La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
· AMLO contra el mundo: empecinado en la contaminación atmosférica.
· AMLO vs. INAI: miedo al descubrimiento de desvíos multimillonarios.
· Debate Gálvez-Sheinbaum: Xóchitl amplia favorita.
De nuevo vuelve a ser tema de actualidad el afán del presidente Andrés Manuel López Obrador por utilizar carbón para la producción de energía eléctrica. Así lo reitera el Gobierno Federal, sin embargo, es más que sabido que la actual apuesta generalizada a nivel internacional es por el uso de fuentes de energía limpias que eviten la contaminación atmosférica y el calentamiento global. No obstante esta innegable verdad científica y política, el Gobierno Federal actual en México persiste en la actitud que ha sido ya ampliamente criticada, y que resulta indefendible frente a los contemporáneos criterios de sustentabilidad ambiental que imperan en el mundo. Así, se demuestra una vez más la obstinación de un presidente que no ve ni escucha razones porque lo suyo es imponer su voluntad a ultranza.
Al presidente Andrés Manuel López Obrador no lo avergueza verse como un auténtico sofista (engañador), pues sus falsas declaraciones son totalmente contrarias al sentido común y la razón. Una de sus más frecuentes expresiones, vertida con insistencia en días recientes, consiste en señalar que los organismos públicos autónomos fueron creados para defender intereses particulares y no para privilegiar el interés público. Este pseudoargumento es absolutamente absurdo; por ejemplo, el INAI, a quién el presidente detesta en forma significativa, tiene por objeto y razón de ser la transparentación y divulgación de las cuentas de los entes públicos, a fin de garantizar a los ciudadanos mexicanos el derecho humano de acceso a la información, y evitar la corrupción. Es evidente que hay un interés público y no particular, como fundamento de su creación.
La verdad es que el mandatario nacional teme que se den a conocer las cifras, contratos, datos y manejos que durante su administración se han hecho, de forma más que sospechosa, en la ejecución de las grandes obras de su sexenio como el Tren Maya, la Refinería “Dos Bocas” y el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, (todas ellas sobregiradas en miles de millones de dólares por arriba de sus presupuestos originales), por lo que para nadie es un secreto que la intención de desaparecerlos, es no ser auditado, ni exhibido, ni juzgado, por los desvíos millonarios de recursos que en esas obras se han hecho.
Se ha venido comentando con insistencia sobre la posibilidad de un debate entre las aspirantes presidenciales Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, con la resultante de que la mayoría de las opiniones coinciden en prever el eventual triunfo de la primera sobre la segunda, en virtud de la ausencia de tablas que la candidata morenista refleja frente al escenario.
En contraparte a la representante de MORENA, la abanderada de la Coalición Fuerza y Corazón por México es hábil, además de carismática, a la hora de pararse en el tablado, lo que desde años atrás le ha valido para acrecentar su imagen y su
carrera pública, mismas que tuvieron un ascenso extraordinario en el presente año, cuando la discriminación que el presidente López Obrador cometió en su contra la convirtió en la más popular de las mujeres que se oponen al régimen obradorista. Un debate entre ambas abanderadas resultaría interesante, porque revelaría la capacidad de improvisación natural que realmente existe en cada una de ellas, y quizá serviría para convencer a quienes aún no definen el sentido de su voto.