La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
· Cuahutémoc Blanco: ¿AMLO y Sheibaum lo ayudarán a evadir la justicia?
El jueves 6 de febrero de 2025, la Fiscalía del Estado de Morelos presentó ante la Cámara de Diputados, del Congreso de la Unión, una solicitud de desafuero contra el popular exfutbolista y diputado federal de Morena, así como exgobernador de esa entidad, Cuauhtémoc Blanco, por la denuncia derivada de un supuesto intento de violación cometido por éste contra su media hermana, Nidia Fabiola “N”, en diciembre de 2023, cuando el exfutbolista aún gobernaba a su entidad y la denunciante era empleada de una de las dependencias de la administración que Blanco encabezaba. La reacción morenista no se hizo esperar, pues el Fiscal General de Morelos, Uriel Carmona, fue destituido de inmediato, ese mismo día, luego de que en el Congreso del Estado de Morelos la mayoría de diputados afines a Morena aprobara la solicitud presentada para tal fin por la gobernadora Margarita González, tambien emanada de ese partido político. Es obvio que la Gobernadora no actuó por iniciativa propia, seguramente antes de operar la destitución del Fiscal consultó la acción con su jefa política, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Así se conduce la clase política morenista, pues cuando ve amenazados su imagen e intereses recurre a la represión, e incluso a la ilegalidad, para castigar a quienes se oponen a sus deseos o se atreven a denunciar a alguno de sus actores prominentes. Así actuaba el expresidente Andrés Manuel López Obrador, y este mal ejemplo aún sigue aplicándose durante la gestión de su discípula y sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum. Es posible que se proteja a Blanco para evitar que vaya a juicio. El encubrimiento político protector ha sido aplicado por Morena en otros casos igualmente controvertidos, como el del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral; el ex director de Segalmex, Ignacio Ovalle; y el del Comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, todos ellos con graves acusaciones penales en su contra, pero cuya evasión de la justicia -y tal vez de la cárcel-, ha sido posible hasta ahora gracias a su cercana amistad con López Obrador. Seguramente a Cuauhtémoc Blanco también lo “salvarán”, como lo hicieron con los otros personajes mencionados, al evitar que comparezcan ante un tribunal como cualquier ciudadano, y sean oídos y juzgados conforme a derecho.
Esta es la circunstancia que hoy vive el país, sometido al autoritarismo de un régimen y partido hegemónicos que no dudan en incurrir en la inmoralidad, la ilicitud o el atropello con tal de preservar a favor de su aristocracia política el estatus de poder y los privilegios que de éste se derivan. En sus discursos, la clase política morenista dice actuar a favor del pueblo y la justicia, pero los hechos la contradicen, y demuestran su determinación de proteger a ultranza a los miembros de su oligarquía, sin importar que para lograrlo se transgreda el orden jurídico.
Según versiones periodísticas, la media hermana de Cuahtémoc Blanco, Nidia Fabiola “N”, ha revelado que recientemente sus familiares han recibido advertencias de presuntos simpatizantes del partido Morena, quienes les habrían dicho que si no retira la denuncia podrían fabricarle delitos a su padre. Además, la denunciante
también ha dicho a medios informativos que otros hermanos de Chauhtémoc Blanco han tratado de persuadir a su padre para que influya en ella a fin de que se desista de la acusación. Este escándalo político vuelve a poner a prueba la cuestionada ética de la élite morenista, encabezada por López Obrador y Claudia Sheinbaum. El actual grupo gobernante ha convertido a nuestra Constitución y leyes en una especie de llamados a misa, pues las acata solo cuando le conviene.
carloshjaramillovela@yahoo.com
Miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, A.C.