· MORENA y el PAN: ante un escenario complicado.
La columna
POR CARLOS JARAMILLO
· El PRI: con Graciela Ortiz al frente.
· MORENA y el PAN: ante un escenario complicado.
Al interior del Partido Revolucionario Institucional todo indica que la candidatura al gobierno del estado ya ha sido resuelta. Al parecer, es la licenciada Graciela Ortiz González quien será la abanderada tricolor, para buscar la recuperación de la gubernatura de Chihuahua, en el proceso electoral 2021. En un contexto en el que las mujeres han ido cobrando relevancia en el quehacer político, y debido a la paridad de género que cada vez tiene mayor auge en la vida electoral, resulta lógica y plausible la designación para que sea Graciela Ortiz quien represente al priismo en los comicios venideros.
Con una trayectoria política importante, luego de haber sido diputada, senadora, presidenta del Comité Directivo Estatal, y funcionaria del Comité Ejecutivo Nacional, de su partido, así como servidora pública en diversas ocasiones, Graciela Ortiz es una excelente opción para representar los colores de su partido en la próxima contienda. Puede considerarse como una ventaja para el PRI, no sólo el perfil de su candidata, sino también el armónico proceso bajo el cual ésta obtuvo la candidatura, pues a diferencia de que ocurre en MORENA y en el PAN, en el PRI el proceso de designación de la candidatura ha transcurrido dentro de un ambiente armonioso, sin sobresaltos ni diatribas.
La negación de la autorización de crédito, que solicitó el gobernador Javier Corral al Congreso del Estado, es una evidencia más del desorden administrativo que prevalece en la presente administración estatal de Chihuahua. No logró el mandatario obtener la mayoría de votos que se requerían por parte de los diputados de los diferentes partidos, para conseguir la autorización de un préstamo por cerca de mil 900 millones de pesos, lo cual pone en entredicho la credibilidad de la administración en lo relativo al manejo de las finanzas.
Tal escenario significa para Javier Corral y el PAN un cierre de quinquenio políticamente complicado, porque se registran dos factores, por un lado, la pérdida de la confianza, es decir, la decepción que genera una administración pública estatal que jamás supo satisfacer las expectativas de los gobernados, y por otro lado, un año electoral, en el que se renovarán el Poder Ejecutivo del Estado, así como los 67 Ayuntamientos y el Congreso local, además de la Cámara de Diputados, a nivel federal. Bajo esta tesitura, no es favorable el escenario para el partido político de Corral; aunado a esto, se suma la profunda diatriba que desde años atrás encabeza el mismo gobernador en contra de su compañera de partido, la ex alcaldesa capitalina, María Eugenia Campos, aspirante a la gubernatura. Se percibe, pues, en modo claro, que la división interna del PAN es otro elemento negativo, tanto al interior de este instituto, como en lo general, pues es causa del enrarecimiento del actual clima político estatal.
Por lo que concierne a MORENA las cosas no parecen ir mejor que en el PAN, pues Juan Carlos Loera, candidato morenista a gobernador, ha sido cuestionado por la forma en la cual fue designado, asimismo, enfrenta serios señalamientos por parte del sector agrícola, a raíz del conflicto por el agua suscitado en el año 2020, cuando tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador, como el ahora candidato, se negaron a respaldar las expectativas de los productores agropecuarios de la región centro sur de Chihuahua. Pese a los constantes reclamos de los hombres del campo, el mandatario nacional y su ahora candidato a gobernador no prestaron atención a sus demandas, permitiendo que las principales presas de Chihuahua fueran prácticamente vaciadas por la CNA, a fin de entregar el agua a los Estados Unidos, al amparo del tratado sobre aguas, que México tiene firmado con ese país.
Así, en la actualidad, el aspirante morenista a la gubernatura de Chihuahua tiene en contra no solo la censura que a raíz de la opacidad de su nominación ha sido expuesta por el senador Cruz Pérez Cuéllar y otros precandidatos morenistas, sino también las fuertes críticas y reclamos que a él y al Gobierno Federal del cual ha sido miembro, le están siendo vertidas por los agricultores, quienes se hallan irritados ante la falta de agua en las presas, y el adverso panorama económico que esto significa para ellos y sus familias, durante el presente año agrícola -y electoral-.