Periodismo en Riesgo | Sin libertad de prensa, la democracia se resiente
Si Julian Assange es extraditado a Estados Unidos, se generaría un peligrosísimo precedente tanto para el periodismo libre como para el derecho de acceso a la información en el mundo, asegura su abogado Martha Ramos y Alejandro Jiménez
La libertad de expresión y la democracia en el mundo fueron gravemente dañadas por la detención del periodista Julian Assange, fundador de Wikileaks –el portal de noticias desde donde se coordinó la difusión mundial de información que probaba la comisión de crímenes de guerra en Irak por parte de Estados Unidos–, asegura su abogado Aitor Martínez, quien habló en exclusiva para el podcast Periodismo en Riesgo, de la Sociedad Interamericana de Prensa, que produce la Organización Editorial Mexicana.
“Después de ese antecedente, ¿qué periodista en el mundo será capaz de difundir información que afecte los intereses de EU?”, se pregunta el jurista, quien forma parte del despacho legal del exjuez español Baltazar Garzón.
“El daño se hace directamente a la democracia, puesto que la libertad de prensa es la piedra angular del control del ejercicio del poder. Pensemos que la democracia se sostiene sobre la base de un término que en inglés es acountability, que se suele traducir al español como la rendición de cuentas que los gobernantes tienen que presentar a los gobernados, para que haya una fiscalización del ejercicio del poder. Si no existe una efectiva libertad de prensa, si los medios de comunicación no pueden controlar con eficacia el ejercicio del poder, la propia democracia se resiente”.
Assange se encuentra actualmente privado de su libertad en Belmarsh, una prisión de máxima seguridad a las afueras de Londres, donde esperaba que se resolviera un proceso de extradición a requerimiento de la justicia estadounidense. Cabe recordar que fue detenido el 11 de abril de 2019 tras dejar de ser asilado político en la embajada de Ecuador en Gran Bretaña.
Para sus abogados, la vida de Assange corre peligro.
“Está en un estado de salud muy delicado. Estuvo casi siete años recluido en una minúscula embajada en Londres, sin acceso al aire fresco ni a la luz solar. No tuvo tratamiento médico cuando fue detenido”.
Relata que en ese entonces, ellos pidieron que fuese ingresado a un centro hospitalario por su delicado estado de salud, sin embargo las autoridades británicas decidieron recluirlo en un penal de máxima seguridad donde ha estado incomunicado todo este tiempo, aislado en una celda de la cual sale solamente una hora al día, y además sin tener contacto con el resto de reclusos.
“La situación actual en la que se encuentra el señor Assange es gravísima, desde el punto de vista de la salud psíquica y física. Deberá ser otro elemento a tomar en cuenta por la justicia británica en el marco de la extradición que enfrenta. Si fuera enviado a EU, peligraría gravemente su vida por lo que ha sufrido en los últimos 10 años”.
Cuenta que recientemente el relator de la ONU contra la tortura visitó a Assange con un equipo médico y decretó que ha sido sometido a una grave y sistemática tortura durante estos años, misma que le pueden llevar a la muerte.
Aun así, el abogado confía en los jueces ingleses. “La justicia británica es confiable y debe fallar en contra de la entrega del señor Assange a EU, porque su entrega a la jurisdicción norteamericana generaría un peligrosísimo precedente para la libertad de prensa y el derecho de acceso a la información en el mundo. Es decir, este caso no afecta a una sola persona, sino a la comunidad de medios de comunicación del mundo, porque generaría un peligrosísimo precedente para todos.”
QUÉ DEBE CAMBIAR
A la pregunta de qué debería cambiar en el derecho internacional para que casos como éste no se repitan en el futuro, Aitor Martínez refiere que más que cambiar leyes, hay que aplicar las existentes.
“Lo que la jurisdicción norteamericana tendría que hacer no sería cambiar su marco jurídico sino respetar las leyes existentes y el derecho a la libertad de prensa que ya existe como un derecho institucional. Está consagrado en la primera enmienda de la Constitución estadounidense e históricamente ha protegido a los grandes periodistas de investigación norteamericanos, como en el caso Watergate o en el de los papeles del Pentágono. La primera enmienda siempre fue respetada por la jurisdicción de EU”.
El abogado aclara que quien presentó la demanda contra Assange no fue la administración del presidente Barack Obama, durante la cual se habrían registrado los hechos difundidos por Wikileaks, sino por la de Donald Trump, “quien tiene abierta una guerra directa con los medios de comunicación y basa sus acusaciones en la Ley de Espionaje de 1917, que fue una ley que se creó para perseguir espías en el marco de la Primera Guerra Mundial”.
Es decir, el jurista resalta que se está aplicando una ley de espionaje a un periodista por publicar información veraz, por eso no se trata de cambiar el marco legal, sino de que se respete el derecho a la libertad de prensa que está establecido en su Constitución y que desde hace más de un siglo se ha respetado en términos absolutos.
“De ahí que consideremos que esta persecución contra el señor Assange se ha convertido en una involución de la libertad de prensa en EU”.
Sobre el hecho de que Wikileaks haya dejado de ser una alternativa a la libre difusión de las noticias y la información debido a la detención de Assange, Martínez refiere que el portal se mantiene, que tiene instalaciones y un director.
“Para mi no debería resultar polémica la acción de WikiLeaks. Es una agencia de noticias y el señor Assange es simplemente un periodista que introdujo en el mundo de la comunicación un elemento innovador, que fue crear un sistema de información exclusiva que garantiza en términos absolutos que ni siquiera el propio WikiLeaks pueda conocer el origen de esa información. Sobre esa base revelaron y publicaron información que era de interés público, como por ejemplo la comisión de crímenes de guerra por parte del ejército norteamericano en Irak y Afganistán”, señala Martínez
Aunque sí refiere que WikiLeaks también es objeto de agresión cibernética. Grupos financieros como VISA, MasterCard y PayPal suspendieron los pagos dirigidos hacia el sitio ante el temor de sufrir represalias electrónicas. Eso puede generar problemas inmediatos pero dice que aun si el sitio es desactivado por completo –lo cual ha sucedido un par de veces– puede ser clonado en mas de un millar de lugares.
“Hay miles de páginas controladas por personas completamente diferentes que ahora están manejando a WikiLeaks, así que no temo que sea detenido por medios técnicos”, asegura Martínez.
LAS FECHAS CLAVE
Sobre el futuro del proceso contra Julian Assange, su abogado señaló que el periodo de la vista de extradición se celebró del 24 al 29 de febrero y posteriormente hubo un receso. Se retomó la vista el 18 de mayo, que se celebró durante tres semanas consecutivas hasta el 5 de junio y quedó todo listo para la sentencia.
Si la sentencia es desfavorable y se acuerda mandarlo a Estados Unidos, Julian Assange podría apelar, proceso que llevaría hasta dos años.
“Sin embargo, nosotros confiamos plenamente que la justicia británica ponga su razón a esta absoluta arbitrariedad y ponga ya fin en esta instancia tan desproporcionada y absolutamente ilegal de EU”, concluye Aitor Martínez.
Este 04 de de enero de 2021, la justicia británica dictamino que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, no debería ser extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos por violar una ley de espionaje y conspirar para obtener documentos secretos interfiriendo computadoras del gobierno.
La jueza británica Vanessa Baraitser decidirá este miércoles. 06 de enero, si concede la libertad condicional a Julian Assange, actualmente en prisión provisional, tras haber rechazado su extradición a Estados Unidos por motivos de salud.