Entre dulces, platillos y demás manjares de la ofrenda, es posible mantener una rutina saludable durante estas fiestas, una de las claves es cuidar la cantidad y la combinación de los alimentos
La celebración del tradicional Día de Muertos es una gran oportunidad para reflexionar sobre la importancia que tiene la dimensión social y psicológica en la alimentación.
¿Te imaginas un altar de muertos sin comida? La comida con su aroma, textura, sabor, etc. nos lleva a revivir momentos importantes en nuestra vida y más relevante aún, a las personas amadas, es por esto que las celebraciones siempre van acompañadas de diferentes platillos; y que mejor ejemplo de la gran variedad de estos en esta fiesta.
Los alimentos además de nutrimentos nos dan placer, recuerdos, momentos para convivir, cultura y nutren nuestra alma; de hecho la gastronomía mexicana considerada patrimonio de la humanidad por la UNESCO es prueba de esto.
Dependiendo la región del país se preparan diferentes platillos, por ejemplo el mucbilpollo en Yucatán, guarapo e n Tabasco, mole amarillo en algunas zonas de Oaxaca, etc. Incluso el pan de muerto cambia dependiendo de la región
Lo que debemos de reflexionar es que se puede disfrutar de todos estos platillos de forma saludable y sin caer en excesos. Para lograrlo hay que estar conscientes de las calorías que estos platillos aportan, por ejemplo:
- 1 rebanada de pan de muerto (sin relleno): 333 kcal
- 1 pieza de tamal: 365 kcal
- 1 rebanada grande de mucbilpollo: 800 kcal
- 100 g dulce de calabaza: 450 kcal
- 90 g de pollo con mole: 353 kcal
Ahora que sabes en promedio las calorías de algunos platillos, la idea es cuidar tanto la cantidad como la combinación de tus comidas a lo largo del día. Estas son algunas recomendaciones: