5 lagos más grandes de México
México es poseedor de incontables maravillas; entre estas, sus lagunas y lagos. ¿Sabías que Veracruz, Michoacán y Jalisco son los poseedores de los lagos más grandes del país?
Muchos de ellos son naturales, otros son el resultado de grandes obras hidráulicas rodeadas por un atractivo entorno. ¿Te gustaría conocerlos? Comencemos por los 5 lagos más grandes de México (de menor a mayor tamaño).
Lago de Catemaco
Aunque es conocido como una laguna, en realidad es un lago en un cráter volcánico. Tiene una extensión de 75 kilómetros cuadrados, profundidades medias de ocho metros y máximas de 22.
Se ubica en el macizo volcánico de Los Tuxtlas, en Veracruz, colindando con la Reserva de la Biósfera del mismo nombre, por lo que su biodiversidad es muy amplia gracias a su clima tropical.
Uno de sus atractivos, además de su aura mágica, gracias a los numerosos chamanes y brujos locales, es la Isla de los Monos, una de sus islas interiores, con macacos tailandeses que fueron introducidos por científicos de la Universidad Veracruzana para estudios y que han aprendido a nadar para sobrevivir.
A orilla del lago se encuentra el paraíso: la Reserva Ecológica de Nanciyaga. En medio de la selva, puedes pasar la noche en pareja en una cabaña rústica o en un palafito sobre el lago. Ofrece varias actividades para conectar con la naturaleza y las tradiciones ancestrales.
Entre sus experiencias propone un ritual de temazcal, paseos en kayak, caminata en la selva para observar guacamayas rojas, limpias y hasta cenas románticas.
Lago de Yuriria
En Guanajuato, este cuerpo de agua se considera la primera obra hidráulica de América, pues fue creada por el fraile agustino Diego de Chávez y Alvarado en 1548 para ser un vaso regulador del río Lerma. Apenas es cinco kilómetros cuadrados más grande que el de Catemaco.
Rodeado por un paisaje montañoso de naturaleza volcánica, numerosas aves la habitan, como las garzas, pelícanos, cercetas azules, patos tepalcates y cercetas alas verdes o la pequeña ave endémica llamada mascarita transvolcánica.
En 2004, fue declarado Sitio Ramsar al ser considerado un humedal de importancia internacional. Es vital para la zona, ya que ayuda a regular el microclima. Yuriria significa ‘lago de sangre’, nombre dado debido al color rojizo que adquieren sus aguas al reflejarse con el sol.
Uno de sus atractivos es el paseo en lancha que te acerca a varias de sus pequeñas islas.
Lago de Pátzcuaro
El Lago de Pátzcuaro forma parte de un importante corredor de sitios arqueológicos, históricos, recreativos y culturales de los purépechas.
Con una superficie de 260 kilómetros cuadrados cuenta con 7 islas, entre las que destaca Janitzio, La Pacanda y Yunúen. En sus aguas nadan y viven nueve especies nativas de peces.
Para los purépechas, este lago es sagrado, ya que representa una puerta al paraíso, el sitio donde las almas de los difuntos eran conducidas al morir. Si quieres vivir una experiencia única, visita este lago en Día de Muertos, te asombrarán las expresiones culturales de los pueblos de la ribera.
¿Qué hacer? Pasea por el muelle, prueba un antojito y toma una lancha para visitar algunas de sus islas. Durante este recorrido tendrás la oportunidad de observar a los pescadores soltando sus redes de alas de mariposa, el modo de pesca tradicional. Los atardeceres ahí, te dejarán con la boca abierta.
Lago de Cuitzeo
Al norte de Michoacán, el lago de Cuitzeo tiene una superficie de 306 kilómetros cuadrados. Es el segundo más grande del país, de acuerdo con datos de la Conagua.
Toma el nombre del Pueblo Mágico de Cuitzeo, un poblado pequeño pero con una importante actividad artesanal, repleto de iglesias, exconventos y mucha historia.
Sus aguas con profundidades de hasta 27 metros tienen una antigua leyenda: durante la época prehispánica, en medio de una guerra, la princesa Hapunda sufrió la pérdida de su pareja y sus lágrimas corrían hasta caer en el lugar que hoy ocupa el lago. A la mañana siguiente el valle del sitio desapareció.
Lago de Chapala
De Michoacán pasamos a Jalisco, donde, con un área de 1,116 kilómetros cuadrados, el Lago de Chapala es, por mucho, acreedor al primer lugar en este top cinco.
El 86% del lago de Chapala pertenece a Jalisco, mientras que el 14% le corresponde a Michoacán.
Al igual que el Lago de Pátzcuaro, en su ribera se asentaron varios pueblos que son importantes destinos turísticos, como Chapala, Ajijic, San Juan Cosalá, Mezcala, Ocotlán, entre otros.
Se rodea de bonitas montañas con bosques de pinos y encinos. Es hogar de 34 especies de aves nativas y, por su importancia ecológica, fue declarado Sitio Ramsar en 2009. Además, es proveedor de casi el 60% del agua utilizada en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Los atardeceres desde la orilla o en una lancha son de las mejores experiencias en la zona. Camina por el muelle o tómate una foto en sus letras gigantes. Si te gusta la aventura contrata un recorrido en kayak o aprende paddle board en el lago de Chapala.
También hay visitas en lancha a Mezcala, conocida como la Isla del Presidio. Aquí, conocerás su fuerte y, si tienes suerte, te contarán una que otra leyenda sobe fantasmas.
Entre los límites de Jalisco y Michoacán, se quedan a pasar el invierno los increíbles pelícanos borregones de casi 1.80 metros de altura. Uno de los lugares en donde los puedes apreciar mejor, es en Petatán, en el lado michoacano.