una vez hecho de nuevo Presidente, iniciaría una guerra con Estados Unidos para mantenerlos fuera de la I Guerra Mundial, también para interrumpir la venta de armas y municiones de Estados Unidos a los países aliados y para que Alemania tuviera acceso al petróleo de México, que en ese momento era el principal productor en el mundo.
Para ello, Huerta llega a Nueva York y ahí en Hotel Manhattan, se entrevista personalmente y vía telefónica con los agentes alemanes Abraham Ratner y Franz von Rhintelen; Huerta y sus amigos nunca se dieron cuenta de que el Servicio Secreto había intervenido sus conversaciones telefónicas y vigilado sus entrevistas; Huerta solicita un permiso para el traslado de mercancías desde Nueva York hasta El Paso, Texas, en donde es detenido junto con su cómplice Pascual Orozco; se les confiscaron dos millones de dólares y más de doce millones de balas calibre 7×57 mm. Mauser.
El presidente Woodrow Wilson ordenó que todas las balas fueran enviadas a Canutillo, cerca de El Paso para ser vaciadas e inutilizadas y una vez concluida la tarea, ordenó que le fueran entregadas al traficante de armas Samuel Ravel, a quien le dieron la orden de vendérselas únicamente a Pancho Villa para hacerlo fracasar en sus incursiones; también se enteró Villa de que el enojo de Wilson con él se debía a la negativa de Villa a ayudarle a Wilson a anexarse la Baja California; en cambio, Carranza si le prometió a Wilson la Baja California a cambio de reconocer a su gobierno, pero fiel a su estilo, una vez otorgado el reconocimiento, Carranza se echó para atrás, dejando a Wilson chiflando en la loma.
Otra noticia de la que se enteró Villa, fué de que Francia e Inglaterra estaban proveyendo armamento y artillería nueva a Carranza, para acabar con la revolución, a cambio de petróleo; de todas estas situaciones se vino enterando Villa demasiado tarde. Villa se sentía muy lastimado y herido pero, sobre todo, traicionado. Pero la cereza del pastel fué enterarse de que Woodrow Wilson había provisto de potentes reflectores eléctricos a Obregón y le había facilitado el acceso a él y sus tropas para desde territorio estadounidense atacar a la retaguardia de Villa en Agua Prieta; esto terminó por enloquecer al Caudillo.
Pancho Villa enloquece, busca venganza, regresa al bandidaje y ataca Columbus, N.M.
Pancho Villa, sin tener formación militar, era un guerrero nato y un estratega militar muy brillante, era feroz y valiente, pero también muy inteligente y muy leal, Villa a pesar de todo, nunca en su vida traicionó a nadie ni a nada y tal vez el enterarse de todas estas situaciones y entramados, se vió en un escenario que no conocía y para el que tal vez no estaba preparado: el de la política, la traición y la intriga internacional.
A partir de aquí Villa cambió mucho, se ve a un Villa enojado, molesto y vengativo; comienza a planear como vengarse del Presidente Woodrow Wilson y de Samuel Ravel que lo habían engañado y traicionado. En enero de 1916, Villa envía un grupo de hombres al mando del General Ramón Banda Quezada, con la orden muy clara, en Santa Isabel, Chihuahua emboscaron y detuvieron un tren de la México Northwestern Railway, de entre todos los pasajeros bajaron a 18 ingenieros estadounidenses de la Compañía Minera ASARCO, que se dirigían a las minas de Ocampo; los bajaron y ahí mismo, junto a las vías fueron brutalmente masacrados. Pancho Villa había cruzado la línea, dejando de ser un revolucionario para convertirse en un bandido y un bandolero; dejando un mensaje muy claro de que estaba molesto con Estados Unidos y su Presidente Woodrow Wilson, quien de inmediato lo catalogó como un bandido y le exigió al Presidente Carranza que le entregara a Villa a la justicia americana; Carranza se negó.
Ahora Villa centró su atención en Samuel Ravel, el intermediario que le vendía armas y municiones; entre Ravel y Wilson lo habían timado, vendiéndole doce millones de cartuchos inservibles la mayoría de ellos. Samuel Ravel vivía en Columbus, Nuevo México, en donde tenía su residencia, era dueño de un hotel, un saloon, un restaurante, una farmacia y una tienda de almacén general, donde vendía herramientas, artículos para agricultura y ganadería, víveres y por supuesto, armas; el plan de Villa era solamente entrar a Columbus, secuestrar a Samuel Ravel y llevarlo a Chihuahua. Luego cambió su plan, arrasaría la ciudad como mensaje a Wilson y secuestraría a Ravel. Villa sabía muy bien que en Columbus estaba una guarnición militar que albergaba al Décimo Tercer Regimiento de Caballería del Ejército de Estados Unidos, a pesar de eso, decidió atacar, era tanto su coraje, su ira y su sed de venganza que decidió correr el riesgo.
El 17 de febrero de 1916, Villa y su gente se estacionan en Jerónimo, Chihuahua, un punto intermedio entre El Paso y Columbus; ahí decide darle una única oportunidad a Samuel Ravel, envía al General Candelario Cervantes y al General Martín López a buscar a Ravel a Columbus y a El Paso para exigirle la devolución del pago o la reposición de doce millones de balas, la mayoría inservibles, por balas nuevas que sí detonen; la respuesta de Ravel, quizá envalentonado por sentirse protegido por su presidente, fué en un tono despectivo: “Dile a Pancho que yo ya no trato con bandidos mexicanos”. Y Candelario Cervantes le llevó la respuesta a Villa.
Poco antes del amanecer del jueves 9 de marzo de 1916, cruzando por el punto fronterizo de Puerto Palomas, Chihuahua, Pancho Villa al frente de seiscientos hombres irrumpen la tranquilidad del alba y atacan a Columbus, Nuevo México, tomando por sorpresa y todavía dormidos a todos los pobladores, incluyendo al personal de la guarnición militar, quemando todo a su paso, los hombres buscaban a Ravel casa por casa y al no encontrarlo, les prendían fuego a todas; desde el hotel y los edificios los civiles comenzaron a dispararles, causando varias bajas villistas; los militares reaccionaron y al mando del Coronel Herbert Jermaine Slocum, con 353 efectivos hizo frente a la situación y trató de defender a la población; pero el pueblo ardía en llamas, era tanta la humareda de los incendios que dificultaba la visión y la visibilidad; la ciudad era un caos de gritos, balazos, incendios y gente, civiles y familias enteras huyendo
del poblado que ardía en llamas; los hombres de Villa localizan a Arthur Ravel, hermano menor de Samuel, de tan solo 16 años y lo arrastran por las calles buscando les diera el dinero o les dijera donde estaba Samuel; el muchacho les indicó que su hermano mayor había ido a El Paso a arreglarse los dientes, luego de esto lo soltaron.
El pueblo de Columbus, Nuevo México quedó completamente arrasado y reducido a cenizas; a pesar de la superioridad en hombres y del factor sorpresa, Pancho Villa perdió a 120 hombres el saldo final del ataque, fue de 120 villistas muertos, por la otra parte, el Coronel Slocum perdió a 38 soldados muertos en acción, tres heridos, 18 soldados hechos prisioneros que después fueron fusilados en Chihuahua; perecieron 41 civiles inocentes. Además los villistas se llevaron 80 caballos, 30 mulas y 300 fusiles.
Después de este ataque, el Presidente Woodrow Wilson ordena invadir a Chihuahua y llevar a Pancho Villa a la justicia estadounidense, para ello se organizó la “Expedición Punitiva”, en la que diez mil soldados con lo último en tecnología y armamento militar, bien entrenados, bien equipados y bien alimentados, no pudieron con Pancho Villa, pero ese será el tema de otra historia.
Controversias
+ La familia de Samuel Ravel afirmó que sí trataban con revolucionarios y generales mexicanos, pero nunca tuvieron tratos con Pancho Villa; sin embargo, un estudio del Departamento de Historia de la Universidad de Texas en El Paso dirigido por el Dr. McGaw, en donde se entrevistó a todos los sobrevivientes del ataque a Columbus, absolutamente todos desmintieron a la familia Ravel.
+ Algunos historiadores no se ponen de acuerdo en el número de bajas villistas, unos manejan 120 y otros de 78; igual con las bajas de soldados gringos, algunos manejan la cifra de 38 y otros de 20 soldados muertos.
+ Algunos historiadores dicen que Villa no estuvo en el ataque a Columbus, pero la gran mayoría afirma que sí, y tiene sentido, pues si buscaba venganza, ¿por qué enviar a alguien en su lugar?
+ El historiador pro – villista, Friedrich Katz menciona que él “no ha encontrado ningún dato escrito que señale que Pancho Villa fue a Columbus para buscar y castigar a Samuel Ravel”, los historiadores más serios y objetivos se preguntan, si no es así, entonces ¿a qué fue a Columbus?
+ En julio de 1914, en Puerto Palomas, Chihuahua Villa había ordenado el arresto de Samuel Ravel por venderle armas al guerrillero huertista Roque Gómez; en esa ocasión quedó libre gracias a la intervención del senador estadounidense Albert Falls.
+ Algunos historiadores mencionan que Villa se llevó a Arthur, el hermano mayor de Samuel Ravel y lo fusiló en Chihuahua; otros historiadores ni siquiera mencionan el hecho.
Fuentes Bibliográficas:
+ laizquierdadiario.mx + www.gob.mx/sedena/documentos