La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
· Maru Campos y Claudia Sheinbaum: resarciendo el daño de López Obrador.
· Desacata AMLO sentencias de pago a Ejidatarios de “Santa Rita Tlahuapan”.
· “Caballo que alcanza gana”: ¿Kamala Harris, primera presidenta de EE.UU.?
La reciente entrevista de acercamiento de la Gobernadora de Chihuahua, maestra María Eugenia Campos Galván, con la presidenta electa de México, doctora Claudia Sheinbaum, augura nuevos tiempos en la relación entre los gobiernos Estatal y Federal. Ha sido muy comentada la buena recepción dada por la próxima mandataria nacional a los proyectos de infraestructura planteados por la gobernadora chihuahuense durante dicho encuentro, lo que hace suponer que habrá apoyo federal para Chihuahua, en un plano de coordinación y sensibilidad distinto al gélido trato que recibió Chihuahua por parte de Andrés Manuel López Obrador, presidente saliente.
La madurez, prudencia y sentido común parecen estar regresando a la Presidencia de la República, luego de seis años en los que estas cualidades brillaron por su ausencia en virtud de la radicalización de los afanes ideológicos y animadversiones personales que obnubilaron la mente y el alma del actual inquilino de Palacio Nacional. Qué bien por los acuerdos que han empezado a tejer estas dos mujeres, caracterizadas, entre otras cualidades, por ser las primeras mandatarias en la historia de Chihuahua y México, respectivamente.
La resistencia del Gobierno Federal a pagar la indemnización correspondiente a los Ejidatarios de Santa Rita Tlahuapan, cuyos predios resultaron afectados por obras de la carretera México-Puebla realizadas décadas atrás, no tiene justificación. Según la información que ha trascendido, de dos años a la fecha han sido emitidas varias sentencias condenatorias en las que los tribunales del Poder Judicial de la Federación determinan la obligación del Estado Mexicano para pagar a algunos miembros del núcleo ejidal citado indemnizaciones por la afectación a sus terrenos, sin embargo, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho -sin razón- que no le corresponde pagar porque el asunto se originó en administraciones anteriores a la suya.
El presidente debería saber que los compromisos institucionales no resueltos por una administración se cumplen por parte de un gobierno posterior en turno a quien le son imputables los mismos, y no por gobiernos anteriores que ya dejaron de serlo, pues es al Estado Mexicano, como institución, a quien corresponde solventarlos, y no al grupo de funcionarios que en su momento lo representaron. Igualmente, debería entender que las sentencias que ordenan el pago a los afectados se emitieron durante el actual sexenio, lo cual jurídicamente obliga a su gobierno a atender y cumplir las resoluciones dictadas por los tribunales. Absurda -por decir lo menos- resulta la postura que el presidente ha adoptado en este caso, así como en otros cuya mención no es necesario referir por el momento.
Si es verdad el dicho que raza “Caballo que alcanza gana”, podríamos constatar en este año la elección de la primera mujer presidenta de Estados Unidos -de manera coincidente con lo protagonizado por Claudia Sheinbaum en México-. Esto en virtud de que a solo unos días del lanzamiento de la actual vicepresidenta de Estados Unidos como candidata presidencial por el Partido Demócrata, en sustitución de la candidatura a la reelección del actual mandatario Joe Biden -quien renunciara a su aspiración-, Harris ya ha superado en las encuestas a su oponente republicano, el expresidente Donald Trump, quien pese a su controvertida personalidad y a los líos judiciales en los que se ha visto envuelto, se postula para un nuevo mandato. A decir de los analistas, Harris, quien ha despertado euforia en gran parte del electorado estadounidense, como lo demuestran las encuestas, podría ganar la elección y convertirse en la revelación política del año, en Estados Unidos y el mundo entero.