by ERICK PONCEEl 17 de enero de 1922, nació en la Ciudad de México el expresidente Luis Echeverría Álvarez, pieza fundamental en la matanza de Tlatelolco, Halconazo, y sinfín de polémicas. Falleció a los 100 años de edad.
Su sexenio fue marcado por los altos índices de corrupción e inflación y represión estudiantil e ideológica, es por eso que aquí te dejamos 10 datos sobre este peculiar personaje de la historia de nuestro país, involucrado en fechas siempre recordadas como el 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971.
1- El Movimiento Estudiantil de 1968 y la estrategia para llegar a la presidencia
Aunque en octubre de 1963 ya se había encargado de la Secretaría de Gobernación, cargo que había dejado Gustavo Díaz Ordaz para convertirse en el candidato a la presidencia por parte del PRI, fue justamente cuando éste se convirtió en presidente que Luis Echeverría Álvarez se quedó otra vez con el puesto, en 1964.
Si bien Díaz Ordaz aceptó que él había detonado la represión contra los estudiantes para “salvar el país” (aceptaría su responsabilidad en su quinto informe de gobierno), desde que terminó el Movimiento Estudiantil de 1968 a la fecha, mucho se ha sabido de lo que ocurrió el 2 de octubre de ese año, como que quien dirigió las represiones fue el mismísimo Echeverría.
De acuerdo con Jacinto Rodríguez Munguía, en The New York Times publicó que el filósofo Emilio Uranga, Luis Echeverría y Jesús Castañeda Gutiérrez, miembro del Estado Presidencial, estaban involucrados en los actos represivos y en otros hechos del Movimiento Estudiantil para impulsar al poder al entonces secretario de Gobernación.
De hecho, en 2002, el expresidente compareció ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR) por la matanza de Tlatelolco, aunque solo se limitó a decir que se debía investigar y analizar los expedientes históricos para conocer la verdad: “Pues que es una tragedia nacional que hay que aclarar para que no se repita, investigar y llegar a establecer todos los hechos concretos”, comentó.
2- ¿Por qué lo escogió Díaz Ordaz como candidato (suplente)?
Y al parecer le funcionó bien la estrategia que cuenta Rodríguez Munguía en su libro La conspiración del 68. Los intelectuales y el poder: así se fraguó la matanza, pues mientras hacía todo bajo el agua, frente a Ordaz se comportaba fiel, como cuenta José Agustín en Tragicomedia Mexicana: “Lealtad y uso de los controles represivos con fachada de ‘política de diálogo’ que aunque nunca se practicó, sirvió para salvar el formalismo de la ‘tolerancia’”.
Por ejemplo, el propio autor de De perfil cuenta que Echeverría Álvarez tenía tanta una actitud de cortesanía y servilismo con el entonces presidente, que si lo invitaba a jugar golf, “llegaba en la madrugada”: “También, el apoyo irrestricto al jefe, la talacha de 15 horas al día, y por supuesto, el comportamiento de Echeverría durante el movimiento estudiantil”.
Todo esto lo llevó a convertirse en el favorito de Ordaz para suplirlo, aunque después se le volteara y lo llevara a decir lo siguiente: “A mí me hicieron chistes por feo, pero a él por pendejo”.
3- El día que pidió un minuto de silencio por “los caídos” del 2 de octubre del 68
Como pasaba mucho en aquellos tiempos, después de que el presidente escogía al candidato oficial (suplente oficial), éste comenzaba a destapar poco a poco sus intenciones y planes para cuando ocupara la famosa silla del águila. Sí, una vez que Gustavo Díaz Ordaz se decidió por Luis Echeverría, éste empezó a quitarse la máscara “o a ponerse otra”, comenta José Agustín.
Además, el escritor agrega que de ser el hombre introvertido, tieso, reservado y calculador, pasó a aparecer locuaz, vivaz, hiperactivo y “propenso a habla sin parar”. Aunque el aún presidente comenzó a preocuparse más por los cambios de Echeverría cuando éste, durante su campaña en Guadalajara, pidió un minuto de silencio en honor de “los caídos” el 2 de octubre de 1968… ¡Nombre!
Incluso el ejército se indignó tanto que Ordaz pensó en cambiarlo, pero no pasó y su campaña siguió sin ningún obstáculo, intentando distanciarse cada día más del gobierno de su antiguo jefazo.
4- Echeverría y su “enaltecimiento” a lo mexicano
Desde su toma de posesión en Auditorio Nacional (con invitados como María Félix), quiso remarcar que con el inicio de su mandato se daba una especie de “ruptura” con el gobierno anterior, pues dijo que habría un acercamiento a los jóvenes, diálogo, “apertura”, crítica y autocrítica.
Pero no fue todo, tomó como estandarte la figura de Lázaro Cárdenas y también decidió retomar la moda de las artesanías indígenas y todo aquello que representara lo “mexicano”, según Tragicomedia Mexicana. Por ejemplo, para las comidas y celebraciones ordenó que en lugar de vino y otras bebidas, se sirvieran aguas de chía, horchata y jamaica.
También en Los Pinos mandó a poner muebles mexicanos y equipales para los invitados. Y que mejor que enseñar con el ejemplo, pues su esposa, María Esther Zuno, también aparecía en las fiestas con trajes de tehuana y otras vestimentas tradicionales; mientras que él usaba guayaberas y otros funcionarios comenzaron a seguirlo con esta moda.
5- Trabajaba durante horas “sin ir al baño”
Según José Agustín, Luis Echeverría Álvarez trabajaba jornadas de 14 horas “sin ir al baño”, siempre queriendo hacer todo al momento, aunque el tiempo no le alcanzara: “casi no dormía, no comía ni iba al baño”, comenta el escritor.
Incluso, el mismísimo José López Portillo, quien también fuera presidente de México, llegó a señalar que en una ocasión, intentando imitar sus largas jornadas chambeando, se aguantó las ganas de orinar más de 10 horas. Y es que siempre tenía a un montón de funcionarios a su alrededor, a quienes llamaba desde temprano para trabajar y acabar hasta la madrugada del siguiente día.
Portillo igual llegó a decir que una vez su jefe, Horacio Flores de la Peña, Secretario de Patrimonio, llegó todo encabritado después de una reunión sobre el cultivo de limón que duró muchas, muchas horas. Cosa que también pasaba con sus invitados, como cuando el historiador Daniel Cosío Villegas una vez contó que, después de una invitación a comer en Los Pinos, Echeverría le pidió que se quedara a ver una película de promoción oficial y luego a estar en varios acuerdos con varios burócratas (la divertida que se habrá echado).
6- Echeverría y su amigo Carlos Fuentes
Otra de las preocupaciones de Luis Echeverría fue el acercamiento con intelectuales, teniendo como principal aliado al escritor Carlos Fuentes, autor de novelas como Aura, La región más transparente o La muerte de Artemio Cruz. Por ejemplo, en una entrevista en el programa español “A fondo”, el representante del Boom Latinoamericano llegó a decir que el entonces presidente había hecho una apertura democrática.
“La respuesta política vino más tarde (después del Movimiento Estudiantil del 68) con el presidente Luis Echeverría, quien hizo una apertura democrática, sobretodo con el propósito de que las fuerzas políticas y sociales del país se sintieran libres para actuar, para expresarse, para criticar y, sobretodo, con el ánimo oficial, autocrítico, de señalar los problemas del país. Luis Echeverría corrió con el enorme riesgo de que se le acusara a él de crear problemas que en realidad a veces datan de los tiempos de los aztecas, de la colonia española o de 1914, 1917 o 39, da igual, son problemas muy viejos“, dijo Fuentes.
Y sí, según José Agustín, el novelista no solo se unió al presidente, también hizo proselitismo a su favor y hasta organizó una reunión para que conociera a intelectuales de Nueva York. A cambio, el mandatario lo mandaría como embajador de México en París, Francia.
7- El halconazo: “Fueron otras fuerzas”
Luis Echeverría prometió al comienzo de su gobierno un acercamiento a los jóvenes, diálogo y crítica; de hecho, una de sus primeras acciones fue liberar a los presos políticos del 68, por lo que para 1971 ya había salido todos… aunque pronto se vería que era todo lo contrario.
Debido a protestas de estudiantes por problemas en la UANL, también comenzaron a darse algunas manifestaciones en la Ciudad de México (recordemos que había pasado apenas tres años de lo ocurrido el 2 de octubre de 1968). Fueron estudiantes normalistas y de otras instituciones los que realizaron una manifestación el 10 de junio de 1971, jueves de Corpus, en apoyo a sus compañeros del norte del país.
Como no se trataba de una protesta “autorizada”, las autoridades ordenaron disolver la manifestación; los jóvenes, obviamente, no hicieron caso y siguieron hasta que en la avenida México-Tacuba, según Tragicomedia Mexicana, de varios autobuses salieron más de mil jóvenes, de pelo muy corto y tenis blancos, con macanas, kendos y pistolas para atacarlos.
Los policías y granaderos que estaban custodiándolos no hicieron absolutamente nada, a pesar de que comenzaron a disparar. Quisieron defenderse, tuvieron que huir, aunque también tuvieron que esquivar los tanques antimotines del ejército que bloqueaban las calles. Al final, las autoridades reconocieron nueve personas muertas, varios heridos y arrestados.
¿Qué dijo Echeverría? Afirmó que no había tenido nada que ver con eso y señaló que habían sido “otras fuerzas” (Ordaz y su gente) que querían desestabilizar al gobierno: “Si ustedes están indignados, yo lo estoy más”, dijo en una entrevista con Jacobo Zabludovsky.
Sin embargo, periodistas identificaron a los jóvenes atacantes como “los halcones”, un grupo paramilitar que había organizado el gobierno de Echeverría, a través del coronel Manuel Díaz Escobar, a quien también se le adjudicó la creación del “Batallón Olimpia”.
8- Los primeros pandas de Chapultepec
Un dato curiosón es que fue durante la presidencia de Luis Echeverría que llegaron los dos primeros pandas del Zoológico de Chapultepec. Así es; aunque había prometido que viajaría poco al exterior del país, ya en su primer mes había viajado a Nueva York para una asamblea general de las Naciones Unidas (ONU), donde defendió el ingreso de China a la organización.
Gracias a esto, el presidente logró que México estableciera relaciones con la República Popular China, la cual, como cortesía, según José Agustín, mandó un par de osos panda en 1975: Ying Ying y Pe pe. Mientras que el entonces presidente les envió perros, ajolotes y “otras mexicaneces”.
9- ¿El nuevo Cárdenas?
Como les contábamos, Luis Echeverría quería representar a un nuevo Lázaro Cárdenas (esta historia nos parece similar a otra), quería ser como él y tomar acciones políticas que lo hicieran ver como “el nuevo Cárdenas”… pero, ¿qué pensaba del general?
De acuerdo con Tragicomedia Mexicana, en una ocasión Julio Scherer García le preguntó “¿En verdad es muy inteligente el general Cárdenas, señor licenciado?, a lo que él respondió tajantemente: “Es muy pendejo”, a lo que el periodista volvió a preguntarle “Pero muy culto, ¿no?”, y Echeverría terminó diciendo lo siguiente: “Por supuesto que no, y deje de indagar. Cárdenas pertenece a una categoría privilegiada. Late la política en la yema de sus dedos, allí la siente y entiende, ¿comprende usted? Hay especies animales que conocen la dirección del viento, lo llevan en el lomo como una segunda piel. Así es Cárdenas”… Y sí, según José Agustín, él creía ser también así.
10- Tres colaboradores de Echeverría son o fueron colaboradores de AMLO
Para terminar, trasladémonos un poquito a la actualidad, indicando que, según La Silla Rota, tres personajes que fueron colaboradores de Luis Echeverría, también son o fueron colaboradores del actual presidente Andrés Manuel López Obrador.
Primero tenemos a Porfirio Muñoz Ledo, quien, de 1972 a 1975, se desempeñó como titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social; mientras que con el tabasqueño fue diputado de Morena en el Congreso de la Unión.
Luego tenemos al queridísimo Manuel Bartlett, quien, durante el sexenio de Echeverría, era director general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación. Ahora, es director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Y por último, tenemos a Ignacio Ovalle, quien fue secretario de la Presidencia de México entre 1975 y 1976 y ahora es director general de Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX).
Así terminamos con 10 datos que quizá no conocías de Luis Echeverría Álvarez, a propósito de que cumple 100 añotes este 17 de enero; eso sí, hay un montón de tela de donde cortar sobre este polémico personaje de nuestra historia.