by GRETA PADILLA
Como parte de las actividades de este 2022 del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), BARDO, el último largometraje de Alejandro González Iñárritu, fue el elegido para abrir esta edición en la que, además, se celebran 20 años de la fiesta de cine más grande en nuestro país.
Esto, previo a su estreno en cines en México el próximo 27 de octubre en una histórica salida de Netflix. ¿La razón? BARDO tendrá una ventana de siete semanas en cartelera en varias salas, antes de que llegue al catálogo de originales de la plataforma de streaming.
Y es comprensible por qué Netflix le apuesta tanto a este proyecto. Primero, porque Iñárritu es uno de los cineastas más importantes en la actualidad, ganador varias veces del premio Oscar (dos como director); en segundo lugar, porque esta cinta marca su regreso a México después de 20 años (Amores perros fue su primer y último filme por acá).
En tercero, el elenco es espectacular comandado por Daniel Giménez Cacho; y en cuarto, porque el equipo de producción es de primera entre viejos y nuevos colaboradores como Nicolás Giacobone en el guion, Eugenio Caballero en el diseño de producción, Anna Terrazas en el vestuario, Darius Khondji en la fotografía, Bryce Dessner en la música, y Nicolas Becker en el sonido.
Y en quinto, pero no menos importante, porque BARDO fue la película seleccionada por la Academia para representar a México en la edición de 2023 de los premios Oscar. AQUÍ la info. Las posibilidades son altas ante lo que enumeramos con anterioridad. Así que por acá, analizamos, entre todas las categorías, cuáles podrían ser las más fuertes para BARDO y Alejandro González Iñárritu.
Mejor Director
Alejandro González Iñárritu nos tiene acostumbrados a filmes un tanto complejos. No sólo en la historia y el desarrollo de los personajes, sino al presentar un estilo fílmico único que va desde las historias coral (y un fascinante análisis del “efecto mariposa”), los planos secuencias elaborados o la implementación de nuevas técnicas (como con Birdman, la cual se convirtió en la primera cinta 100 por ciento digital en ganar el Oscar a Mejor Película).
BARDO no es la excepción. Y lo que logra desde la dirección de un proyecto tan grande, y al mismo tiempo emocional y personal, es impresionante. Iñárritu, una vez más, se convierte en el maestro de una enorme orquesta a la que primero tuvo que abrirle su corazón, en sus mismas palabras, para que entendieran que en BARDO, todo se trata de una interpretación alimentada de imaginación.
Para el director, como dijo en conferencia de prensa en el FICM, toda su historia y la del protagonista va de reconocer que la realidad es lo que uno quiere ver, lo que uno entiende. “El arte“, dijo, “nos permite imaginarnos el mundo que no tenemos“. Y BARDO es un sueño inmenso donde refleja sus miedos, preocupaciones, momentos de felicidad y ausencias.
Plasmar todo eso en una pantalla, no es nada sencillo. Pero Iñárritu lo logró en una de las películas mexicanas más grandes (en proporciones) de los últimos años, y un ejercicio fílmico por parte del creador de revelarse. Son grandes las posibilidades de una nominación al Oscar para Alejandro González Iñárritu en la categoría de Mejor Director.
Mejor Actor
Ahora bien. Iñárritu logró escribir su historia, una bastante compleja e íntima. El ejercicio de actuación, por ende, no podía ser simple al intentar representar la visión de la vida, personal y social, de una persona. ¿Y qué actor podía traducir eso? Daniel Giménez Cacho es la respuesta, quizá el mejor actor en el país actualmente.
Giménez Cacho da vida a Silverio Gama, un periodista y documentalista que tras 20 años de vivir en la ciudad de Los Angeles en Estados Unidos (aclamado por as instituciones de dicho país), regresa a México para reencontrarse con un lugar extraño al que ya no pertenece. Y esto, al mismo tiempo, le muestra que ya tampoco es del lugar que dejó.
Lo que hace Giménez Cacho es espectacular al ocupar una inmensidad en todo momento que obliga al actor a interpretar diversos personajes en una misma escena o secuencia. Y eso pocos lo logran. Otro punto grandioso en su trabajo es la manera en la que asimiló diálogos rebuscados a partir de reflexiones largas, en las que en todo momento digiere con naturalidad.
Entre las predicciones de varios medios internacionales, se apuesta por la presencia de Daniel Giménez Cacho entre los nominados para la categoría de Mejor Actor en los premios de la Academia. Quizá la contienda se venga complicada con nombres como el de Brendan Fraser por The Whale; pero es casi un hecho de que el actor mexicano tendrá presencia por allá.
Mejor Fotografía
Iñárritu ha colaborado con dos de los fotógrafos (mexicanos, por cierto) más aclamados en la industria: Emmanuel “El Chivo” Lubezki, quien trabajó en las ganadoras del Oscar The Revenant y Birdman); y Rodrigo Prieto, con quien arrancó en Amores perros, 21 gramos, Babel y Biutiful).
En este 2022, por primera vez, se une a otro aclamado cinefotógrafo: Darius Khondji, quien ha llevado la dirección de fotografía de grandes filmes como Se7en, Alien Resurrection, Panic Room, My Blueberry Nights, Midnight in Paris, Amour y Uncut Gems.
Como podemos ver, Khondji realiza una trabajo de fotografía bastante “reducido”; es decir, que sus espacios con muy cerrados para crear atmósferas íntimas que sirven, en la mayoría de los casos, para potenciar el dolor, la soledad y el miedo.
Eso lo lleva a BARDO, en donde no sólo trabaja escenarios pequeños, sino que las proporciones también crecen entre el recorrido que el protagonista hace por la Ciudad de México y algunos otros lugares del país. El resultado es, por decir lo menos, increíble en un espectáculo visual donde el tono de la historia dicta el tono, la saturación y la historia onírica.
Mejor Diseño de Producción
En 2006, Eugenio Caballero se llevó el Oscar a Mejor Diseño de Producción gracias a su trabajo en El laberinto del fauno de Guillermo del Toro. Esto es impresionante si consideramos que esta cinta fue la primera “oficial” para Caballero, quien había reunido créditos como asistente o decorador.
Y fue a partir de ahí, que su carrera se fue a las nubes con colaboraciones con Carlos Cuarón, Juan Antonio Bayona y Alfonso Cuarón, esta última nominada. Este 2022 suma a sus créditos a BARDO, su primer trabajo con Alejandro González Iñárritu que estamos seguros aparecerá entre las nominaciones a los Oscar.
El guion de Iñárritu y de Nicolás Giacobone hace un viaje onírico entre las realidad y la ficción de un hombre que a la vez que se reencuentra con su país y su identidad, también se reencuentra con su familia. Caballero construyó algunos “pedazos” de sets como el departamento de la familia Gama en un desierto, y asñi, tradujo los sueños y las memorias del director.
Mejor Edición / Edición de Sonido
Ya hemos mencionado en varias ocaciones que BARDO es una interpretación onírica de la realidad de Iñárritu, la cual oscila entre lo sublime y lo ridículo, “celebrando la contradicción”. El cineasta reunió, como vemos, a un enorme equipo que logró realizar cada uno de los escenarios y las intenciones en la historia.
Y dos partes sumamente destacadas son la Edición, la cual corrió a cargo del mismo Iñárritu, y la Edición de Sonido en la que participó Nicolas Becker, ganador del Oscar por su trabajo en Sound of Metal junto a los mexicanos Jamie Baksht y Michelle Couttolenc.