La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
· Controversia AMLO-Sheinbaum vs. España: carencia de talento político.
· La secesión de Chihuahua: una propuesta frente al totalitarismo.
Ausencia total de nivel diplomático ha mostrado el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su sexenio. Ha gastado tiempo, energía, recursos y, lo peor de todo ha deteriorado la imagen de México ante el mundo, al involucrarse en diatribas infundadas y estériles. Ejemplos de esto son la intromisión contra Joe Biden y los EE. UU. en la organización de la Cumbre de las Américas; el desconocimiento a la determinacón del Congreso de Perú, por la designación de Dina Boluarte como presidenta de esa nación; y el conflicto diplomático con Ecuador, derivado de la desatención de México a la solicitud de entrega de un político ecuatoriano condenado a cárcel, y refugiado en la embajada mexicana.
El último caso ha sido la confrontación con España, al omitirse la invitación al Rey Felipe VI, a la ceremonia de inicio de Gobierno de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, bajo el absurdo argumento de que el Estado español debe disculparse ante México por la conquista y colonización española concluidas en nuestro territorio hace 214 años. Indignación nos causa a millones de mexicanos esta postura, por su falta de sensatez. Aunque formalmente quien omitió invitar al Rey de España es la presidenta entrante, Claudia Sheinbaum, el autor intelectual de la maniobra es el presidente saliente, López Obrador, pues años atrás, durante el actual sexenio, dio inicio a esta absurda reyerta con el monarca ibérico. Es lamentable que la presidenta Sheinbaum siga al pie de la letra los designios de AMLO, hasta en casos como éste, que lesiona la dignidad colectiva del pueblo mexicano, y evidencia la falta de oficio político de la mandataria entrante y su tutor.
Llama la atención el posicionamiento que ha hecho recientemente el diputado local y coordinador de los legisladores del partido Movimiento Ciudadano, Francisco Sánchez Villegas. El legislador parralense propone que Chihuahua se separe de la Federación, como una medida para evitar que los Chihuahuenses suframos las consecuencias de la serie de reformas que el presidente Andrés Manuel López Obrador está llevando a cabo en nuestro país en los últimos días de su sexenio, y en la víspera del comienzo del de su sucesora y correligionaria, Claudia Sheinbaum.
Independientemente de la dificultad jurídica, política y material que en este momento pueda representar la iniciativa que propone Sánchez, su planteamiento tiene por objeto resolver lo que se percibe como un problema real e inminente que pronto habrá de afectarnos a todos los mexicanos. Dicho problema es considerable, pues las reformas al Poder Judicial, la Guardia Nacional y los Organismos Autónomos -desaparición de éstos últimos-, apuntan hacia una clara concentración absoluta del poder, en manos de la titular del Poder Ejecutivo y el partido gobernante, así como a una militarización total del país, con el consecuente menoscabo de las libertades democráticas y los derechos fundamentales de todos los mexicanos. Este escenario representa un grave retroceso político, económico y social, que además generará
gran desconfianza y desaliento en los sectores productivos, lo que podría acarrear el desplome de la inversión nacional y extranjera, incluso el cierre de empresas.
No es la primera vez que se habla de la posibilidad de una secesión e independización de estados respecto a la Federación, para constituir un Estado nacional independiente. Ya en tiempos recientes se había propuesto la alternativa de que varios estados del norte del país siguieran esta ruta para formar un nuevo país, independiente de México.
Más allá de la complejidad legal y política que implica la fundación de un nuevo Estado nacional, debido a la falta de sustento constitucional, así como por el dominio político morenista en el Congreso de la Unión, así como en los congresos locales y las gubernaturas de la mayoría de las entidades del país, vale la pena recordar y analizar que el origen de esta discusión es la dificilísima circunstancia en la que hoy se encuentra México, a raíz de la actuación de Andrés Manuel López Obrador, quien deja el poder destruyendo los cimientos del marco jurídico-político-constitucional del Estado mexicano, así como las libertades, la democracia y el estado de derecho, esto en perjuicio del porvenir de la presente y futuras generaciones de mexicanos.