La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
· Escándalo de corrupción Zaldívar-Alpízar: ¿el contubernio con López Obrador?.
· Cuauhtémoc Cárdenas: no sé qué son la supuesta 4T y sus fines.
Vuelve a cobrar vida el escándalo en el que se ha visto involucrado el ministro en retiro y ex presidente de la Suprema Corte de Justicia en la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, quien actualmente es cercano colaborador en la campaña de la candidata presidencial morenista, Claudia Sheinbaum. Los audios recientemente difundidos por Televisa, en los que se escucha la voz de Carlos Alpízar -ex Secretario General del Consejo de la Judicatura Federal y cercano colaborador del entonces Presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar-, presionando a un magistrado para que emitiera una sentencia acorde a los designios de Zaldívar y el Presidente (¿de la República?), confirma aún más las sospechas del vínculo de sumisa corrupción que ató a Zaldívar con López Obrador durante la titularidad del Poder Judicial representado por aquél, pero, como ahora se revela, manejado por éste.
Aunque Zaldívar y Alpízar han salido a los medios de comunicación para tratar de desvirtuar la autenticidad de dichas grabaciones, así como para adjudicar a Norma Piña, actual Ministra Presidenta de la SCJN, la responsabilidad de la difusión de las mismas, los intentos que ambos involucrados han hecho por demostrar su honradez no resultan verosímiles ni convincentes. Aunque han argumentado que todo esto obedece a intereses político-electorales en virtud de la cercanía de la jornada electoral, lo cierto es que cada vez son mayores las sospechas respecto a la integridad moral de Zaldívar durante su ejercicio al frente del Poder Judicial. Este nuevo episodio viene a sumarse a la serie de escándalos registrados en el actual sexenio, y constituye una demostración más de que los aliados del presidente López Obrador y de MORENA son tan corruptos como aquéllos a los que el mandatario ataca diariameinte mediante sus demagógicas peroratas mañaneras.
El escándalo Zaldívar-Alpízar indiscutiblemente afecta no solo la imagen personal de Zaldívar y su exsubordinado, sino también la de la campaña de Claudia Sheinbaum, y por supuesto la del gobierno de López Obrador, a quien connotados periodistas, analistas políticos e intelectuales reiteradamente han cuestionado por la superficialidad con la que descalifica a sus críticos y trata de minimizar las acusaciones de corrupción y malos manejos que han aflorado durante su sexenio.
La supuesta Cuarta Transformación (4T) ha sido puesta en evidencia por Cuauhtémoc Cárdenas, uno de los líderes morales de la izquierda mexicana y cercano amigo del presidente Andrés Manuel López Obrador. En reciente entrevista otorgada al diario El Universal, Cárdenas hizo declaraciones que ponen en evidencia el desempeño del actual presidente de México, así como su supuesto proyecto de nación, mercadotécnicamente denominado “Cuarta Transformación”.
Respecto al tema de seguridad Cárdenas afirmó al prestigiado diario de circulación nacional que ve un país inseguro, con mayor violencia e incremento en el número homicidios y extorsiones; y expresó que la política de “abrazos y no balazos” no ha
dado resultados. Además, reveló que ve un México en el que se registra un retroceso económico, así como profundas diferencias en el aspecto social. Esto permite interpretar que desde el punto de vista del conocido líder izquierdista el ejercicio de gobierno de López Obrador ha fracasado.
Por tratarse de un personaje con amplia trayectoria en la vida pública del país, así como profundo conocedor de las circunstancias políticas, económicas y sociales de México, cobran relevancia las afirmaciones de Cárdenas, y en cierto modo constituyen una muestra de la ineficacia del gobierno de MORENA. Dentro de las declaraciones hechas por Cárdenas éste externó una frase lapidaria, con la que desnudó a la supuesta 4T, pues dijo: «No conozco ningún documento que diga qué es la Cuarta Transformación, de qué va. No conozco un proyecto de nación, por lo tanto no sé qué es lo que se busque”. Estas manifestaciones tienen un peso significativo, porque no proceden de los críticos de López Obrador a los que éste llama “adversarios conservadores”, sino de su amigo y correligionario, Cuahtémoc Cárdenas.